sábado, 31 de mayo de 2008

LA MATANZA DE TEXAS



Sábado lluvioso en la Tierra, queridos drugos, y otra recomendación cinéfila indispensable para todos los hijos de Satanás: La matanza de Texas, de Tobe Hooper. Pocos serán a estas alturas los que no la hayan videado ya, incluso en más de una ocasión, pero no puedo resistirme a incluirla en la lista de nuestras cult movies favoritas para llevarse al infierno... Despiadada, legendaria y salvaje, necrófila y obsesiva, hipnótica y verdaderamente espeluznante, este clásico absoluto e imprescindible de Tobe Hooper, rodado con un presupuesto ínfimo en 1974, conserva aún toda su malsana y demente atmósfera de pesadilla y deja a la altura del betún a todas sus secuelas posteriores y a la mayor parte de las películas del género que, con medios millonarios, se han ido cansina y repetitivamente sucediendo después. Sierras mecánicas de banda sonora, contundentes mazas de matarife, abuelos momificados galvanizados con sangre, hippies retorciéndose en ganchos de matadero, lámparas y caretas de piel humana, muebles de huesos... Inspirada en la figura de Ed Gein, La matanza de Texas es un descenso estremecedor y delirante al infierno de la mente humana, y una de las películas de terror más turbadoras, enloquecidas y sanguinarias de la historia del cine... No apta, aún hoy, para todos los públicos, desde luego, pero inolvidable ( ya te digo ) y sobrecogedora. Felices pesadillas, hermanitos: up !!! v.

1 comentario:

Lucas elkoalapuesto dijo...

JAJA yo tengo un poema del nuevo poemario que saldrá en eclipsados que va que ni pintado...

THE TEXAS CHAINSAW MASSACRE

Te destrozará el corazón.

Hurgará la carne que forra tu pecho
atravesando ruidosamente tu armadura
te recortará el corazón
por la línea de puntos,
pequeño y feliz
todavía brillando en su empaque plástico.

Lucirá hermoso entre los otros
hasta que al cabo de un par de vidas,
ya no sirva,
después de un par de cientos de miles
de botellas en descenso involuntario
se haya inflado en demasía.

Tras uno de esos pares de sueños
casi reales, de sorpresa
habiendo vivido por ti
otra existencia alternativa
y feliz.

Hasta que después de todo eso
tu corazoncito exclusivo
de coleccionista
se marchite, se convierta en foto
en blanco y negro
y se vea fuera del álbum
luciendo bajo la oscuridad de un cajón
o sobre escombrera de poemas
y cuadros y recortes
de revistas.

Oh!

Te destrozará el corazón
ruidosa y cruel
no sabe hacer otra cosa
mi máquina de querer

mi motosierra.