domingo, 31 de agosto de 2008

PULP by Charles Bukowski.


Sonó el teléfono, lo cogí. Era la señora Muerte.

- Todavía sigo aquí, Belane.
- ¿ Por qué no te tomas unas vacaciones, nena ?
- No puedo. Disfruto demasiado con mi trabajo.
- Oye, ¿ puedo hacerte una pregunta ?
- Por supuesto.
- ¿ Tú sólo trabajas en la Tierra ?
- ¿ Qué quieres decir ?
- Bueno, quiero decir, ¿ tu trabajo también incluye, digamos, eh... extraterrestes ?
- Por supuesto. Extraterrestres, gusanos, perros, pulgas, leones, arañas, lo que quieras.
- Es bueno saberlo.
- ¿ El qué es bueno saberlo ?
- Que trabajas con extraterrestres.
- Me aburres, Belane.
- Me alegro de ello, nena.
- Oye, tengo trabajo que hacer...
- Contéstame sólo a una pregunta...
- Veremos. ¿ Cuál es ?
- ¿ Cómo matas a los extraterrestres ?
- Es muy fácil.
- Las balas no sirven. ¿Tú qué usas ?
- Eso es secreto profesional, Belane.
- A mí me lo puedes decir, nena, mantendré la boca cerrada.
- De eso ya me ocuparé yo, gordito - dijo justo antes de colgar.


Charles Bukowski, de Pulp. Traducción de Cecilia Ceriani y Txaro Santoro ( Anagrama,1996 ).

PECADO ORIGINAL, por Carmen Beltrán.



La juventud es una enfermedad dolorosa.
A nosotros, tan jóvenes y tan bellos,
tener tanta suerte nos parecía una injusticia.
Para paliarla, castramos nuestra felicidad.
Temíamos que si abusábamos de ella
nuestra fortuna desaparecería.
Dormimos las mariposas de nuestros vientres
y descubrimos en la tristeza
el más confortable de los refugios.
La buscamos en nuestras pieles
y en las de otros enfermos como nosotros.
Mezclando nuestra humedad
nos contagiábamos.
Vivíamos tristes como niños sin madre,
desafiando a toda lógica
y sin comprender aún
que quizá envejecer consista
en perderle el miedo a ser feliz.


Carmen Beltrán, de Pecado Original ( Eds. Del 4 de Agosto, 2007 ).

Ilustración: Leticia Vera, del blog Mi sonrisa sangra .

sábado, 30 de agosto de 2008

GERVASIO SÁNCHEZ


DISCURSO PRONUNCIADO POR GERVASIO SANCHEZ (PERIODISTA Y FOTÓGRAFO) DURANTE LA ENTREGA DE LOS PREMIOS ORTEGA Y GASSET ESTE 7 DE MAYO.

EN EL ACTO ESTABAN PRESENTES LA VICEPRESIDENTA DEL GOBIERNO, VARIAS MINISTRAS Y MINISTROS, EX MINISTROS DEL PARTIDO POPULAR, LA PRESIDENTA DE LA COMUNIDAD DE MADRID, EL ALCALDE DE MADRID, EL PRESIDENTE DEL SENADO Y CENTENARES DE PERSONAS.


(...) Señoras y señores, aunque sólo tengo un hijo natural, Diego Sánchez, puedo decir que como Martín Luther King, el gran soñador afroamericano asesinado hace 40 años, también tengo otros cuatro hijos víctimas de las minas antipersonas: la mozambiqueña Sofia Elface Fumo, a la que ustedes han conocido junto a su hija Alia en la imagen premiada, que concentra todo el dolor de las víctimas, pero también la belleza de la vida y, sobre todo, la incansable lucha por la supervivencia y la dignidad de las víctimas, el camboyano Sokheurm Man, el bosnio Adis Smajic y la pequeña colombiana Mónica Paola Ojeda, que se quedó ciega tras ser víctima de una explosión a los ocho años.

Sí, son mis cuatro hijos adoptivos a los que he visto al borde de la muerte, he visto llorar, gritar de dolor, crecer, enamorarse, tener hijos, llegar a la universidad.

Les aseguro que no hay nada más bello en el mundo que ver a una víctima de la guerra perseguir la felicidad.

Es verdad que la guerra funde nuestras mentes y nos roba los sueños, como se dice en la película Cuentos de la luna pálida de Kenji Mizoguchi.

Es verdad que las armas que circulan por los campos de batalla suelen fabricarse en países desarrollados como el nuestro, que fue un gran exportador de minas en el pasado y que hoy dedica muy poco esfuerzo a la ayuda a las víctimas de la minas y al desminado.

Es verdad que todos los gobiernos españoles desde el inicio de la transición encabezados por los presidentes Adolfo Suarez, Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero permitieron y permiten las ventas de armas españolas a países con conflictos internos o guerras abiertas.

Es verdad que en la anterior legislatura se ha duplicado la venta de armas españolas al mismo tiempo que el presidente incidía en su mensaje contra la guerra y que hoy fabriquemos cuatro tipos distintos de bombas de racimo cuyo comportamiento en el terreno es similar al de las minas antipersonas.

Es verdad que me siento escandalizado cada vez que me topo con armas españolas en los olvidados campos de batalla del tercer mundo y que me avergüenzo de mis representantes políticos.

Pero como Martin Luther King me quiero negar a creer que el banco de la justicia está en quiebra, y como él, yo también tengo un sueño: que, por fin, un presidente de un gobierno español tenga las agallas suficientes para poner fin al silencioso mercadeo de armas que convierte a nuestro país, nos guste o no, en un exportador de la muerte.

Muchas gracias.

TIDELAND


El nuevo perro verde de Terry Gilliam

Por José Ramón García Chillerón
Acotaciones en negrita por Vara.

Tideland es una fantasía sin ostentosos efectos especiales no apta para mentes obstruidas por prejuicios. Yo diría más bien que Tideland es un viaje al epicentro de los mecanismos de defensa que usa una niña para escapar de la locura. El propio director ha declarado: "Las personas estúpidas no deben atreverse a ver la película".
Más que "estúpidos" yo me referiría a las personas no abiertas de mente o de estructuras mentales rígidas. Gilliam propone una revisión bizarra y posmoderna de Alicia en el país de las maravillas, lisérgico panegírico del matemático Lewis Carroll a su casto amor impúber. El personaje de Jeliza Rose usa el libro como referente básico en su particular universo irreal. La película adapta el libro homónimo de Mitch Cullin donde se narran las aventuras de Jeliza-Rose, una imaginativa niña que tras la muerte de sus padres drogadictos se convierte en demiurgo de un mundo ilusorio habitado por cabezas de Barbies. Y hadas-luciérnaga. Esta premisa argumental da pie al cineasta para desplegar su característico imaginario en una obra que no deja indiferente. De hecho, algunas secuencias (las de la casa sumergida y padre e hija inmersos en el agua) me remiten a la inolvidable Miedo y asco en las Vegas, película que me provocó todo tipo de sensaciones salvo indiferencia.
Más allá de la posible polémica que pueda suscitar el nuevo perro verde de este terrorista del celuloide, lo cierto es que Tideland es un film bellísimo en sus barrocas formas y aterrador/ molesto/ revelador en su discurso que se posiciona al lado de los marginados sumergiendo al espectador en una Arcadia freak que adopta la topografía de algún lugar indeterminado en el sur de los EEUU, donde la árida vegetación de la zona se transforma en océano y los trenes son grandes tiburones de metal. La historia de Jeliza-Rose (Jodelle Ferland), niña de nueve años que escapa del mundo que le rodea inventando uno nuevo, es la historia de todos los personajes de las películas de Gilliam en las que la línea entre realidad y ficción siempre resulta confusa: así Parry en El Rey pescador, Sam Lowry en Brazil, el anciano barón en Las aventuras del Barón Munchausen, Raoul Duke y el Dr. Gonzo en Miedo y asco en Las Vegas, hasta los hermanos Grimm que dan título a su actual película en cartel, huyen de la realidad por distintas causas y de diferentes formas para adentrarse en el territorio ignoto de la imaginación. Yo me remito al personaje del Rey Pescador que huye de la realidad para evitar el trauma de la muerte de su mujer a manos de un asesino de masas. Supongo que la línea de realidad y ficción siempre es confusa porque confusa es también la línea que separa locura y cordura o realidad y sueño.
Otro elemento característico presente en el film y que se repite en determinados títulos de la filmografía de nuestro autor, es el de la indiferencia por parte de los adultos hacia los niños, la insatisfacción que se da en todas las relaciones paternofiliales mostradas en el cine del ex-Monty Python, la terrible visión de la edad adulta como una pérdida de la capacidad de soñar. En Tideland Jeliza-Rose es ninguneada por sus padres debido a la adicción de estos a las drogas. Básicamente, la relación con su madre es masajearle las piernas, y respecto a su padre prepararle el chute que lo lleva a esos universos paralelos de paz y sueño. También suele leerle el libro de Alicia en el país de las maravillas y escuchar los relatos que él le cuenta sobre tierras imaginarias que algún día visitarán. Pienso que la relación es más intensa con el padre, pero el nivel de comunicación que se establece entre ambos está marcado por las ideas delirantes que provoca la ingesta compulsiva de droga. Aunque Jeliza-Rose se aferra a esa dialéctica sin cuestionar las ilusiones de su progenitor, un cantante de rock en decadencia. Es impagable la escena donde la niña intenta coger una de las chocolatinas de la madre y la reacción histérico-agresiva que provoca. De la misma forma, en Los héroes del tiempo los padres del niño protagonista permanecen idiotizados ante el televisor (principal anulador de la imaginación para Gilliam) sin hacer el menor caso a su hijo, así como en El Barón Munchausen el padre no prestaba atención a su hija. El desprecio del director de Doce Monos hacía la figura paterna le lleva a eliminarla de las vidas de sus impúberes protagonistas, resolución tomada tanto en Los héroes del tiempo como en Tideland, no así en Munchausen, prefiriendo dejar a su suerte a las jóvenes y aún puras conciencias infantiles. La muerte de la madre provoca el viaje final a ninguna parte o, más bien, al centro de la locura definitiva, donde personajes solitarios y desarraigados sobreviven a su propia demencia. Es un universo de incomprensión donde el sueño máximo es matar al gran tiburón de metal que surca el océano de tierra, y que conduce a un clímax final donde el caos de la propia realidad se traga al caos de la imaginación forzada para escapar de la locura.
Formalmente, Gilliam conjuga los espacios abiertos y diáfanos mostrados mediante amplios y estilizados planos generales, con otros opresivos y tenebrosos de tendencia post-expresionista en los que abundan los contrapicados y la utilización de la profundidad de campo como elemento inquietante. Consiguiendo de esta manera la puesta en imágenes de los dos mundos/ estados mentales en los que se mueve la pequeña Jeliza-Rose, donde confluyen la candidez de los cuentos de hadas y la sordidez del "realismo sucio". Así, el tono final del film está marcado por la oscuridad. Esa oscuridad suprema que invade la pantalla dejándonos ver únicamente la mirada de Jeliza-Rose enfrentándose al horror en el impactante, terrible y políticamente incorrecto final de la función. Completamente de acuerdo.
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Sinopsis

Bienvenidos al mundo de Jeliza-Rose, la joven protagonista y narradora de Tideland. ¿Qué le ha traído a Jeliza-Rose desde Los Angeles a una granja tejana? ¿Por qué su padre, ex guitarrista de rockabilly, ya no le habla? ¿Y quién hace todo ese ruido en el ático? Su madre acaba de morir de sobredosis, y Jeliza-Rose huye de la cruda realidad de su infancia para dejarse llevar por las fantasías de su viva imaginación, conformando así un mundo fantástico en el que las luciérnagas tienen nombre, los hombres de barro despiertan al atardecer, tiburones monstruosos nadan por las vías del tren y cabezas seccionadas de Barbies comparten sus aventuras.

RESACA EN HENDAIA-PLAYA.


Era una mañana luminosa de marzo pero al bajar a la playa aquel sol como una naranja lo consumió una niebla densa, el vapor de un infierno dulce, el aliento de un dios con el corazón de hielo…; tal vez sólo las brumas de una resaca criminal: la noche anterior había estado suturándome las heridas de mi corazón con hebras de marihuana y limpiando el pus que supuraban con alcoholes de diferentes colores.

Pero sólo había sido pura rutina, esta vez no iba a tocar fondo, ni siquiera para coger impulso. Ya no me quedaban fuerzas para volver a brindar con extraños. Mi corazón era un estúpido. Sabía que no era bueno dar nunca más de lo que podían coger pero esa era su naturaleza, no sabía comportarse de otra manera…Cada vez que me enamoraba rompía todas las amarras que lo unían a otros extraños a los que había conocido brindando después de algún desengaño. Después todo se acababa y ellos ya no eran los mismos, o se habían olvidado de mí, o yo de ellos… Y volvía a quedarme solo.

Aquella vez, al menos, no estaba sentado en la banqueta de un bar, sino sobre la arena húmeda de la playa de Hendaia, encerrado en mi pequeña y asfixiante burbuja de luz, entre aquella niebla que parecía que nunca se disiparía. De vez en cuando entraba en mi planeta un perro persiguiendo un platillo volante, una pareja de enamorados en el séptimo cielo, un surfista de mares lunares, pero me daba miedo perderme en aquella bruma, ser arrastrado sin rumbo por el aliento gélido de aquel dios-demonio …

Todo, en realidad, me daba miedo. Me daban miedo las chicas, porque ellas no estaban allí, sentadas en los pupitres del colegio de curas, cuando comenzaba a vivir y decían que me estaban enseñando; me daban miedo los ojos de la gente, en los que brillaba el reflejo de otras personas agazapadas en su interior; me daba miedo que resultara tan fácil perderlo todo a la vez y que cada pequeña victoria, por el contrario, se fraguase después de años y años de pelea, solo, contra todo y contra todos; me daban miedo los hombres que gritaban, las mujeres que se colaban en las filas; me daba miedo el teléfono y sus repiqueteos con noticias de otros mundos; me daba miedo no encontrar la carretera de regreso, al otro lado; me daba miedo, sobre todo, yo mismo y las fracturas que escuchaba dentro de mi… Y me daba miedo, en aquella playa, echar a andar en dirección al mar y abrazarme a sus olas.

Las mareas eran como los primeros amores, unas veces traían botellas con planos secretos de tesoros, y caracolas en las que se escuchaba sinfonías de mares remotos, otras cadáveres inflados, lenguas negras de petróleo que mataban todo lo que lamían.

Aquellos primeros amores vivos e inmensos como océanos… ¿Qué había sido de ellos? Ultimamente todo era distinto, sólo me enamoraba del rumor de esas mareas escuchado a lo lejos, de la idea, la ficción, el engaño de pensar que me estaba enamorando; pero no había nada más, ese rumor sólo era el de las olas muriendo sobre la arena, descargando todo su esperma muerto, y después permitía que aquel simulacro de amor se pudriera y me pudriera a mí, hasta que su hedor resultaba irrespirable y era inevitable hacerse sangre en el corazón escarbando para desenterrar aquel cadáver, y así intentar continuar vivo, muerto de miedo.

Sí, todo me daba miedo. Hice, de hecho, un inventario de todos mis miedos y cuando terminé el mar se estaba merendando aquel sol como una naranja y sobre él todavía caracoleaban jirones de niebla, pero a través de ellos comenzaba desnudarse la luna. Y, tal vez porque ya no fuera capaz de imaginar nada más que me diese miedo, pensé que quizás esa luna pudiera guiar de nuevo las mareas del amor hasta mi estúpido corazón cubierto de tumbas y que en él germinaría un plancton de esperanza. Después me levanté y eché a andar sobre la arena, buscando las huellas de unos pies cuyo tamaño encajara exactamente en las corvas de mis rodillas durante las frías noches de otros inviernos, y mientras caminaba la niebla y la resaca se iban disipando, poco a poco.

Patxi Irurzun (La polla más grande del mundo y otros 69 cuentos)


Hank over en Amoremachine


http://amoremachine.blogspot.com/

Sobre blogs y megablogs, parece que estemos saturados; pero a los inquietos, cada novedad nos hace burbujas en el culo. Y es que introducidos de lleno en la era i-pod i-phone y demás ostias, pues x adelantos que no quede. De momento no tengo un aparato de estos, pero sí un mp3 que hace funciones similares, y al menos pa poner la oreja y escuchar me vale.

Gracias a la gente de Hank Over "Resaca" http://hankover.blogspot.com/
doy con esta web: http://megustaescribir.com/ -por cierto interesantísima-, donde la misma nos permite elaborar un blog literario enfocado en su totalidad a quienes tienen esta inquietud. Además, otra de las opciones que tiene es la de poder descargarse en tu i-pod, i-phone, pc la sección “megustaleer (literatura portátil)” al que corresponde este enlace http://podcast.megustaescribir.com/ .

En el primer podcast de julio encontramos una entrevista http://podcast.megustaescribir.com/2008/06/30/hello-world/ a José Ángel Barrueco y David González (antólogados en Hank Over “Resaca”, antología esta, coordinada por Vicente Muñoz Álvarez y Patxi Irurzun). Jose Ángel y David ofrecen su punto de vista sobre diversos temas; temas unos relacionados con el libro en cuestión y otros… pues coño descargáoslo y escuharlo y lo sabréis.

Por cierto, dicho podcast ha sido nominado para mejor podcast europeo del año, y si pasáis por allí, no cuesta nada hacer un click pa votar.

viernes, 29 de agosto de 2008

EL ÚLTIMO GANGSTER, por Gregory Corso.


Esperando al lado de la ventana

mis pies tapados por los cadáveres de los

contrabandistas de licores de Chicago

soy el último gangster, al fin seguro

esperando al lado de una ventana a prueba de balas.


Miro hacia la calle y reconozco a

los dos asesinos llegados de St. Louis.

Los he visto envejecer

... las armas oxidándose en su manos artríticas.



Gregory Corso, de Gasolina y otros poemas. Traducción de Diego A. Manrique ( Star Books, 1980 ).

EN LA CIUDAD BLANCA ( 2 ), por José Ángel Barrueco.


El Chiado. Nos acercamos al café A Brasileira, bullicioso y con cierto esplendor. En la terraza, la célebre estatua del poeta y escritor Fernando Pessoa. La gente se hace fotos junto a él. Se sientan en la silla anexa, se apoyan en su brazo, rodean sus hombros. Hacemos lo mismo. Pessoa en bronce soporta en su muerte la gloria de la que en carne y hueso no gozó en vida. Brasileira está casi lleno y no hay sitio para sentarse y no tomamos nada. Al lado, el Hotel Borges. En esa misma calle, la Rúa Garrett, está la Librería Bertrand, un lujo. Entro a comprar libros del portugués José Luís Peixoto. Compro poemarios sin traducir en España. Luego traduzco por mi cuenta y sin ayuda del diccionario, metido en algún transporte, un poema que habla del tiempo en que Peixoto se sentaba a la mesa con toda su familia. Sus versos me iluminan y me sacian, porque Portugal también es poesía y literatura. Desde algunos puntos estratégicos de Chiado se disfrutan unas inolvidables vistas nocturnas: las casas construidas colina arriba, las luces arrojando su resplandor sobre la ciudad, las terrazas de los bares sitos en cuestas donde cenan los turistas. Nos apretamos dentro de los tranvías y los elevadores. Los viejos tranvías conservan el aroma de lo bohemio y de lo antiguo, sus vientres rugen a medida que tratan de subir por empinadas calles. En la zona comercial de Chiado, además de librerías y puestos callejeros de libros de saldo, está la Luvaria Ulisses, una tienda minúscula y coqueta donde venden guantes de mujer, cosidos a mano. El dueño coloca un pequeño cojín bajo el codo de las damas y, con delicadeza y amabilidad, desliza un guante en sus dedos para que se lo prueben.

Nos perdemos en la zona pobre y degradada del Barrio Alto. Laberinto de callejuelas. Todas las fachadas de las casas, de los bares, de las tiendas, de los restaurantes, están proscritas con pintadas y bendecidas con graffitis. Las esquinas huelen a orín y a alcohol derramado. Una guía de viajes dice que algunos garitos de comidas son “trampas para turistas”. En los adoquines hay trozos de vidrio, botellas rotas, algunas bostas. Una mujer con aspecto de loca da de comer a las palomas desde su ventana. Las palomas zurean entre la porquería. Apenas vemos gente. Se nota que la actividad es nocturna, imaginamos que por las noches aquello se llenará de juventud chupando del frasco. Huele a bohemia, a humildad, a peligro, a suburbio obrero. Más encantador nos parece la Alfama, un barrio pobre y laberíntico del que Vicente Muñoz Álvarez me previene: mejor ir de día que de noche, porque uno podría perderse. Atravesamos calles retorcidas, plagadas de escaleras, de hombres que asan sardinas a la puerta de su casa, de mujeres que conversan junto a gatos que sestean, de tascas que huelen a pescado frito, de pequeños locales que despiden aromas celestiales a comida, de ventanas repletas de tenderetes de los que pende la ropa recién lavada, de macetas en los balcones, de paredes ricas en grietas, de árboles que dan limas y de cuyas ramas cogemos un par de frutos para olerlos y llevárnoslos.

En la Alfama comemos en un restaurante modesto y de menú sabroso que se llama Alfama Grill, junto a la calle Beco do Alfurja. Nos atiende un hombre simpático, amable. En Lisboa encuentra uno camareros que hablan portugués, castellano, inglés y francés, y sonríen todo el tiempo; pero también camareros secos, algo bordes, que te dejan con la palabra en la boca y se van a atender a otras personas. Degustamos el bacalao dorado, las sardinas asadas, los calamares. Estamos en una terraza, al aire libre. Hace calor y por allí cerca pasa algún yonqui, tullido y agotado.


José Ángel Barrueco, del blog Escrito en el viento.

jueves, 28 de agosto de 2008

"Bukowski: nacido en esto"


John Dullaghan investigó y recopiló cintas por un período de siete años para desarrollar el excelente documental "Bukowski: Born Into This" (Bukowski: Nacido En Esto"). El material fue estrenado en 2003 pero nunca llegó a los cines locales.

Dullaghan se propuso retratar a Bukowski sin usar una voz en off y en su lugar lo hizo a través de relatos de conocidos, amigos, personalidades y a través de sus propios poemas y cuentos. También ha utilizado increible material que ha quedado filmado del propio escritor, lo que le da una presencia y carnadura única al célebre antihéroe de la literatura.

Otro elemento destacable del documental son las imágenes obtenidas por la cámara de Barbet Schroeder, el director de la película "Barfly". Resulta que a Schroeder le costaba conseguir financiamiento para ella y decidió mientras tanto hacer un documental, por eso iba todos los fines de semana a visitar a Bukowski y filmaba largas sesiones. En una de esas filmaciones se ve a un Bukowski bastante borracho y beligerante, discutiendo con, quien sería luego su esposa, Linda Lee. La discusión va subiendo de tono hasta que el escritor, completamente ofuscado y cegado de celos, patea e insulta a Linda.

El documental recorre también su infancia desdichada, las terribles palizas de su padre y su forma de capitalizar todo eso. Bukowski recuerda su infancia y concluye: "mi padre me enseñó mucho acerca de la literatura; cuando te pegan lo suficiente, desarrollás una tendencia a decir lo que realmente querés decir"

Hay mucho material de archivo, de esa época en que Europa empezaba a descubrir a Charles Bukowski y enviaba cronistas a filmarlo. Durante una de estas sesiones de filmación, Bukowski lee el poema "The Shower" y se larga a llorar en cámara a causa de su separación con una de sus mujeres. Ver al viejo Hank, tratando de leer, quebrado, pendiente y arruinado por una mujer es quizás el momento culminante del documental.

Cabe destacar también la entusiasta participación de Harry Dean Stanton, Bono, de Tom Waits y de Sean Penn. Tom Waits, desde la identificación con su propio padre, Sean Penn, con la familiaridad de un amigo y Bono, desde una admiración ilimitada.

Para ver el trailer:



miércoles, 27 de agosto de 2008

Enrique Syms, el satánico doctor de los excesos


(Tomado de la web www.ciudadabstrakta.com)

Tres días sin dormir, mucha merca, pum-pum y listo

Se eliminan las trasgresiones. Desde niño la lógica es estudiar, trabajar y casarse. Ante esto, el bar es un refugio, último lugar donde todavía existe la aventura, que pase algo distinto. Dice Enrique Symns.

En el bar, entonces, están las conversaciones transgresoras, están los amigos marginales, los intelectuales, las putas. Hasta los posibles romances. El bar, si bien es el último reducto, es la última porción de selva que le queda a la ciudad, es muy pequeño. Dice Enrique Symns.

Bailará para la prensa
y dedicará el nuevo rock de
las cavernas a su vanidad.

Un héroe del whisky más
(el perro se hace notar)
su truco le hace ganar nenas bohemias.

Fue parte de los Redondos. Hoy las nenas bohemias no le dan bola. Dice. Está gordo y pelado. Pero todavía guarda relación con su pluma inquieta. Parte de su pasado y una fotografía de su presente están guardadas en La vida es un bar, su último libro.

“La vida…” es un compilado de textos ricos en imágenes, vasto en digresiones, opiniones y sentencias que hacen de su escritura un lugar propicio para la reflexión, para pensar y vivenciar la experiencia del asombro frente a la infinitud universal; el odio a la guerra y su militarismo, la mirada en el espejo, la denuncia de la miseria, sus acaloradas apologías de la droga, el deseo, la aberración por las palabras, pero sobre todo la nostalgia.

Una escritura que recorre la infancia, los viajes, los puertos, boliches, amigos y amores. Concilia ficción y crónica, con noticias inventadas, fragmentos de entrevistas apócrifas o citas célebres sin fuente alguna; todos recursos habitualmente utilizados por el llamado nuevo periodismo. El libro compila lo mejor de su escritura periodística entre los años 1982 y 2002 .

Tras la presentación del libro, Symns compartirá la proyección del documental "Bukowski: nacido en esto", que forma parte del ciclo "El otro cine".

La película, dirigida por Jean Herman y protagonizada por Alain Delon, Charles Bronson, Olga Georges-Picot y Brigitte Fossey, se propone retratar a Bukowski sin usar una voz en off y en su lugar lo hizo a través de relatos de conocidos, amigos, personalidades y a través de sus propios poemas y cuentos. También ha utilizado un increíble material que ha quedado filmado del propio escritor, lo que le da una presencia única al célebre antihéroe de la literatura. Este material fue estrenado en el año 2003 pero nunca llegó a los cines locales.

Bio breve

Symns trabajó en diferentes medios. Fue redactor del diario "La voz" en el año 1982, de "Clarín" en 1983, y en 1988 del diario "Sur". Aportó una cuota innovadora en revistas como "Eroticón" (1986-1987), "Fin de siglo" (1989-1991), y la desaparecida revista "Cerdos y Peces", entre otras. Sus últimos textos se publicaron en "La Maga", durante los años 1998-1999. Luego partió hacia Chile, donde creó la revista "The Clinic".

Monologuista y acompañante de bandas de rock legendarias como Los Redonditos de Ricota, Los Piojos, Bersuit Vergarabat o (en Mar del Plata) los recordados Los Hijos de Adriano, Enrique Symns es uno de los personajes decisivos de la contracultura argentina de las últimas décadas.

Visos, giros y nombres permiten reconocer, en la extensión del texto, las referencias que han definido en parte su propia escritura: Arlt, Burroughs, Nietszche, Cioran, Miller, Freud, Kerouac, y por sobre todo de Bukowski.

FRUSTRACIÓN EN EL PARAÍSO


John Fante (Colorado, 1909- California, 1983), hijo de emigrantes italianos, "macarroni despreciable", se propuso ser más americano que el puente de Brooklyn, y lo consiguió; como su álter ego Arturo Bandini, lloraba "por tener una corbata, igual que un hombre piadoso llora por sus pecados", y logró una posición tan acomodada que en sus corbatas brillaban alfileres de perla; deseó la fama literaria ("me gustaría que mis libros estuvieran entre los indispensables, como la Biblia y el diccionario"), y con la publicación de su primera novela, Espera a la primavera, Bandini, conoció un relativo éxito; la escritura representaba para Fante, además, dinero y notoriedad, es decir, el mejor modo de expulsar la indigencia vital en la que había crecido, y también consiguió dinero y notoriedad al ser contratado de guionista en Hollywood por una bonita suma que no podía rechazar. Desde la perspectiva de la ambición lograda, la vida de John Fante es una vida de éxito. Y, para colmo (pero esto ya no lo pudo saborear), gracias a la revaloración que de su obra hizo Bukowski, que lo declaró "una influencia vitalicia", a partir de la década de los ochenta se ha convertido en un autor equívocamente emplazado en el origen del realismo sucio, una especie de tutor de Bukowski, a pesar de ser coetáneos (Fante era sólo 11 años mayor).

Con Llenos de vida Anagrama completa la publicación de las ocho novelas conocidas de John Fante. En todas, no sólo en la tetralogía de Arturo Bandini (Espera a la primavera, Bandini; Pregúntale al polvo; Camino de Los Ángeles, y Sueños de Bunker Hill), el material autobiográfico resulta dominante, y no es ningún descrédito para su arte literario ver en su protagonista un trasunto del autor. Para Fante, el proceso que lleva a un ciudadano a convertirse en escritor es una épica cuya rememoración supone el reconocimiento de un sueño, antes de que, al cumplirse, se corrompa. Consciente de la pérdida de las ilusiones, vuelve una y otra vez a aquellas ansias de grandeza, parodiándolas (en Camino de Los Ángeles), o narrando el triunfo social que pudre las energías del creador, muy bien pagado pero mutilado por el lujo y la pereza (en Sueños de Bunker Hill). De la ocupación de guionista en Hollywood, dijo que era "el trabajo más espantoso en el reino de Dios"; de haber sido un escritor retórico, esa frase sería una boutade; en la pluma de Fante, es la definición más precisa del remordimiento que impregna toda su obra. El malestar de no estar nunca en el lugar adecuado, aunque su autor no haga ascos de sus provechos, sustenta en sus personajes la lealtad a la indigencia, previa a la acomodación y el consentimiento.

En Llenos de vida el protagonista se llama John Fante, y está casado con una mujer llamada Joyce, como la mujer de Fante. El autor de esta novela dejaría de escribir, durante más de veinte años, para dedicarse al cine. Pero antes de su muerte, ciego por la diabetes, dictará a su mujer, Joyce, Sueños de Bunker Hill, asediado por la permanencia en su memoria de Arturo Bandini, que en esta novela es un guionista en Hollywood bien retribuido simplemente por estar sentado en un despacho. Ese Bandini inactivo, rodeado de estupidez y mediocridad, es un reflejo más exacto que el John Fante al que el escritor cede su nombre. Pero ambos participan de la misma sensación de desalojo. Y de la necesidad de redimirse de la insulsez de la vida cotidiana. Los problemas que afronta el Fante de Llenos de vida son los preámbulos de convertirse en padre, el mantenimiento de una casa adecuada a las necesidades familiares y la fidelidad al catolicismo. Nada que ver con la rebeldía juvenil, la aversión del emigrante y el reconocimiento literario. El escritor, en cierto modo, se burla de sí mismo, a veces hasta la sátira, al retratarse zaherido más por los problemas de la prosperidad que por su conciencia de artista. Y si el joven Bandini de Camino de Los Ángeles leía a Nietzsche, Schopenhauer y Splenger sin entender una palabra, transportado por el delirio verboso, la embarazada Joyce ("el embarazo propicia la lectura", dirá el marido) pasará de los manuales de autoayuda prenatal a leer a Chesterton, Belloc, Thomas Merton, François Mauriac, Kart Adam, Fulton Sheen y Evelyn Waugh, y así esta mujer "fría y materialista" se convertirá al catolicismo, siguiendo las convenciones de la época, y dotando a la familia de la cohesión religiosa que fortalece su consistencia americana.

Fante no fue víctima de su ambición social, pero no cabe duda de que la prosperidad alcanzada recondujo la desventura de su origen social al melodrama. Con la perspectiva de este género, sus novelas confirman (como bien ha señalado Víctor M. Carrillo, traductor de Bukowski) que "pese a su arrogancia Fante era un bufón de sí mismo". Como todos los escritores cuyo talento se abastece excesivamente de su autobiografía.

Francisco Solano, Babelia (El País), 22-08-08



EVERYONE LOVES MR. EGGMAN by Sergi Puertas.


Estamos de enhorabuena, hermanitos... Esta mañana soleada y radiante en la tierra tenemos para vosotros una frikada muy, pero que muy especial, que estoy seguro de que os deleitará por sus sitios... Uno de los más bizarros y psicotrónicos hijos de Satanás, Sergi Puertas ( autor de ese lisérgico relato titulado Señor Carne es un teletubi, incluido en Resaca ), homenajea en este video clip, Everyone Loves Mr. Eggman, a nuestra inmunda musa Edith Massey y a la inefable peli de John Waters Pink Flamingos...

Esto es lo que Sergi nos cuenta:

Eo, Vicente, igual queréis poner en Hankover esta cosa que me he currado. No sé si es muy bukowskiano, pero esencialmente sale gente fea haciendo cosas feas.


Abrazón,S.

Así que pinchad el enlace, queridos drugos, y disfrutad de la marcianada para el debsayuno...
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Salud & Pura Vida: Queen Carlota Live !!! v.

TAMBIÉN NOSOTROS VIVIMOS BUENOS TIEMPOS, por W.H. Auden.


También nosotros vivimos buenos tiempos

cuando el cuerpo sintonizaba con el alma,

y bailamos con nuestros amores sinceros

a la luz de la luna llena,

y nos sentamos con los sabios y los justos

en torno a algún plato selecto

gracias a Escoffier.

Y sentimos esa gloria impertinente

que las lágrimas suelen alejar,

y quisimos que los corazones briosos

cantasen con el estilo grandioso de los antiguos.

Pero fuimos importunados y fisgados

por la multitud promiscua,

los editores nos convirtieron

en fraudes para aturdir a la multitud,

todas las palabras como Amor y Paz,

todos los discursos cuerdos y positivos

fueron ensuciados, profanados y degradados,

los convirtieron en un chirrido horroroso.

Ninguna oratoria sobrevivió

a aquel pandemonio

salvo la amarga, la soterrada,

la irónica y la monótona:

¿ y dónde encontraremos cobijo

para la alegría o el simple bienestar

cuando apenas queda nada en pie

más que los suburbios de la discordia ?


W.H. Auden, de Parad los relojes y otros poemas. Traducción de Javier Calvo ( Mondadori, 1999 ).

DUBLÍN by Safrika.


Cruzando el Liffey hablaban de Wilde.

Ella le explicaba algunas cosas de las que él no había
Oído nunca hablar

también de Beckett

Esperando a Godot

y el purgatorio.

Fue cuando él pasó el brazo sobre sus hombros

y ella lloró, lloró durante cuarenta minutos. Sin poder parar.

Por el tímpano acabado, por la malicia del sucedáneo de amor

que creía estaba viviendo y la poca pasión que había en su vida

y por el aire frío en Dublín. Y

porque la poesía no es nada, no es más que mierda

hay que estar loco o lanzarse al vacío, suicidarse

o caer en una espiral demente de drogas y abusos familiares.

-¿Sabes? Yo no sé hacer otra cosa- le decía ella-

sé hacer eso y sé amar.

Y ninguna de las dos cosas se me da del todo bien.

No tengo suerte.

Él sonrió (sabía ser muy adulador y miraba muy fijamente)

y dijo-

A mí me parece que eres maravillosa.

Ella bajó la vista y lloró más.


Safrika, de Pills ( Fácil ). Poemas de la última semana en casa ( Baile del sol, en prensa ).

AZUL ELÉCTRICO: Cultura Subterránea.


Nueva entrega de la publicación cultural gratuita azul eléctrico
Ya está en la calle un nuevo número de azul eléctrico. Noveno "virus" que asalta la escena cultural leonesa para ampliar y diversificar su esencia. Bajo el epígrafe "Todo un mundo maldito" se dan cita perspectivas y retratos de creadores contemporáneos al margen. Desde el polémico Wilhelm Reich a la actitud contracorriente de Aldous Huxley en Pensamiento, pasando por el legado musical de Tom Verlaine, el universo deprimido de Ian Curtis (Joy Division), los problemas de vivir al límite (Televisión Personalities), la estrechísima relación entre drogas y música popular o la intensa hornada maldita nacional (Los Bichos). Crónicas de festivales como el Primavera Sound o el leonés Otros Mundos Pop completan la sección musical. Herzog, Passolini, Larraz o Russ Meyer hacen su aparición en las páginas de cine, junto a algunos de los jóvenes creadores literarios de referencia en el panorama leonés (Luis Artigue o Jorge Pascual) y futuras promesas de relieve en la sección de Literatura. Una nueva muestra de qué esta ocurriendo aquí y ahora y todas sus influencias posibles. Azul eléctrico vuelve a ser esa guía cultural de "referencia".
Ya está también en marcha la próxima entrega (la 10ª), con la que celebraremos nuestro tercer aniversario.
.

martes, 26 de agosto de 2008

SPIRITUAL II by Leopoldo María Panero.


Hoy los perros del Amo están de caza

no preguntes por quién ladran los perros de ese Amo

ya que es por mí.


Leopoldo María Panero, de Poesía. 1970-1985 ( Visor, 1986 ).

LADY MISTERIOS, por Iñaki Estévez.


Su lista de tragedias es grande. Pero ella sale del cuarto de baño silbando esa canción entre sus comprometidos labios: "All you need is love"... Sólo ella es capaz de desnudarse sin quitarse sus zapatos de tacón y pedirte una copa de más. Lady Misterios no da dos pasos sin disparar al aire. Nadie puede quedar en pie. Es capaz de consolarte, pero nunca pasará de lo que le han enseñado a dar. Lady Misterios necesita lo que tú y yo sabemos para dormir; sin ello no hay víctima ni acción, ni ninguna razón para seguir más álla. Sólo somos enfermos colaterales, nuevos yonkis de sus caderas, que no dejamos tiempo de reacción. Mientras la piedra más preciada y oscura de su dormitorio se quema entre sus dedos más rápido que lo que aguanta mi corrompida paciencia. "Te avisamos, man..." Me dijeron en el bar de abajo... Lady Misterios no da datos, se los guarda para sí. Es todo drama pues nada es real a su alrededor, y lo que queda de ella, el resto, es para los suyos. A medianoche y en oscuros portales, en eternos amaneceres, la verás pasar... Es cuando ella más brilla. Lady Misterios seguro que tiene un nombre para esta misma noche, pero si lo dijera aquí y ahora, dejaría de ser eso, un misterio...


Iñaki Estévez, del blog Here comes the Sun.


INDIAN TEMPLES by Silvia D. Chica.



donde anduvo R. Kipling con su jungle book, aquí estoy yo... y también tom sawyer y huk... tigres, osos, monos, cocodrilos y templos, muuuuuchos templos, hasta decir basta... en Kajhuraho las imágenes talladas en sus muros son extrañamente sensuales y preciosas. es un pueblo tranquilo. después de flipar en colores en Omkaresvahd, la fiesta de la espiritualidad, el teatro de la vida a las orillas del río, los tambores y la ceniza roja... un impacto de color, de olor y de vida...
os leo desde Kajuraho... el corazón de India, dicen, un sitio pequeño pero lleno de increibles templos... ayer dormí en Satna, un pueblo al que tardé en llegar cerca de 11 horas en tren desde Kandwa... era un hotel, con jardín en medio, más o menos razonablemente limpio y en el que después de tres días pude comer algo más que frutillos y plátanos, con más confianza... el cuerpo me pedía ya algo de grasilla y proteína.... aunque no es que sienta hambre... pero en fin.
hoy contraté driver y taxi porque el bus hasta Kajurajho tardaba 6 o siete horas. y en sólo 2 llegue como una reina, con un indio que me daba palique, pero poco, que no hablaba mucho inglis, madam yes madam no madam.... por 10 miseras rupis le empaqueto el mochilón a cualquiera y en media hora viene una india al hotel a darme un masajito de aceitesss por unos dos euros, no menos de una hora... je je... esto es vida.
y aquí me he hecho un colega estupendo... tiene 10 años y hemos estado todo el día por ahí, le he invitado a comer, le he puesto un chubasquero y mañana hemos quedado para ir en bici de templos, que son algo flipante aquí, y su little hermana me va a hacer un tatoo de henna en una palma de la mano... el niño me entró de una manera tan graciosa, y es tan guapo y tan listo, que me cautivó... anda por aquí buscándose la vida, tratando de reunir cada mes 1000 rupis para poder pagarse el cole. son siete hermanos y sus padres son lo más pobre que hayas visto... el chaval se te pone a hablar en inglés y un poco en francés, algo en español incluso, y quiere aprender a toda costa... le cambio mis palabras en espanis por las suyas en indi y nos reimos mogollón. le vi comer un plato de arroz con pollo devorando... y sonriendo... bueno, aquí haces amigos todos los que quieras, y a este, que se llama Suniil, me dan ganas de llevármelo conmigo para siempre... y es que esto es así... me quedaré por aquí un par de días más e iré también con driver hasta Chitrakoot, otro lugar santo, donde estuvo exiliado Rama con su esposa 11 años....
y el domingo ya tengo billete para ir al sitio más santo de todos los sitios santos de India, Varanasi... y mis amigas en Pune ya me decían que iba a flipar allí...y que si el río me pide bañarme que lo haga y no piense en nada más... deber ser algo sobrecogedor. tengo que buscar un hotel allí con vistas al Ganga. es primordial. y llegar el lunes es lucky day....
el viaje de Kandwa a Satna... esas 11 horas.... bueno... ya aprendí que hay que ir en primera o en segunda clase.. y no en la general. y con Air conditionned.... es como la bussines clas a precio ridículo. viajaba con un hombre que hablaba por los codos de todo y mil cosas más, y yo encantada. me iba a tomar un chai prometiéndomelas muy felices en mi discreto compartimento con mi sleeper para mí sola... cuando dejo el te en la mesita e inmediatamente se acercan dos cucarachas, orondas, no de las negras... de esas con antenitas que hay por los bares... y el hombre las ve pero ni se mutua.... y sigue hablando sobre el conflicto de Pakistán y Jammu, y el yoga y el Islam y las multinacionales y el arroz y.... cuando de repente veo un ratón pasar de mi asiento al suyo por el suelo !!! y le digo... que hay un ratón !!! y me dice: yes ! there are two, they are very little, and so beautiful !!!!! bueno, pues estuve 11 horas con los pies subidos al asiento... en virasana, en sukhasana, en padmasana, en dandasana, en barabadajasana, y cada poco los ratoncillos pacá y los ratoncillos pallá.....ay... hasta que a las cinco o seis horas de movimiento ya eran como de la familia y pensaba, hace mucho que no veo a los ratoncillos, y pasaban... hace mucho que no veo a las cucarachas... y allí estaban por la pared.... buffff. esto es India.... and no more....
la gente es realmente lo mejor de lo mejor. siempre de super buen humor y con sonrisas, no ha habido nadie que intente ni timarme ni agarrarme para vender ni agobiarme en nada... si dices namaskar, tahnkiu, ok... todo ol rait...
en fin, muchas cosas que contar. hoy estuve en una cascada preciosa y con templos a Pandav alrededor, siempre los templos, y hanumman por la carretera, que se paran a llevarse las manos al pecho e inclinar la cabeza... son así. los dioses por todas partes....

mucho que contar y mucha y buena gente por aquí, nobles y sensatos y siempre risueños y amables...

Saludos & besos para todos los Hijos de Satanás:

Silvi

lunes, 25 de agosto de 2008

LA NADA ME DELIMITA, ME CONTIENE, por Lucía Fraga.


No soy Fernando ni Soares, pero algo me dice que un cordón umbilical invisible nos une, porque a través de él me llega esa náusea universal e íntima que se inicia en una taza de café cualquier mañana. Figura sobre fondo, aunque nada tenga sabor, porque cómo se puede reconocer una imagen que no tiene límites, ni contornos, ni perfiles. La nada se contiene en mí como yo me contengo en ella. Sin olor, sin sabor, sin tacto...sin nada.
Presiento sus pasos de alma en pena a mis espaldas cuando salgo a pasear por las afueras del infierno. Me doy la vuelta, pero no hay nadie. Recorro los cementerios buscando una tumba familiar con su nombre y solamente salgo con la derrota de un niño que ha llegado tarde a su cumpleaños. Me invaden nuestras soledades compartidas, quimeras de un petulante que olvidó – o quiso olvidar-las reglas de la ficción. Mi asco y el tuyo se unen y me doblan como una patada en el estómago que me deja sin respiración. Nadie pregunta por el cuerpo que se queda tirado en la calle, porque no lo ven, porque, ciertamente, no hay nada.

Lucía Fraga, de El goce del dolor ( inédito ).

Lienzo by Franz von Stuck.

LA FIERA, por Albert Clavería Baranda.



A veces una fiera se queja dentro de mi pecho,

y yo la dejo salir.

Entonces destroza mobiliario urbano

y los trabajadores del zoo doblan su dosis de antidepresivos,

porque no pueden atraparla.


Se pasea por las calles

bebiendo vino caliente,

metiendo las zarpas en los charcos de agua estancada,

rebuscando entre las basuras

algo de valor.


Luego se recluye en mi casa

y garabatea encima de mis textos.

Yo no me enfado porque lo hace bastante bien,

pero al día siguiente me pregunto

quién habrá escrito eso.

Luego intento olvidarlo...


Olvidarlo hasta que vuelvo a

oírla

gruñir.


Albert Clavería Baranda, poema inédito.

domingo, 24 de agosto de 2008

CARTA REVOLUCIONARIA Nº 13, por Diane di Prima.


ahora deja que te cuente

lo que es un Brahmasastra

Brahamasastra, el arma hindú de la guerra

algo que se podría describir

como una cuña voladora de energía mental

arrojada contra el enemigo por un dios o por un héroe

o por muchos héroes

arrojada contra un problema o rival

para hacerles pedazos


un Brahmasastra puede ser hecho

por cualquiera

puede ser hecho por cualquiera de nosotros

lúcidos o volados, si pensamos juntos

por ejemplo: entre todos vamos a parar la guerra

mañana a las nueve en punto, cada uno elige a un

soldado,

le visualiza claramente, le ama, que quita la pistola

de la mano, le conduce a un lugar tranquilo

y hace que se siente, se sienta con él mientras saca un

porro

de hierba vietcong de su bolsillo...

un Brahamasastra puede ser hecho

por cualquiera de nosotros, mientras alucinamos juntos

durante el solsticio de invierno

en casa, o en un parque, o paseando

o conversando sentados con amigos

con las persianas echadas o en un porche, estando sin

estar

sin necesidad

de hacer publicidad de ello,

sólo juntando los espíritus, mira cómo crece el bosque

devuélvele sus grandes árboles

devuelve sus búfalos

y los pastos del medio oeste con sus grandes rebaños

de alces y de ciervos

devuelve los peces y la pureza a las aguas de los

Grandes Lagos

desea que todas las aguas de la superficie del planeta

vuelvan a estar limpias. Arrodíllate y bebe

de cualquier arroyo o lago que hagas aparecer.


Diane di Prima, de No pasa nada. Los poetas beat y Oriente. Traducción de Jesús Aguado ( Luces de Gálibo Ediciones, 2007 ).

sábado, 23 de agosto de 2008

PLAN SINIESTRO



Otra de las cult movies favoritas de nuestra cripta bodega, Plan siniestro ( Séance on a Wet Afternoon - 1964 ), de Brian Forbes, es un descenso inquietante y más que perturbador a los infiernos del alma y de la mente humana y al origen de la locura y el miedo... Muy poco conocida en nuestro país, esta perla negra del cine inglés descoloca por dentro y es una de esas escasas películas que nunca se olvidan... Richard Attemborough y Kim Stanley, gigantescos los dos, monopolizan obsesivamente la cámara todo el rodaje a medida desglosan su plan, generando un clima de desasosiego y tragedia que pone los pelos de punta... Un tenebroso cuento de maltrato psicológico, dependencias y traumas que rescatamos del olvido este sábado resacoso para vuestro personal disfrute... Salud & Revolution, queridos drugos, y que Hank os guarde de los Bichos Malos. v.

SUICIDA by Gsús Bonilla.


Pensaba que iba a tener suerte; y sin más dilaciones presionó el enter del teclado. En menos de un segundo en la pantalla apareció un listado con más de veintisiete maneras de hacerlo.
Miró una por una. Dudaba. Se decidió por la trece. Así empezaría a acabar con las supersticiones; algo no le gustó y pasó a la veintidós. Peor aún; y a la velocidad de un rayo el puntero estaba presente en la opción cuatro. Un escalofrío fue el causante de un pequeño espasmo que le hizo levantarse de la silla y con prisa dirigirse a la chaqueta y buscar por los bolsillos la cajetilla de cigarrillos.
Algo más calmado y entre el espeso humo que se forma cuando apenas te da tiempo a tomar aire entre calada y calada, volvió a sentarse. De nuevo miró a la pantalla y aspiró fuertemente para acabar de consumir el cigarrillo que, una vez expirado, presionó con fuerza en el cristal; era el primero de la mañana, el cenicero curiosamente estaba esa mañana limpio y no costó ningún trabajo apagar el casi extinto cigarrillo.
Retomó el ratón y bajó dos opciones. Hasta la seis. Se fijó en los dos primeros renglones y fue susurrando palabra por palabra hasta la primera coma. Un: ¡¡joder¡¡ lo menos parecido a un susurro salió de su boca. Inmediatamente la opción siete estaba señalada. –Esta- se dijo con voz muy baja y con cierto tono de inseguridad. Cogió un post it y la apuntó; incluso al lado del número siete se atrevió a dibujar un círculo y escribir una fecha dentro del mismo: Siete del siete de dosmil… Pero la última cifra quedó en el aire, igual que el humo del Ducados. De izquierda a derecha un fuerte tachón certificaba que se había retractado.
Casi convencido -La ocho, ¿no? que me recuerda a verano – y el click sonó al instante. No le gustó nada de nada lo que leyó; sería por no dejar todo perdido. En consecuencia, la intuición le llevó a la opción uno, pero antes de abrirla se levantó de nuevo hacia donde estaba la chaqueta, y de nuevo al tabaco, y con el paquete de tabaco en la mano se volvió a sentar, y una vez sentado y algo más tranquilo que antes, encendió un cigarro más. Ahora sí era el momento de volver a la lectura. Notaba que tenía la boca seca, pero a la vez no tenía sensación de sed. Fue fumando mientras leía la primera frase del texto que le presentaba aquella opción; y esta vez no había nada que le sobreexcitara, es más, incluso la boca hacía media sonrisilla en su cara. Este sí, este pitillo le estaba sentando cojonudamente.
Había acertado. También pensó que era por donde debía haber empezado, o sea por el principio. La sonrisa se tornó carcajada.
Aunque sí que es verdad que escogió quizá la opción más dolorosa; teniendo en cuenta que el texto acababa en unas acertadas palabras: "…deja que la vida lo haga. Nunca falla."
Y es verdad. Nunca falla.

…a los conscientes amantes del tabaco, entre los cuales me incluyo.

Gsús Bonilla, relato inédito.




CONFESIONES by Dolan Mor.


Al principio yo anhelaba ser el príncipe de la poesía, el rey

de las palabras, un ministro de los poemas con una medalla

sobre mi oscuro pecho, una corona de oro alumbrando

con su dorada luz mi noble cabeza. Después, bajé mis metas

y me propuse ser un licenciado, un doctor en gramática,

políglota, un James Joyce, usar barba, un abrigo negro

hasta los tobillos, las gafas circulares, la pipa entre los labios

recitando los versos de Charles Baudelaire. (Recuerdo

que tenía la foto de Vallejo debajo del cristal de mi mesa

de noche y, mirándola, apoyaba mi rostro y mis manos

cruzadas encima de un bastón con el puño de plata,

en forma de león, para creer un instante que mi nombre

era César. --Incluso estuve preso por parecerme a él.)

Me decía a mí mismo frases de Kierkegaard: “para el hombre

que aspire a triunfar en la vida existen dos caminos: ser César

o ser Nada”. Y yo lo repetía con la convicción de que era

(sólo faltaba tiempo) un dios o hijo de un dios. Sin embargo,

las cosas han cambiado y mi punto de vista se cayó en un

abismo. Ya no aspiro a ser príncipe, ni ministro, ni rey,

ni políglota un día, mucho menos deseo ser Joyce o Baudelaire

porque ambos están muertos, y un hombre, si está muerto,

vale menos que un perro. Ahora aspiro a las cosas sencillas

de la vida. (Me lo dijo Ray Carver y nunca lo entendí.) Miro

el agua de un río sin pensar qué es el agua, me acuesto

entre la hierba y disfruto del sol. Pienso, respiro, siento

cómo limpia el oxígeno mi sangre, mis pulmones, late

en mi corazón. Soy feliz con vivir sencillo, aspiro a eso:

Posado, como un pájaro, sólo quiero una rama para cantar

mis versos, también una ventana para mirar el mundo,

aunque no tenga un piso, ni un palacio, ni un templo. Un marco,

una ventana para asomar mis ojos, humilde, con asombro,

sabiendo que soy polvo, y, debajo del cielo, un animal o nada.


Dolan Mor, poema inédito.


EN LA CIUDAD BLANCA ( 1 ), por José Ángel Barrueco.


Lisboa. ¿Qué secretos esconde Lisboa que a todos enamora? No hay secretos. Sólo luz, agua, colinas, tranvías, magia en las esquinas, calles por las que perderse, casas decadentes y cautivadoras, versos grabados y recuerdos de poetas en las estatuas, los cafés y las plazas. Entro en Lisboa y cruzo el Puente 25 de Abril, y parece como si uno atravesara el Golden Gate de San Francisco. Alain Tanner la llamó “la ville blanche” en su película protagonizada por Bruno Ganz, “En la ciudad blanca”, que no he visto aún. La ciudad nos recibe con un golpe de vista majestuoso mientras atravesamos el puente tras un viaje en coche de seis horas. El impacto deja huella en los ojos: un paraje abierto, extensión de aguas muy azules, cielos que huelen a promesa, velas en el horizonte, la estatua de Cristo Rey allá en lo alto, en Almada, con los brazos en cruz, y el Tajo desembocando en el mar, dejando en sus manos oceánicas toda la carga de vivos y de muertos que ha soportado durante su travesía. Entramos en Lisboa bajo el magisterio de Vicente Muñoz Álvarez. En el bolsillo, dos manuscritos de su autoría: un folio con instrucciones para recorrer la ciudad y penetrar en sus barrios con la confianza que dan la sabiduría y la experiencia; y “Beatitud”, un relato recogido en “Perro de la lluvia y otros cuentos” que en breve será reeditado.

Alojamiento en un hotel. Comemos en un restaurante brasileño. Los camareros aparecen y traen pinchos donde han atravesado diferentes carnes. Sirven jugosos pedazos hasta que el comensal se cansa y dice basta. Las caipiriñas acompañan el almuerzo. A partir de entonces, tres días a pie, de aquí para allá, pateando las siete colinas, sumergiéndonos en la riqueza de sus calles y entre sus gentes. Los transportes ayudan a superar algunos tramos y aliviar las piernas: coche, metro, trenes, elevadores, tranvías, autobuses. Un ferry a Barreiro, que nos sirve para decretar que estamos perdidos y no hay nada que ver. Caminamos con la boca seca por los alrededores de Belém, junto al Tajo: el Monumento a los Descubrimientos, la Torre de Belém, el Monasterio de los Jerónimos. En el Monasterio vemos los sarcófagos de Vasco de Gama y Luís de Camoes, aunque sus restos no están dentro. En el mismo edificio reposan los huesos de Fernando Pessoa, pero no vemos su tumba porque para entrar a ciertas zonas cobran entrada. En Lisboa cobran entrada por todo. Cerca de allí probamos los Pasteles de Belém, exquisitez que enamora el paladar. La Pastelería de Belém, fundada en 1837, es algo laberíntica, llena de habitaciones y recovecos donde los clientes beben Oporto y devoran estos pastelillos, espolvoreados al gusto con canela; hay colas para entrar y un montón de camareros que se mueven deprisa por el ajetreo que supone una clientela constante. Fachadas antiguas con grietas y colores vivos ya destruidos por el tiempo y la humedad remiten un poco a Cuba y sus casas.

En nuestro camino hasta el barrio de la Baixa se suceden plazas, monumentos y muros con un toque de decadencia. En el entorno comercial, repleto de tiendas, bares y restaurantes, los camellos practican la venta agresiva de hachís, marihuana y cocaína. Se acercan y abren las manos y enseñan la mercancía: los rulos de costo, las bolsas con hierba. Tomamos el Elevador de Santa Justa, un ascensor que conduce hasta una torre desde la que se divisa la ciudad, sus tejados y sus colinas. Entrar en el ascensor cuesta dinero. Pero las vistas son magníficas y une Baixa con el Barrio Alto. Bajar por las escaleras activa el vértigo porque veo el suelo por los huecos, unos cuarenta y cinco metros más abajo: sudores fríos, pánico y algo de mareo.

José Ángel Barrueco, del blog Escrito en el viento.