martes, 29 de septiembre de 2020
VEGA: Prólogo.
viernes, 25 de septiembre de 2020
IN NOMINE PÁTER por ELÍAS GOROSTIAGA
Creo más en mí que en los gusanos,
en mi mano derecha y mi navaja.
Me muerdo los labios, la lengua,
trago la saliva para no escupir sobre tu nombre.
Miro esas piedras y esos castillos
hasta donde me llega la vista y duele mirar.
Escucho el calor en los muros de adobe,
la gata que ha parido en la leñera,
la guadaña que cuelga oxidada e inerte
pero atenta a las hierbas y a las piernas.
Nací antes que tú,
en una tierra con río y escorpiones,
con barbos, anzuelos y sedales, jabalíes, ortegas.
Me eduqué con esmero pisando hielo y barro,
fumando en las cuestas,
sin tener nada más que los bienes de mis antepasados
y un juez ahorcado en una viga,
al nacer el verano,
por deudas y honor.
Esos eran los colegios, las escuelas,
los restos humanos entre los escombros,
bajo las iglesias
y sus cementerios.
Esos eran los consejos:
no muerdas la mano que te da de comer
pero muerde, hínchate
en los banquetes de boda, en los funerales,
en las verbenas después de recoger las cerezas,
al final del verano después de cosechar el trigo, de vendimiar,
en invierno cuando entres a las castañas y cada vecino mate a su cerdo.
Que no se note tu hambre.
Y si es así yo te daré paz en la tierra, en el nombre del padre.
Lo recuerdo gravado a fuego, todo en esa tierra
era en su nombre, en el nombre del padre
del que nadie, ni siquiera las mujeres, ni los niños, ni los derrotados pueden huir.
Elías Gorostiaga, de Cuerdas de plata (Diario de Jaén, 2020).
martes, 22 de septiembre de 2020
BOSQUEJO DE UNA BIOGRAFÍA DE CUALQUIERA por PEDRO ANDREU
A los cuatro, me escapé de la guardería
para perseguir gatos abandonados en el parque.
A los diez le abrí la cabeza a mi mejor amigo
con un ladrillo: cien puntos. Y una vida extra de milagro.
A los doce nos desahuciaron del piso
y mi padre ocupó un motel abandonado a las afueras.
Nos daba de comer latas que calentaba
en un hornillo en el aparcamiento.
A los trece descubrí que la literatura
era un pájaro negro que devoraba por dentro
mis gusanos. A los quince me largué a Barcelona.
Y la guardia civil llevándome de vuelta a los seis días.
Y mi madre llorando. Y la única vez que me pegó mi padre.
Nunca me olvidaré del cinturón de cuero entre sus manos.
Hecho en España a mitad de los ochenta.
A los diecisiete conocí las drogas y el amor,
que corría sin cabeza por el patio, como el pavo
de navidad al que mi abuelo cortó el cuello
de un tajo con un hacha.
A los veinte abandoné una carrera y me largué
catorce meses a las playas de Bali a fumar marihuana
y a pensar que la vida era una carabela
portuguesa llamándome.
A los veintiséis enterramos a mi padre
debajo de una higuera.
A los treinta he vivido con la mujer más rubia
que nunca había imaginado.
A los cuarenta visito cada sábado a mi madre,
que vive en una residencia para ancianos.
Me la llevo a comer a restaurantes familiares
y dejo que me hable de la vida como si desde las afueras
todo fuera más nítido y lejano,
y a momentos parece
un perro que persigue su cola hacia el alzheimer.
A los cincuenta, el futuro me espera.
No sé si llegaré jamás a los sesenta.
Nadie quiere tener setenta y siete años,
cuando los días han de ser una escopeta
descargando cada vez más cerca de tus pies.
Mi abuela vivió ciento catorce años.
Parece que a la muerte le temblaban las manos con ella.
Y que tardó bastante en acertar su corazón de porcelana roja.
lunes, 21 de septiembre de 2020
CLAVOS EN EL ALMA por JOSÉ MANUEL VARA
viernes, 18 de septiembre de 2020
6 POEMAS de VEGA por RAMÓN GUERRERO
LOBA
Tu conquista fue conquistarme
mirarme
redescubrirme sin que te viera
como pieza original
como huella indeleble
en tu memoria
que existe como papel mojado
papel de agua y limón invisible
donde labios y voz
acunaban secretos huecos
el tintineo de las monedas
en caderas anchas
mi escudo en el que descanso
guerrero agotado
sobre el río del deseo
sin aullidos
sin manadas
solo.
MEDIDA
Qué distancia tan hermosa
puse ante ti
la de saberme fuerte yo.
TREGUA
Alégrame el corazón
contágiame enfermedades
elévame y entonces
descansemos en las montañas.
Juntos buscaremos sabiduría animal.
Más tarde bajaremos a la ciudad
donde nadie nos espera
encenderemos la luz
hasta que nos condenen
por infractores de leyes impuestas
no nos hundirán
e iluminados abriremos las alas.
Será un día de luna nueva
de piedras
de cantos rodados
guijarros que se bañarán
en la cascada de una auténtica
libertad.
VESTIGIOS
No recuerdo la infancia.
Las fotos que quedaron
no me dicen gran cosa.
El niño que fui
se esconde en otro niño
que tira de una cabra.
No hay perros
ni gatos
ni pájaros
solo un llanto escondido
un secreto que cae a la sima
temblando y con miedo.
Mi nombre ya es su nombre
y no acaba la noche profunda
más bien parece que el frío
quiere saber más de la vida
y la vida
vertiginosa
muere estampada contra el reloj.
ALU
Alas para volar
hasta lo perdido
hasta lo oculto.
Deseo
miedo de llegar
y no encontrar
memoria alguna
de lo que fue
de lo que se persigue
y aún no has contemplado.
De frente
corre hacia el acantilado
escupe
llora lo necesario
desnuda de ideas
sin misterio alguno
lanza tu cuerpo al vacío
ve hacia ya llamada
sombra ya de ti.
TENGO MI VERSIÓN DE LOS HECHOS
La muerte acierta muy pocas veces.
Los animales y sus costumbres
nos consuelan de las nuestras.
Bajo el puente de los enamorados
están enterradas las cosas que yo amo
un soldadito de plomo que no habla
las bromas que me ha ido gastando la vida
las heridas inflingidas en aserraderos nocturnos.
A la luz de la luna
a los latidos del viento
no regresaré jamás.
Aquí me quedo con los ojos cerrados
en lo alto del lenguaje.
Ramón Guerrero,
de Vega (Donbuk, 2020)
https://www.donbuk.com/producto/vega-ramon-guerrero-fisico/
jueves, 17 de septiembre de 2020
AVIARIO por GSÚS BONILLA
martes, 15 de septiembre de 2020
NO ME CULPES por JULIA ROIG
lunes, 14 de septiembre de 2020
sábado, 12 de septiembre de 2020
4 POEMAS de BLUEBIRD por JORGE M. MOLINERO
Los pájaros miran
Al cielo De su color
De la temperatura del aire
Dependen sus costumbres y
La necesidad o no de migrar
Pero nunca se preocuparon
Un segundo de la complejidad
De la lombriz de tierra
Es la servidumbre innata del alimento
Igual que para mí carecen
De importancia
Los porqués de la lluvia
Me pertenece
Nada más es relevante
Lo que me enloquece es
La complejidad
De la lombriz de tierra
*
Tanto calor
Extraño
Para el mes
Derrite
La brea cercana
Miro a través
De la danza de los vapores
Un caleidoscopio despojado de aristas
Un mundo diluyéndose
Juega a sobrevivir en la bruma y
Veo claro
Créeme
Lo negro
Muy claro
Lo negro
Créeme
*
Comprendo a dios
Es fácil hacerlo con quien se aburre
De tenerlo todo
También al que lanza una piedra
Cuando no tiene más que esa piedra
Y comprendo al pájaro que
No sabe para qué sirven la alas
Es fácil seguir la costumbre
La fe no dista mucho de los ojos
*
La musa
Es realmente
El poeta
El poeta
Sólo es
La mano
Que firma
El poema
Jorge M. Molinero, de Bluebird (Editorial Páramo, 2020).
https://www.editorialparamo.com/online-store/Bluebird-p227943033