Bienaventurados los cobardes, porque ellos conocerán otro día
Bienaventurados los estúpidos, porque ellos serán felices
Bienaventurados los triunfadores, porque ellos follarán
Bienaventurados los hijos de perra,
porque ellos dominarán a sus hermanos
Bienaventurados los tiranos,
porque de ellos es la tierra y todos sus codiciados frutos
Bienaventurados los artistas, porque ellos podrán vender su alma
y alguien acabará comprándosela
Bienaventurados los ricos, y los hijos de los ricos,
porque ellos serán consolados
Bienaventurados los lobos, porque ellos conocerán la libertad
Bienaventurados las hienas, los buitres, los chacales
Porque ellos heredaran la tierra
Bienaventurados los que se arrastran, los gusanos,
los que ponen el culo, los que colocan crucifijos y follan niños
Los que saben agacharse y arrodillarse
porque ellos medrarán
Bienaventurados los que matan, porque ellos no morirán
Bienaventurados los gilipollas,
porque ellos no se conocerán a sí mismos
Bienaventurados los que suben, los que prosperan,
los que tienen calefacción y agua caliente
Bienaventurados los que tienen dinero,
los que pueden comprar y compran, los que tienen algo que vender y venden
Bienaventurados todos los hijos de puta de este mundo
porque yo soy uno de ellos
Ricardo Moreno Mira, de Jesucristo está a las puertas y cabalga un caballo eléctrico (Lupercalia, 2015).
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