
Estoy hasta los huevos de ver, escuchar y leer a gente que no tiene nada que decir y se limita a divagar sobre aquello que no tuvo arrestos para hacer en la comodidad de una vida sin preocupaciones... hoy todo se hace en los invernaderos e internet puede que sea un invernadero donde crecen rosas sin espinas de semilla transgénica que no saben nada del estiércol...Pero la vida tiene espinas que taladran las venas las almas... la vida está entre la mierda en las calles donde todos los días se negocia con la muerte...De los invernaderos surgen clones sin esencia que sólo son estética sin fondo, sin contenido...Y gente como Gabi, quizá no tengan esa estética socialmente aceptada ni la busque jamás... Él no esconde su sonrisa demacrada por la droga que no apagó el brillo en los ojos de un superviviente pese a todos, pese a él mismo... él tiene ilusión, muchas cosas que contar y lo hace y no veas cómo lo hace, tú... al mejor estilo celiniano...
Hablaremos y mucho de su libro publicado por Eclipsados: La carretera muerta...
Hoy sólo quiero decir que las verdades tardan mucho tiempo en gestarse, mucho más de todo ese tiempo ficticio en el que vivimos donde todo se quiere ya, hasta la palabra...
En este mundo que crece en las réplicas de laboratorio, de invernadero, de criaderos asépticos donde nada recuerda, sólo el nombre, a lo que en esencia fue lo original... todavía queda gente que tiene la palabra en las venas y sabe que la palabra se forja a veces a través de muchos años porque en su palabra está inscrita una época que él apuró hasta sus últimas consecuencias...
la vida tiene muchas espinas, niñato de laboratorio... y para contarlas te las tienes que comer todas... una a una...
y sobrevivir para ello... para contarlo...
no sé, decía, si hago bien en animar a Gabriel Oca Fidalgo a adentrarse en estos mundos de disfraces donde todo bulle y nada eclosiona... no lo sé... acaba quemando...
lo único que sé es que no se puede privar a nadie de la oportunidad de poder beber de las fuentes originales... las que en su análisis o disección empírica o de laboratorio demuestran que llevan en su alma todos los componentes perniciosos que esta sociedad intenta maquillar...
y Gabi lleva en sus venas, y lo saca en sus palabras, la puta verdad de una época en la que todo el mundo miró hacia otro lado... aun en los entierros de sus hijos...
Alfonso Xen Rabanal, de Crónicas para decorar un vacío.
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