Imagino lo extraño
que debe resultar
despertar cada mañana
y sentir que la vida
no ha merecido la pena
La pesadumbre de que los días
son todos
un mismo fotograma
Levantarse para
ir a trabajar
y trabajar
para poder seguir
regresando a casa
y paladear
la soledad que te abraza
en cuanto la puerta
se cierra a tu espalda
Luego,
mientras cenas lo de siempre
y miras la TV en silencio
tienes la impresión
de que nada tiene
demasiado sentido
Estás agotado
tu barbilla descansa apuntalada por
el martillo que hastía tu pecho
en cada latido
mientras tu mirada oscila
entre el aburrimiento
y un silencio infinito
Hace años
que se ha marchitado
la sonrisa en tus labios
Eres un vagón de mercancías
que viaja solo
hacia una estación
a la que llegarás algún día
arropado por tu desidia
Para qué todo esto, sería
una buena pregunta
pero ambos
conocemos
la humillante
respuesta
Como cada noche
se hace tarde
El viaje continuará
por la mañana
y volverás a levantarte
y a arrastrar tu maleta
por ese sendero de desolación
que oxidó la flor de tu vida
Es una lástima, pero,
no has aprendido nada
Has dejado que escribiesen
tu camino, cordero
Renunciaste antes de empezar
porque eso es
lo que hacen
los cobardes
y los hombres rectos
Tal vez alguien te diga
que nunca es tarde,
pero,
ese cretino
se equivoca
o miente
De algún modo,
me recuerdas
a ese melocotón
que yace sobre la hierba
arrugado, reseco como las tablas
que esculpirán tu ataúd
algún día
Hasta hoy
nada te ha importado
demasiado
Llevas la renuncia
escrita en los ojos
Eres un hombre
como podrías ser
una piedra o un viejo
zapato que duerme
para la eternidad
en el lecho del río
Nunca has entendido
cómo funcionaba esto
Ni siquiera
te paraste a pensarlo
Alguien debía saberlo
Pero no tú
así que
preferiste que otros
se encargasen
y decidieran
cómo
cuándo
hacia dónde ir
Ahora,
la tienda de oportunidades
ha cerrado para siempre
El paraíso quebró
y ya no queda
lugar para nadie
como tú
La vida era esto, piensas
con desgana
Comer
Beber
Y sentarte a esperar
a que la película termine
Sin dolor
sin sufrimiento
sin agonía
Es posible
que alguna vez
sientas la tentación
de rebuscar en el armario,
donde guardaste
las cartas de tus amores imposibles
y los pequeños sueños
de un pasado olvidado
Esa fotografía donde sonreías
porque creías que todavía
tenías tiempo
para encontrar la felicidad
y convertirte
en aquel tipo que un día
quisiste ser
El hombre que desdibujó su reflejo
en el espejo
en cada amanecer
dejando atrás tus esperanzas
y la ilusión de tu juventud
que abandonaste
en un asiento del metro
Hoy miras a tu alrededor
y te consuelas pensando
que vivir
no era para tanto
Has fracasado
como tantos otros lo hacen
La mayoría
no son mejores que tú
Se levantan y van a currar
o se quedan en casa
sentados en su sofá
o echados en la cama
viendo la tele
leyendo una revista
o mirando a la pared
mientras la vida pasa
y pasan los días
los meses
y todo pierde su color
y tus huesos sienten
cómo la luz se apaga
poco a poco
y todo importa un poco menos
los amigos
las tardes de domingo
la tristeza
y cómo tu boca
va llenándose de polvo
y tierra
y el cielo
interpreta para ti
un silencio
indescriptiblemente
mortal
Rafael López Vilas
1 comentario:
Un texto muy profundo.
Enhorabuena.
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