Hank está en la cama
un gato lame restos de vino sobre el suelo
y yo me inclino sobre las hojas
que ha escupido su Underwood
hay más luz en esas líneas
que en todos los alumbramientos
y el cinturón de Orión
se desploma sobre mí
no lo intentes
Hank besa en la boca a la noche
mientras vende vales de hotel
por cuatro tragos antes de buscar
un banco poco iluminado
o cartones secos
hoy tiene una habitación
y una papelera
y se permite despreciar
aquello con lo que sueño
hasta que un astuto lobo
considere llegado el momento
mientras él ilumina el camposanto
con sus fuegos fatuos
para entonces tal vez
hayamos aprendido la alquimia del mercado
y otro lobo nos permita
bajo cubiertas de vistoso colores
repetir una y otra vez la fórmula
ese nuevo canon
y sudor frío y temblores
me precipitan por la ventana
para abrir los ojos a oscuras
buscar el interruptor y encender
un cigarrillo
Hank no está, tampoco el gato
Orión sigue en su sitio
y la Underwood Standard
es ahora un Pentium-IV
y de nada sirve el silencio
cuando la voz sale de dentro
no lo intentes
Luis Sánchez Martín
http://sinanestesia-sanchez.blogspot.com.es/
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