martes, 23 de enero de 2018

CONTRACORRIENTE por MARCOS MATACANA MARTÍN



"Las personas que quieren seguir reglas me divierten,
puesto que en la vida únicamente existe la excepción."
Jules Renard

A Ballerina Vargas Tinajero


no hay tregua en la memoria pero yo
me he vaciado de palabras
para olvidar los nombres y ahuyentar el desencanto
pero nada me consuela
y si la vida son los ríos y tal y tal
el dolor es la corriente violenta
que nos arrastra al mar

perder o despojarse
para alcanzar la nada
no ligero de equipaje no
sino bártulo que nadie reclama
en la terminal del aeropuerto
la eternidad de la muerte
como Vázquez Montalbán
pero a lo bestia
porque pasa

pasa la juventud ruidosa
como motor de Harley
con sus destellos cromados
pasa el amor y todo lo arrasa
qué duda cabe
que dura cabe
y deja solo el sexo de regusto amargo
con su circo de acrobacias una tabla
de gimnasia en un programa de Eva Nasarre
en camas extrañas de sábanas manchadas
o un sarpullido que te ataca en cualquier parte

y a ratos quiero engañarme y pensar
que esto cambiará algún día
pero ya me he atado la piedra
para tirarme al Leteo
o dejarme caer
y qué pereza
nadar contracorriente para intentar salvarse
y no puedo seguir bebiendo más
hoy que ha muerto Panero
para siempre
y la noche se alarga como una verga

y desde sus rectos
púlpitos cebados sacerdotes
de la poesía verdadera
arrepentíos y creednos
levantan la custodia áurea de sus versos
y entre nubes de incienso velan
con los ojos de sus culos blanqueados
aplastados en las cátedras de cartón piedra
de las fallas que terminarán ardiendo

intentan acallar el falso llanto
un gemir de plañideras como ellos
con bolas taponando bocas
de lombrices vivas y encauzar
el sentimiento siempre los lamentos
pontificando oh vanidad juzgando
para seguir triscando y no son más
que truños que se lleva la corriente
y allegados son iguales

ay si García Lorca no hubiera
y tuercen sus boquinos con mohín olímpico
y a buen entendedor y solo escuchan
suspirillos de Heine en Bécquer pero son
incapaces de oler los pedos con que insuflan
sus poemas del hedor de lo correcto
la impostura
y nadie puede soportar sus versos
vacuos y medidos con el pie
de rey de lo correcto
la retórica hueca y rutinaria
del compromiso fingido
me la pela
la aséptica pureza
de sus letras de violeta
el minimalismo previsible y todo era
burla y mentira
pero hacen caso de la madre
de Lázaro y se arriman a los buenos

leed un poco más y escribid menos
y dejad que rebuznemos dando coces
contra el aguijón que inocula el veneno
dejad que nos postremos a adorar
al becerro ya caído o ángel de oro
antes de que el sueño consuma
el fanal que habíamos encendido
y las puertas se nos cierren en los morros

dejad que nos pudramos
incautos en las charcas y cautivos
inyectados de una renovada ignorancia

dejadnos disfrutar como cochinos
chapotear de mierda en nuestros charcos
antes de ser sacrificados
en la trituradora de carne que os prepara
el foie de las fiestuquis
en la incineradora
antes de que el huracán avente las cenizas
antes de que nuestros polvos se os metan en los ojos
y os jodan la comida de diseño
y enloden vuestras ingles depiladas
vuestras pollas perfumadas de princesa
qué tendrá la princesa
en su boca de fresa

llegada es ya la hora de que cague el mirlo
ponedle un enema
de que mienta la alondra atolondrada
de que el cuervo nevermore arranque
su ración de ojos y le parta
un ala al ruiseñor
qué cabronazo
sea de Teócrito o de Ovidio
de Keats o Borges al cantarlo
de que el pelícano se abra el pecho con el pico
para saciar de sangre a sus polluelos
y que salpique

ha llegado el día en que el petirrojo
le joda el nido al cardenal
de hacer del jilguero confitura ahora
de darle al gorrión de Catulo
por donde rima con Lesbia
es el momento la parusía
de ponerle GPS a la paloma equivocada
de rellenar almohadas con plumón de cisne
de sajar al búho los ojos o freír
a la lechuza en el aceite de la lámpara votiva
vomitiva

es la ocasión que estabais esperando
de que el Fénix ya trocado en Caponata
ponga su huevo huero en el nido del cuco

que alguien queme a la hipsipila en su crisálida
con un mechero bic de propaganda
de un puticlub y después
después más dolor
a manos llenas

el dolor sincero de estar solo
y descubrir al monstruo y dedicarle
una estúpida sonrisa en el espejo
y peinar al vampiro con gomina
y lubricarse el pene tiernamente
para seguir dando por culo otro ratito

la tristeza no requiere adjetivos
solo el miedo los soporta a veces
con su maraña de alambres y legañas
cuando sueña la esperanza
espejeante de la ausencia

es la hora de arrancarnos
los dientes con tenazas
la piel enrojecida por el roce en el frufrú del goce
consumidos de gemidos aliviados
deglutidas alimañas en las babas
desangradas de la orquídea
que esconde bajo el brillo y excretada
de sus pétalos la fetidez

de ahogarse es el momento en el sudor
de un vaso aguado de whisky
o en el semen que perla los pezones de una puta
que sueña con ser Cenicienta
Julia Roberts Pretty Woman
walkin’ down mientras la mama
en la penumbra rosada de un club

solo queda a estas alturas de película
aguijonear la dicha de recuerdos inventados
por maquillar la cicatriz
púrpura que supura
vergüenza y asco
con serpientes oxidadas
con jazmines de ignominia
de tesoros falsos en arcón de plomo
pez y espinas
en las noches congeladas de febrero
en los coches empañados por la fiebre de la urgencia
o ablandar los huesos con vapores de amoniaco
para nadie
escamas de sosa cáustica como una nevada
sobre la esperanza del reencuentro
o echar un polvo en un sofá cama
rodeado de latas vacías de cerveza
justo antes de vomitar por la resaca
en la antesala del Infierno

demoniaco es el candor de la camelia
qué hija es de la gran puta
que clava sus gusanos en la tierra
con la hipocresía raquídea de un perfume que empalaga
el tórrido perfume de la pérdida

desnudo soy un chimpancé
de labios lacios y huevos colgones
hay días en que me siento inútil
como el timbre del teléfono que martillea la nada
en una casa vacía
ridículo como ir con chaqué
a una barbacoa de panceta y chándal

solo hay mierda
resumiendo
y tú lo sabes
como yo no disimules ni te rasgues
las vestiduras
que ya te las arranco yo
sin resistencia déjate
ganar por la muerte y olvidarlo todo

yo sé quién soy y reconozco
a los perros como yo
cuando les huelo el culo

y no
del sufrimiento no surge la esperanza
ni del placer
ni del dolor

vamos a invocar la muerte amor
abre las piernas
y no hagas ruido
porque los niños duermen


Marcos Matacana Martín, de Polvo en el aire (Palimpsesto Editorial, 2017)

http://palimpsesto2punto0.com/…/polvo-en-el-aire-de-marcos…/


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