Hay palabras que cuesta decir.
Palabras simples en superficie,
crueles entre los labios.
crueles entre los labios.
Por eso una intenta evitar las letras que las nombran,
como si de esa manera el golpe fuera menos seco.
como si de esa manera el golpe fuera menos seco.
Da igual dónde tengas que decir,
a qué ojos
has de mirar,
qué manos
vas a tener que tomar,
para articular el miedo.
a qué ojos
has de mirar,
qué manos
vas a tener que tomar,
para articular el miedo.
Confías,
sabes que detrás del hallazgo,
continuará el tiempo incierto,
la angustia,
el insoportable dolor tantas veces,
y tantas veces rendirse por segundos,
y ponerse nuevamente en pie.
sabes que detrás del hallazgo,
continuará el tiempo incierto,
la angustia,
el insoportable dolor tantas veces,
y tantas veces rendirse por segundos,
y ponerse nuevamente en pie.
Cambiar las miradas.
Volverse de cerca,
del día siguiente,
del corto plazo.
del día siguiente,
del corto plazo.
Del abrázame siempre,
que siempre es corto
como una soga al cuello.
que siempre es corto
como una soga al cuello.
Contemplarse, y no reconocer más que una parte de ti.
Porque te faltan pedazos,
raíces,
balas.
raíces,
balas.
Porque el monstruo se hace grande en las noches.
Porque no me queda nada por recordar.
Porque el resto sigue
buscando una luz.
buscando una luz.
Beatriz Bernabé
1 comentario:
Gracias por abrir la puerta...
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