Escribir un libro, Patxi. No tiene solución, Patxi, Irurzun, no la tiene, es como Rulfo pero al revés. El último se llama ‘Dios nunca reza’ y lo ha presentado hoy. He ido porque no tenía otra cosa que hacer, más importante. Bueno, aunque la hubiese tenido, hubiera ido. Es la primera presentación a la que voy en mi vida y espero que sea la última, aunque Patxi, como era de esperar, ha estado esplendido, porque pide perdón mientras habla, aunque no lo pida con la boca. Estuve en otra esta primavera pasada pero en aquella yo era el muerto en el entierro, así que aquella no cuenta. Esta vez lloraba por el finado –debería dejar de leer a ciertos columnistas- y el finado ha hablado muy bien, casi tan bien como escribe, que es muy aproximado a lo que siente. Patxi Irurzun no es mi amigo, pero no me importaría que lo fuera. Pero no tiene tiempo. Tiene que escribir. Y eso es genial. Le he preguntado -porque estábamos pocos y los silencios se expanden- a ver cuándo deja de escribir libros para escribir un libro y se ha reído y el editor, que también ha estado muy bien, me ha mirado con cara de ‘¿quién es ese payaso?’ pero en realidad lo preguntaba para que lo apuntara el único periodista que estaba en al acto. Porque la verdad es que no sé si debe dejar de escribir libros para escribir un libro y quizá sea al revés, que cuanto más escribe escribe mejor, pero yo se lo pregunto, que para eso soy periodista aunque solo sea de este blog. He ido a Auzolan y no había media alma, aunque al entrar Patxi ya ha cubierto el cupo necesario de almas. Hay alma en Auzolan hasta 2023, fácil.
Patxi –lo he 'sufrido' como compañero de trabajo- tiene el corazón de un ángel, la timidez de un niño y los dedos de un diablo. Te puede destrozar en una línea, pero no lo hace. Hacía folletos para hipotecas en una empresa-zoológico en la que coincidimos poco tiempo para la parte de la convivencia y demasiado para la parte de la arrogancia. Nos reíamos tanto como alucinábamos. No voy a recordar aquel año porque no me creería nadie y además no merece la pena, todos somos hijos de alguien y algunos incluso hasta padres, lo que no deja de ser asombroso. Llegamos a pensar Patxi y yo y otros compañeros que estaban grabando sin nuestro permiso algún documental para National Geographic pero sin cebras. Siempre tendremos la duda. Patxi ha escrito de eso –por dignidad- y también de sus dos hijos, de una mudanza, de esta Pamplona en la que te pueden dar por saco los habituales pero también y más los autocalificados como progres –aquel jefe nos sacó unas pastas el día que murió Pinochet, en fin- y de todas las cosas que le convierten en mi a escaso juicio en un escritor de primer orden con muchas cosas que decir y que decir bien. Patxi no es de esos escritores de los que puedes decir ‘no ha dicho nada pero qué bien lo ha dicho’. Podría serlo, claro, con la Blakandeker, pero pasa. Él dice cosas porque ha venido aquí a compartir lo que le pasa por la cabeza y ve y a que lo leamos y aprendamos y él de nosotros cuando le leemos. Por eso me jode que se le lea poco y por eso le pregunto que cuando va a escribir un libro y no tantos libros fantásticos, aunque me mire un simpático señor con bigote con cara de justificado espanto. Enhorabuena, señor tímido, cuando me lea su libro, le diré, pero no tengo duda ninguna de que me va a encantar. Joder, me gustaban hasta los textos para hipotecas que hacías en aquel puto frenopático, como para no gustarme esto.
Pd: el libro cuesta 17 euros, se llama ‘Dios nunca reza’. Un señor que pasaba por allá le ha preguntado que a qué Dios se refería y Patxi, pidiendo perdón por hablar, le ha contestado con su legendaria y la infinita educación del que ha sido barrendero –barrendero de verdad, de la mierda que dejamos los demás- que ‘no es un Dios concreto, de ninguna religión, podría ser el capitalismo, o el consumismo o el ecologismo o algo. Se refiere a que solo nos tenemos los unos a los otros para ayudarnos’. Patxi es un genio. Yo lo he visto. Lo ha vuelto a hacer.
Lean también ‘Janis, mi dulce y sucia Janis’ y ‘Atrapados en el paraíso’ y ‘Cuentos sanfermineros’ y ‘La polla más grande del mundo’ –Patxi escribe unos textos preciosos para niños en una web- y ‘Ciudad Retrete’ y unos cuantos más. Lean lo que les dé la gana, hombre, pero luego no digan que no se les avisó, jeje. A mi esta publicidad me da vergüenza y es la última vez que la hago, pero la hago porque es mi obligación como lector, no porque me lo haya pedido él. Patxi no haría eso en la vida, por eso lo hago yo.
Más reseñas de DIOS NUNCA REZA
http://noticiasdenavarra.com/2011/09/30/ocio-y-cultura/cultura/39dios-nunca-reza39-la-dura-timidez-de-patxi-irurzun-en-un-diario-a-pecho-descubierto
http://www.gara.net/paperezkoa/20110930/294023/es/Patxi-Irurzun-escapa-ficcion-publicar-su-diario-que-lleva-titulo-Dios-nunca-reza
1 comentario:
Conservar en lugar limpio, fresco y seco.
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