Otros enlaces a entrevistas, reseñas, etc de la novela:
martes, 28 de abril de 2015
UN POEMA DE "ESPAÑA, APARTA DE MÍ ESTE CÁDIZ", DE FRANCO DIMERDA
Z3
a pesar que tenía tres coches
se compró uno más
un biplaza descapotable
BMW deportivo modelo Z3
no era empresario
ni príncipe
ni un rico heredero
solo un joven de 20 años
en paro
vecino de un populoso barrio de Madrid
Vallecas
a quien conocí
trabajando como mozo de almacén
y que se tuvo que prestar dinero de su tía
para comprarse el Z3
antes
para llevarme a la cama a una chica
tenía que currármelo hablándoles bonito
invitándolas a comer
o sacándolas a bailar
pero
desde que tengo el Z3
todo es más rápido
porque ni bien las chicas se sientan dentro
y lo primero que hacen es bajarme la
bragueta
para tragarse mi semen
y es que aquí en España
amigo
las chicas son muy interesadas
y solo te hacen caso
cuando ven el dinero
no como en tu país
Perú
en donde seguro
las chicas son más humildes
además de bajitas
cosa que me gusta de las latinas
porque no hay nada mejor
que reventar el culo estrecho
de una mujer pequeña
después de decir esto
Mateo
ese era su nombre
se montó en su Z3
y antes de partir a toda leche
me dijo orgulloso:
si te portas bien
quizás algún día
te deje conducir mi Z3
cinco o diez minutos
por las calles de Madrid
pero aquel día nunca llegó
porque no me porté bien
chupar pollas no era lo mío
domingo, 26 de abril de 2015
REGRESIONES en FILANDÓN (Diario de León).
UNA ESPECIE DE MEMORIAS PRECOCES
Nicolás Miñambres, Diario de León, 26/04/2015.
En una especie de memorias precoces de un tiempo casi mágico se convierte Regresiones, considera Julio César Álvarez en el Prólogo. En efecto: las páginas de esta última entrega literaria esconden los recuerdos y vivencias de Vicente Muñoz Álvarez, representante de una generación de escritores cuya infancia se desarrolla entre los años finales de la Dictadura y comienzos de la Democracia. Son tiempos que condicionan la sensibilidad de esta generación, a caballo entre una sociedad tradicional y un momento de posterior ebullición cultural.
Estas vidas entre dos momentos tan distintos hallan un fiel reflejo en las páginas de Vicente Muñoz. El escritor recuerda con fervor muchos momentos de su vida, pero nunca queda esclavizado por la nostalgia ni la mitificación desmesurada. La estructura de la obra (dividida en seis partes esenciales, precedidas de un breve poema testimonial) dice mucho del espíritu que a ella subyace. La dedicatoria es el primer anticipo: a dos mujeres, denominadas Elisa, y a Veredicto Final, su banda musical de los 80. Simultánea con los recuerdos aparece su concepción de la vida, en Cosas que todavía me hacen sonreír, y del arte, especialmente de la literatura, en Underground y en Éxtasis. Entre esos variados recuerdos (que incluyen el León del momento y el paisaje de Mirantes, como símbolo de la pureza natural) tienen importancia especialísima la amistad, presente en la muestra de afecto que supone Ojo de pez, último bloque de la obra, integrado por la colaboración literaria de amigos del autor. La facilidad para universalizar recuerdos, la plástica recuperación de espacios y de publicaciones leonesas y una gran expresividad (que alcanza su cima en Días extraños) hacen de Regresiones, en su sentido positivo, una obra excelente.
Regresiones Vicente Muñoz Álvarez Lupercalia Ediciones, la Romana, 2015. 238 pp
sábado, 25 de abril de 2015
LA MORDEDURA por Miss Desastres Naturales.
algún verso eneasílabo que me tomó el pulso
alguna noche cabizbaja y somnolienta
y el despertar de las fieras
que hicieron añicos los vestidos de pánico.
Mi padre conoce los vientos y las nubes y la cara del sol
pero yo no lo vi venir, siempre de sotavento,
hasta que en mis manos tuve los pomos que arden
y abren, como cicatrices que no sanarán jamás,
barrancos por dentro.
De puertos y partidas me hablaban.
Tan descreída me revelé sumisa
en los pabellones que nos regala la métrica maldita de la desidia
como ofrenda para los angustiados
como sutura para los desamados.
Me mordieron las palabras te digo
dejando reguero encarnado en mi fondo
y la sangre trajo más sangre
y llegaron más cuerpos que decapitaron mi sencilla armonía,
con sabor a oleaje y dioses neptunos,
manchaban corazones de alabastro
y abracé sus pequeñas fortunas
y abracé sus hermosas torturas.
Radiografiaban mi esquizofrenia amorosa
y rebosaban sienes calientes,
con brutalidad se amarraban a mi garganta,
prometían significados,
dibujaban brazadas en la espesura del llanto,
se desprendía el minutero en ellos.
A veces luminosos,
a veces tenebrosos,
barata desolación la que traía mi saliva sin su voz, sin su canto.
Hice un dique en la memoria para su veneno
con mis manos, con mis besos.
Como un depósito que arde eternamente
y declama vida,
veneré la sangría de versos ajenos.
Y te confieso que me encontré siempre en sus cielos acorralados
lamí la carótida cercenada del viento
y me golpeé con la torpeza del insomne al que no le cabe ya el mundo en las manos.
Desde entonces me hallas cautiva,
decadente y ritual,
sangrando un blues por los costados,
curándome y saciándome en él,
sometida al deseo incunable.
Porque el poema es el sudor de las mujeres en la emboscada.
Porque sabes que trae su foso y su propio descalabro.
(bastan unos ojos fríos para no ver)
Miss Desastres Naturales
viernes, 24 de abril de 2015
miércoles, 22 de abril de 2015
MI MARIDO ES UN MUEBLE: Esteban Gutiérrez Gómez.
"Mi marido es un mueble",
un libro de relatos sobre el mundo subterráneo de la pareja
Es un placer anunciaros que ya está disponible en venta on-line en la web de Lupercalia Mi marido es un mueble, el primero de los libros de relatos que publico. Además, como oferta de pre-venta, por la compra de un ejemplar Lupercalia regala otro ejemplar de Esquinas, el maravilloso libro de relatos de mi amigo y cómplice, Pepe Pereza.
Podéis conseguir el libro aquí. No hay gastos de envío y es una oportunidad única de llevarte dos libros que, creo, merecen la pena.
Después de quince años dándole al cuento, como profesor en talleres de creación literaria y como escritor compulsivo de relatos a la búsqueda de la conmoción en el lector, y después de declararme cuentista y, por tanto, fracasado en el éxito literario, llega este libro que sin duda muestra la literatura que me habita. Soy un defensor del cuento como arte narrativo mayor, el cuento como hermano de la novela, no como primo lejano. El cuento como comida principal del menú, no como un simple aperitivo. El cuento como un lugar en el que vivir, no una estación de paso camino de la narrativa extensa.
Espero que disfrutéis de estas diecisiete historias que giran en torno al mundo de la pareja o, mejor dicho, al submundo apenas perceptible que la rodea y que solemos llamar genéricamente (para evitarnos pensar de qué se trata en realidad) como "relaciones de convivencia".
La portada del libro es del fotógrafo Javier Jimeno Maté (Diablo.es). Gracias amigo.
*
La sospecha de una infidelidad, un necesario régimen de adelgazamiento, la misteriosa desaparición en un espectáculo de magia, la terrible sensación de sentir el menosprecio de los demás, una mutación inexplicable en el comportamiento de la pareja, la necesidad de momentos de soledad, una reunión de trabajo agotadora, la más intensa ola de calor, un atentado terrorista... Cualquiera de estos elementos puede provocar un cambio sustancial en una relación de pareja. Quizá por sí solos no serían decisivos, pero sumados a factores cotidianos de convivencia, producirán efectos impensados.
Cada elemento relacionado se corresponde con una historia que podrán leer en este libro. Esteban Gutiérrez Gómez muestra aspectos muy íntimos, ubicados cerca del alma, en el mundo de la pareja. Aspectos conocidos pero totalmente inexplorados.
Parejas que subsisten a pesar de que nunca ha existido un vínculo sustancial entre las personas que forman la unión o, como contrapunto, parejas que defienden su relación a pesar de todos los males que les rodean. Todo tipo de relaciones tienen cabida en el libro.
Y es que el mundo de la pareja es único, excepcional en cada caso.
Mi marido es un mueble es el primer libro de cuentos publicado de la trilogía Asuntos domésticos, en la que Esteban Gutiérrez Gómez aborda las relaciones de pareja desde perspectivas tan cotidianas como inusuales.
domingo, 19 de abril de 2015
sábado, 18 de abril de 2015
miércoles, 15 de abril de 2015
Presentación de PAN DURO (Patxi Irurzun)
Jueves 16 de abril, 11:00H
ELKAR COMEDIAS PAMPLONA
ELKAR COMEDIAS PAMPLONA
Es solo una de las surrealistas situaciones que acontecen en este fantasmal pueblo de montaña con faro y equipo de remeros. Un pueblo en el que la vida y la subsistencia dependen por completo de la relación amorosa entre la profesora y el panadero, pareja en plena crisis sentimental. Puravida y su padre intentarán mediar entre ellos con la ayuda de Oihan, uno de los habitantes —con sus 113 añitos— más jóvenes de Zarraluki.
Patxi Irurzun nos sorprende esta vez con una divertida y poética novela para jóvenes de todas las edades, en la que sobre reminiscencias del realismo mágico y de películas como "Amanece que no es poco" o "Bitelchús", se eleva la voz siempre tan mordaz como tierna del autor navarro.
lunes, 13 de abril de 2015
MARGINALES & EMARGINATI: Edición impresa.
Marginales y Emarginati de Vicente Muñoz Álvarez e ilustrado por Mik Baro y traducido al italiano por mi querido Guido Micheli, son la muestra tangible de que querer es poder, y de que el querer viene a ser el querer sentirlo y el poder el poder sentirlo ¿que de qué os estoy hablando...? Abrir por cualquier página y comprobarlo, Vicente nos abre su pecho y a la vez el nuestro, el más oscuro, pero que en realidad viene a ser el más claro, pues es el que guía nuestros pasos, lo callado que nos guía... obra de culto para todos los públicos... necesaria para todos los públicos...
¡Ya disponibles en papel!!
*
Marginales es el libro inacabado de Vicente Muñoz Álvarez. Es el libro inacabado y su apuesta más personal por la literatura. Marginales es, contrariamente a lo que se dice de él, el libro en el que el autor leonés se muestra más desnudo, porque a través de los personajes de cada uno de los 50 relatos de este bestiario, he podido ver su alma. Porque el alma nace vacía y se colma con los años, con las experiencias vividas y con la imaginadas una vez nos posee la ficción, cuando nos forjamos como personas. En Marginales podemos conocer el alimento intelectual de Vicente Muñoz Álvarez en la juventud: las películas y series de televisión de su vida, sus lecturas preferidas, la música con la que dejó que el ritmo le dominase; el alimento intelectual que, en suma, ha ido fraguando su aliento y su forma de entender el mundo. Sus pensamientos recurrentes, sus fobias, las bestias que pueblan sus noches. Por eso es el libro más personal, el más literario y, a la vez, el que nos ofrece su rostro verdadero. El lector podrá conocer entre líneas los demonios que atormentan al autor leonés y reconociéndolos, como Francis Bacon reconocía al animal que habita en el hombre de sus retratos, podrá entender su literatura. Pero no olviden, queridos lectores, que Marginales es un libro inacabado, que serán ustedes quienes reescriban en su cabeza cada uno de los relatos y que, quizá, encuentren el espíritu inquieto del autor allí o, quizá, sea su propia ferocidad la que se muestre. Al fin y al cabo, amigos lectores, en esta vida todos compartimos las mismas pesadillas.
Por si fuera poco, el libro cuenta con el valor añadido de las ilustraciones de Mik Baro que acompañan los textos. Geniales en su fiereza.
Esteban Gutiérrez Gómez
Emarginati è il libro incocluso di Vicente Muñoz Álvarez. È il libro inconcluso e la sua più intima scommessa per la letteratura. Emarginati è, contrariamente a quel che si dice, il libro in cui l’autore leonense si mette più a nudo, perché tramite i personaggi di ognuno dei 50 racconti di questo bestiario ho potuto vedere la sua anima. Perché l’anima nasce vuota e si riempie con gli anni, con le esperienze vissute e con quelle immaginate una volta che ci possiede la fantasia, quando ci plasmiamo come persone. Con Emarginati possiamo conoscere l’alimento intellettuale della gioventù di Vicente Muñoz Álvarez: i film e le serie televisive della sua vita, le sue letture preferite, la musica con la quale si lasciò trasportare, l’alimento intellettuale che, in definitiva, ha forgiato il suo respiro e il suo modo di vedere il mondo. I suoi pensieri ricorrenti, le sue fobie, gli animali che popolano le sue notti. Per questo è il libro più personale, il più letterario e allo stesso tempo quello che ci offre il suo vero volto. Il lettore potrà riconoscere, tra le righe, i demoni che tormentano l’autore leonense e riconoscendoli, come Francis Bacon riconosceva l’animale che abitava nell’uomo dei suoi ritratti, potrà capire la sua letteratura. Ma non dimentichino, cari lettori, che Emarginati è un libro inconcluso, che dovrete essere voi a riscrivere mentalmente ogni racconto e che, forse, incontrerete lì lo spirito inquieto dell’autore o forse verrà a galla la vostra stessa ferocia. Alla fin fine, amici lettori, in questa vita tutti condividiamo gli stessi incubi.
E se ciò non bastasse il libro conta col valore aggiunto delle illustrazioni di Mik Baro che accompagnano i testi. Geniali nalla loro fierezza. Ed ora, la traduzione dello scrittore ed editore italiano Guido Micheli.
Esteban Gutiérrez Gómez, traducción por Guido Micheli.
domingo, 12 de abril de 2015
sábado, 4 de abril de 2015
viernes, 3 de abril de 2015
DRÍADE HERIDA por Javier Vayá Albert.
de los juegos y cuentos de hadas
para dejarte aquí
náufraga en mitad del océano
de esta cama demasiado inmensa
demasiado blanca
de este pasillo al infierno adulto.
Quién ordenó talar tu bosque
eligió el sonido del árbol desplomándose
para que robaras una porción
de dolor a todo el que pasa por tu lado
a nosotros que solo nos preocupábamos
del propio y privado.
Quién extrajo las fuerzas a tu madre
para que no pudiera sostenerse
te concedió el milagro de las lágrimas
en los rostros de las enfermeras.
Qué coartada esgrimirán mañana
los telepredicadores cotidianos
los extorsionadores de fe ambulantes
los charlatanes de feria del libro
los psicólogos del photocall
los que autoayudan a sus bolsillos
los que cumplen sueños a interés bajo
si jamás han visto en tus ojos diminutos
languidecer la única y posible magia.
Javier Vayá Albert, del blog Actos Invisibles.
miércoles, 1 de abril de 2015
HAY UNA MUJER EN EL PARQUE por Pepe Pereza.
Un solitario más y me voy a la cama. Claro que eso mismo dije hace una hora. En la pantalla, la baraja virtual se despliega sobre un tapete virtual. Antes de realizar ningún movimiento me enciendo un cigarro. Hay tanto humo que tendría que abrir las ventanas para que se ventile la habitación, pero la noche es fría y no quiero resfriarme. Con el ratón voy cambiando las cartas de lugar. Rojas con rojas, negras con negras. Consigo que desaparezcan varias columnas, pero en la última jugada pierdo la partida. Apago el ordenador y abro las ventanas para que se vaya la humareda. Abajo, en el parque, veo a una mujer con claros síntomas de embriaguez. Camina haciendo eses y gesticula como si estuviera hablando a un acompañante inexistente. En un momento dado tropieza y cae de bruces. Intenta levantarse, pero va tan borracha que no puede. Al final se rinde y queda tumbada en el suelo. La observo durante un par de minutos, luego voy al cuarto de baño a lavarme los dientes. Cuando termino, regreso al salón para cerrar las ventanas. Veo que la mujer continúa tirada en medio del camino. Hace demasiado frío para dormir a la intemperie. Lo correcto sería bajar y ofrecerle mi ayuda, pero eso significa complicarse la vida, que es lo menos me apetece en estos momentos. No es problema mío, me digo, que se las arregle sola.
Trato de acabar el capítulo que he empezado a leer, sin embargo no puedo quitarme de la cabeza a esa mujer. Dejo el libro encima de la mesilla, salgo de la cama, me pongo el albornoz y me calzo unas zapatillas. Me queda la esperanza de que se haya ido. Pero no, sigue ahí. Tengo que hacer algo o se va a congelar. Mi primer impulso es coger el teléfono.
- Policía municipal. Dígame.
- Hola, llamo porque hay una mujer desmayada en el parque.
- ¿Qué le pasa?
- Creo que ha bebido demasiado.
- Entiendo ¿Está usted con ella?
- No. La veo desde mi ventana. Es en el parque del Cubo, junto a la zona de los columpios.
- Tomo nota. Dígame su nombre.
- ¿El de ella?
- No, el suyo.
- No creo que esté obligado a dárselo. Mi deber como ciudadano era avisarles a ustedes, y es lo que he hecho.
- Ya, pero mi deber como funcionario es completar un informe y para ello necesito sus datos.
- El caso es que mientras usted y yo hablamos, esa pobre mujer está desatendida.
- Ya he dado aviso a un coche patrulla. No creo que tarden en llegar. En cuanto a sus datos es completamente necesario que me los facilite.
Se los doy y cuelgo.
Van pasando los minutos y el coche patrulla no llega. Calculo que la mujer lleva al raso una media hora. Me pregunto cuánto tarda un cuerpo en sufrir de hipotermia. Enciendo el ordenador. En la Wiquipedia dicen:
"La hipotermia es el problema más grave que aparece tras la exposición al frío ambiental y puede llegar a ser potencialmente mortal. Cuando la temperatura corporal desciende por debajo de los 35 °C comienzan a producirse trastornos cardiovasculares, respiratorios, del sistema nervioso central y de la coagulación: desde taquicardia, hipoventilación, temblores, confusión, bradicardia, arritmias, rigidez, acidosis respiratoria, coma y muerte por debajo de 28 °C."
Consulto otras páginas. Todas vienen a decir más o menos lo mismo. Vuelvo a la ventana ¿Dónde coño se han metido los del coche patrulla? Se supone que ya tendrían que haber llegado. Estoy tentado de bajar la persiana y pasar de todo. Aunque sé que por mucho que cierre los ojos a la realidad, la mujer seguirá estando ahí afuera. No es mi problema, me repito. No soy yo el que ha bebido de más. Entonces, por qué debo preocuparme. Me aparto y me siento en el sofá a fumarme un cigarro. Me jode cargar con una responsabilidad que no es de mi incumbencia, que me ha sido impuesta por puro azar. Si no me hubiese asomado a la ventana justo en el momento en que esa mujer pasaba por debajo, ahora estaría tranquilamente metido en la cama. Golpeo la mesa con el puño. Tengo el mal tino de darle a una esquina del cenicero. Éste sale volando y me golpea en una ceja. Junto con el dolor, siento cómo la sangre baja por el pómulo y sigue avanzando hasta empapar el cuello del albornoz.
Me inclino sobre el lavabo. Los goterones caen, sembrando de rojo el blanco de la loza. Hay algo perturbadoramente adictivo en contemplar la propia sangre. Verla extenderse, conquistando terreno con su seductora coloración. Frente al espejo examino los daños. Tengo un pequeño corte justo por debajo de la ceja del ojo derecho. Es posible que mañana amanezca con la zona del párpado hinchada y amoratada, por lo demás, nada grave. Me desinfecto la herida con agua oxigenada y la cubro con una tirita. Después de limpiar todo, regreso al dormitorio. No me acerco a la ventana, lo que hago es meterme directamente en la cama. No quiero saber si la mujer continúa tendida en el suelo, prefiero pensar que los del coche patrulla han llegado y se han hecho cargo de ella. Tengo los pies helados y, por mucho que me tapo, no consigo entrar en calor. Mientras tanto, enciendo la radio. Entre otras cosas, el locutor anuncia que en el norte las temperaturas bajarán a menos cero.
Pepe Pereza, del blog Asperezas.
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