Amigo,
no es tan difícil sobornarme.
Apenas hace falta cierto ingenio,
la constancia precisa,
el interés necesario,
y sacarás de mí la vida que no tengo,
las ventajas inciertas que nunca creíste lograr.
Tan solo es necesario un algo a cambio,
como en el amor, la política o la vida.
Asumo tan inconstante y frágil,
tan carente de fuerza,
tan sin sentido
mi percepción material de este mundo,
que sólo con que sueñes merecerlo
y no impida tu moral romper las reglas
acepto tu soborno.
Jorge Barco, de Vivimos encerrados en burbujas transparentes (Origami, 2011).
No hay comentarios:
Publicar un comentario