martes, 19 de julio de 2022

28.48 MINUTOS DE LECTURA por ENRIQUE CABEZÓN



Tú no eres el poeta y un olivo no es más que un humilde
árbol
que se retuerce hacia el cielo 
en huida siempre de la tierra 
donde los hombres con certidumbre y sudor lo sembraron. 
O quizá es más que eso 
y sus frutos son una epístola 
en forma de cosecha a los hijos
 —de los hijos de los hijos— 
que huyen del limo. 
Un olivo
en su apagada presencia de plata 
es apenas certeza frente al mañana. 
Por eso los arranca quien nos conquista, 
en represalia y mensaje al futuro, 
dicen: no tendréis derecho a su fruto, 
del oro de su jugo no gozaréis. 

Como les hacen a ellos, 
de raíz, 
nos arrancarán las palabras.

Tú no eres el poeta y la gota se desliza lenta en la mejilla, 
 así lo extraen, 
ejerciendo simple presión. 
Es mucho el aceite del corazón de la aceituna,
como muchas lágrimas contiene este cuerpo
         nuestro. 
Es triste esta percepción 
de que hay quien disfruta 
buscando la primera sangre. 

Zumo cruel 
que no nutre cuerpo 
alguno.


Enrique Cabezón, de 28.48 minutos de lectura (Eolas Ediciones, 2022).


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