miércoles, 26 de noviembre de 2025

A MI PADRE por RAMÓN GUERRERO



En esta casa vivimos dos locos:
uno, en el tiempo que quedó atrás
otro, en el tiempo que ha de llegar.
Como la pólvora que se muerde la cola
jornada tras jornada
en el naufragio que es la vida,
nadamos en un amor invisible que compartimos
y que nos quema hasta el fondo,
nos pilla siempre
construyendo puentes entre dos mundos
solitarios y agotados,
dos mundos disfrazados
sin marcha atrás
que van,
como si de una adicción se tratara.

Recuerdo muy bien
cuando yo me alimentaba de él,
cuando tenia frío o calor
y me regaló dos abrigos
uno de hielo, otro de fuego
que quedaron dentro de mí,
ardiendo,
para siempre.

Ramón Guerrero


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