martes, 12 de febrero de 2008

Hilvanes, Fanny Jaretón


¿Quién ha dicho que en lo disparatado no hay genialidad? Yo, señoras y señores, les presento a la gran estrujadora del lenguaje, reina de la sintaxis atrofiada, emperadora de la pasión disparatada y amante extracorpórea del viejo Buck. Con ustedes, Fanny Jaretón!!
(PablogBao)

HILVANES

Voy a cocerte en punto cruz tus ojos para hacer de esta religión el pecado más desvergonzado, así de esta manera no sabrás quién soy, adivíname adivinador de acertijos ininteligibles, excluyentes solo para inteligentes en veredas intransitablemente lejanas; aquí la tienes, la costurerita que dio el mal paso y se calló o cayó sobre el silencio timorato de tus labios que se asoman al mundo sorprendidos. Voy en definitiva apurando a esta definitiva sensación impostergable para violarte en dulce sueño, desprenderé a tirones tus principios y finales, te desempolvaré de los años que por pesados no te permiten animarte a la vorágine de tus deseos. Y estas allí, te veo con el temblor donde el graffiti que pegaste de punta a punta de mi calle te anuncia como el mejor de mis amantes ingratos, virtualmente ingrato. Me sorprendes en esta licuadora de emociones y con este ojo interrogativo pregunto por qué te escondes si no tenés motivos para hacerlo, si no has rozado mi piel con tus codicias. Si yo me escondo, si tú te escondes, si nosotros dos nos escondemos quién cantará el piedra libre frente al paredón del amor clandestino en una noche plagada de lluvia en el oscuro rincón de la intimidad. Aquí con estas dos manos que nacieron para la guerra, es que declaro, te declaro mi amor, aquí donde la vibración suele ser la única garantía de las verdaderas comunicaciones llenas del fuego y el calor que funde sentimientos: tirito esta confesión por ti, aquí con las manos manchadas de amor es que cometo este asesinato sin sangre disparando las palabras directas al corazón. Me tomo de tu cuello, te abrazo con mi pierna y te planto el beso de las descarriadas, para que aprendas que conmigo las desviaciones no son evasiones sino que son la carretera exacta que va de mi boca a tu boca, de mi piel a tu ignorancia por saberme, del instinto que nos sacude hasta el extinto último suspiro que te dejo para aprehenderme y aprenderte por encima de la barricadas, saltando las trincheras de tu cuerpo a la bayoneta calada de tu fuerza. Intrigante, hostigadora y ¿qué más? Deseada. Dame todos los adjetivos que me conviertan en la mujer maldita, en la mujer deshonra, en la mujer puta que se limpia la boca en los secretos inconfesables de los hombres beso a verso, cuerpo a cuerpo, porque es así como me llamas en silencio, en cada noche donde me he convertido en tu pesadilla, en la curva tremenda de esta autopista de lo prohibido, en tus noches donde tus manos muerden las sábanas ajustando mi nombre hasta el ahogo del grito, del espasmo que te inunda y se desboca en el fluido caliente de tu cuerpo, como si volvieras a ser aquel adolescente inquieto y bullicioso de pasiones incontroladas en poluciones nocturnas.

Ahora sea el turno de los alfileres, clavo en tus ojos, en tu corazón, en tus extremidades, en tu sexo con cariño, quiero que seas mi fetiche, voy a apoderarme de vos a cualquier precio, peligroso jinete el elegido, me quedaré dormida entre tus brazos, te pediré descanso sin sosiego.

Juguemos, si tanto te gusta, juguemos a encontrar esa aguja en el pajar, vení tiráme sobre la alcoba donde comen los caballos, hacéme relinchar como una yegua, quiero morder el pasto cuando el dolor duela si es que el dolor preside tanta dicha, de revolver mi cuerpo entre tus manos, quiero ser la coz que se ajuste a tu reflejo salvaje, vení, vení, hacéme gritar lo que Baudelaire formuló como nadie <> cuando la vida invade, la plenitud del acto que sublima, que rompe los cordones que nos atan, que bebe del veneno del engaño. Vení no me dejes hecha jirones, hilvanáme con la saliva de tu gozo en el rincón más secreto del cuerpo, coséme despacio muy despacio con tu bendita presencia, zurcíme los senos a tus latidos, remendáme con descaro tus inclinaciones, hacéme el tapiz de tus sueños para exhibirme airoso en el lugar más importante de la sala, frente a tus amigos para que sientan la envidia de tenerme, aquellos fantasmas de este amor secreto que no te da descanso, del amor que te llena, que te invade, que te sube despacio, que te inunda y febril te rodea y te posee hasta que caes rendido pidiendo a gritos abrigarte con la misma muerte, tantas veces por nosotros ensayada en el orgasmo donde a tajo desgarramos el vientre de la noche para llovernos y parirnos eternidades.

Fanny G Jaretón

3 comentarios:

Hijos de Satanás dijo...

redondo & magnífico: guay por Fanny.v.

Consuelo dijo...

Dios creó al hombre y dijo: "NO ES BUENO QUE FANNY ESTE SOLA" , y entonces, creó a la mujer.
Esplendida Fanny ¡
Consuelo G del Cid Guerra

pablo g bao dijo...

..un tornado tiene menos peligro...