¡Aprobado el nuevo modelo de sanidad imaginaria universal!
-Amor mio ¡Ya estás curado!
-Pero... pero y mi corazón.
-Pero... pero y mi corazón.
- Usted no tiene corazón
La sanidad imaginaria
Dominguet se acostó comiendo bollos y se levamtó gordo, muy gordo. Hasta ahí todo normal, pero los acontecimientos se precipitaron en cuanto acudió al médico.
Dominguet: ¿Es esto normal, doctor?
Médico: ¿El qué?
Dominguet: Mi sobrepeso
Médico: ¿Qué sobrepeso?
Dominguet: Mis 120 kilos
Médico: Yo no veo 120 kilos por ningún lado. Usted se encuentra perfectamente. En realidad se encuentra en el peso correcto
Dominguet: ¿Cómo?
Médico: Seré sincero, su gordura es psicológica, no existe
En ese momento Dominguet recordó los
acontecimientos ocurridos en junio de 2012, cuando un compañero de
trabajo de Dominguet todavía conservaba su brazo. A continuación
reproducimos integra la conversación que tuvo con el traumatólogo.
Compañero: ¿Es esto normal, doctor?
Traumatólogo: ¿El qué?
Compañero: Me duele el brazo. Ni siquiera puedo abrir el pomo de la puerta.
Traumatólogo: Le seré sincero. Usted se encuentra bien. Su dolor es imaginario
Todo va encajando. Los siete millones de
desempleados no existían. Era psicológico. La reducción de la esperanza
de vida, era psicológica. La enfermedad tan solo era una tara mental.
En poco tiempo descubrimos que los gordos no existían, ni los brazos
doloridos, ni los hombres y mujeres sin dientes, ni siquiera existían
los viejos. Al convertirse el desempleo en un producto imaginario pronto
desaparecieron los subsidios, y nadie informaba de los tumultos en la
calles porque en realidad habían dejado de existir. Nos encontrábamos
ante una crisis psicótica de masas y veíamos cosas que no existían. Nos
derivaban a miles hacia los centros de salud mental, pero jamás los
encontramos, habían dejado de existir.
Extraído del blog de Dominguet TERRIBLE
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