Textos directos, emotivos, rugosos, extremos, influidos tanto por Bukowski como por los Ramones, Céline, John Huston, Baudelaire o Parálisis Permanente. Construyendo con todo eso la versión castiza del On the Road de Kerouac. Trabajando desde la humildad en pos de una literatura de calidad en un país abocado a que los libros más vendidos sean los firmados por estrellas mediáticas de la televisión o del deporte, Muñoz es un oasis, un brote verde que asoma en el desierto y que puede suponer la salvación del peregrino en forma de una gotas de agua. Gotas que quizás encontremos en el arcén de alguna carretera secundaria.
Eduardo Izquierdo
A lomos de la carretera, con el ruido de fondo de los neumáticos sobre la vida y con la sensación de vacío insoportable que supone el existir en otra vida que no es la tuya; una vida en la que los zapatos tan solo simbolizan los pasos que quedan por dar, Vicente nos transportará por un itinerario colmado, a partes iguales, de belleza y de crueldad; un mundo íntimo y personal estructurado en estaciones (otoño, invierno, primavera y verano) donde devoción y obligación, supervivencia y poesía devienen seguidos de cerca por la omnipresente y poderosa palabra “crisis”
Ángel González González
No son únicamente los músicos quienes viven la carretera, hay muchos más que comen el mismo asfalto a diario, pero con distinto regusto. Días de ruta reflexiona, alternando pequeños relatos con poemas, sobre los extraños que nos habitan.
David Vázquez
Hacía ya bastante tiempo que tenía ganas de leer "Días de ruta", de Vicente Muñoz Álvarez y que cuenta con el prólogo de un buen amigo, Gsús Bonilla. Un diario, un saco de boxeo, un poema que muestra transparente los miedos, un relato que discurre al ritmo frenético de los pensamientos, un sube y baja, una carretera vacía, una ciudad atestada de gente, un huerto con toda su paz. Un libro, una vida.
Abel Aparicio
Por su autenticidad, por esa sensación al leerlo de que el tiempo pasa pero no afecta en absoluto a la fuerza expresiva de uno de los iconos generacionales de la literatura underground en España.
Ignacio Escuín Borao
Vicente Muñoz Álvarez compone un abrumador y excelente diario poético en el que se desnuda como hombre y poeta contra la realidad más cruda en el marco de la brutal crisis económica actual. Un libro imprescindible y magistral, repleto de honestidad y valentía en la desnudez de un autor que pone al descubierto su alma, sus vicisitudes, sus cariños y odios, sus miedos y sueños, dándoles la forma de la más bella y pura poesía.
Javier Vayá Albert
Muñoz Álvarez, al que han vinculado desde sus inicios al grupo de poesía de la conciencia, encuentra en la palabra, la calidez restauradora de un bálsamo, la seguridad que otorga poseer un arma homicida y la esperanza que inspira conocer el subterfugio o camino que puede transitar la mente humana, bien para protegerse de un mundo hostil, o para tratar de conocerse a sí mismo.
José Antonio Olmedo López-Amor
Vicente Muñoz Álvarez realiza en Días de Ruta una aproximación al imaginario beatnik, bajo un punto de vista personal, cotidiano y menos cercano al underground que al tedioso día a día de cualquier oficinista. La fascinación por multitud de aspectos y la aventura iniciática propias de los beats, tiene en Muñoz Álvarez su reverso no tenebroso, sino rutinario. Un personaje, viajante de zapatería, que se niega a rendirse y se aferra a la poesía como elemento salvador, y sanador, que le permita seguir adelante en mitad de la más aburrida mediocridad.
Alfredo Martín Gorriz
En estas páginas está la vida leída e imaginada, el retrato de un itinerario y de una vocación condicionada por el tiempo.
Aitor Francos
Te aconsejo encarecidamente que leas el nuevo libro de Vicente Muñoz Álvarez, así como otros anteriores; con la advertencia, eso sí, de que aquí la poesía va en serio, no es una simple excusa para hacer bonitos marcapáginas; este es el territorio donde se salta sin red, se pelea sin guantes, se suda, se sangra, se tiembla con el mono, se aúlla y a veces, en los callejones oscuros, aparece algún cuerpo destripado.
Miguel Baquero
Días de ruta es para mí una confesión a la espera de que el mundo (su mundo, mi mundo) cambie, retorne a la armonía, siga el ciclo vital que soñamos y se aleje, lo máximo posible, de la existencia real.
Esteban Gutiérrez Gómez
El nuevo libro de Vicente Muñoz, Días de ruta, evoca la novela más emblemática de la generación beat, On the road, de Jack Kerouac, con quien siente empatía por seguir caminos paralelos: la vida en la carretera, si bien el poeta leonés no lo hace en aventura enloquecida, sino por ganarse la vida como representante de calzado, durmiendo en hoteles baratos y entre sábanas frías de soledad.
José Enrique Martínez
Como un proyeccionista de la vida, de la universalidad del instinto, de la raza de la palabra domada hasta hacerla más salvaje, Vicente Muñoz nos enseña la vida en este libro, a pelo, sin máscaras y sin ambages.
José G. Cordonié
La pasión de Vicente por los beat, por la generación del aullido, no puede esconderse. Ese malestar, la extrañeza ante un mundo ajeno que convirtieron en su bandera creativa la ha enarbolado Muñoz desde sus comienzos. Ahora, se quita definitivamente la máscara y se convierte en el alter ego de Keruoac apropiándose de su himno más famoso. Días de ruta, On the road. Pero no es una pose literaria, o no solo. Porque Vicente no es marketing. Vive como escribe, o al revés. Como ellos, está al margen de la mercadotecnia y se implica en vivir y en escribir, pese a todo y contra todo.
Cristina Fanjul
Un poemario atípico, que combina verso y prosa a menudo en el mismo texto y con el que, a mi modo de ver las cosas, da un paso adelante en su trayectoria tanto vital como literaria.
David González
Días de ruta, publicado por Lupercalia en 2014, se convierte en la apuesta suicida por la literatura. Vivimos sin libertad, domina la ley del más fuerte, la herencia nos determina. La solución es escribir poesía o perderse en el mundo; no existen más opciones.
Pablo Malmierca
Uno de los escritores de más talento que he leído en español, uno de los trabajadores culturales más activos y más honestos de este país. Muchos le debemos mucho, a su labor cultural y a su quehacer literario. Días de Ruta. Poesía, crónica de la soledad del viajante. Un poeta inmenso. El camino. No hace falta más.
Alex Portero
¿Un cuaderno de poemas? ¿Un diario, personal, de carretera…? ¿Un híbrido de ambos?, en cualquier caso, es un libro fuera de lo común, en el que comparte con nosotros textos muy personales. Primer volumen de la trilogía autobiográfica La llama encendida, una crónica poética de la realidad y el mundo que nos rodea, donde queda registrado el dato de lo acontecido, la perspectiva y la ilusión, pero también la ira, el desastre y la desesperanza.
Gsús Bonilla
Nueva edición revisada en LcLibros:
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