lunes, 31 de mayo de 2010

TRANSEÚNTES DEL OLVIDO


YA ESTÁ EN EL SCRIBD DE GROENLANDIA EL NUEVO POEMARIO, "TRANSEÚNTES DEL OLVIDO", DE VELPISTER.


“Un libro impactante y durísimo, tremendo y demoledor, que no olvidaréis fácilmente. Poesía autobiográfica y narrativa, o realista y crítica, son los primeros adjetivos que me vienen a la cabeza tras su lectura. Pero también, inmediatamente después, traumática, visceral y catártica, en cuanto que parte de un trauma o experiencia amarga (escatológica incluso) y pretende, mediante su exteriorización, reconciliar al poeta (y de rebote también al lector) con el entorno y el mundo”

Vicente Muñoz Álvarez, del prólogo.

“Este primer poemario de Peter es eso: una crónica de una deriva en la que, aun sin pretenderlo, y muchas veces alejándose de los vientos, la resaca le ha llevado a él mismo, pese a esa prepotencia de los que dicen tener razón y sus acólitos adocenados, los que trazan un estilo de vida que intenta capar al que busca tener una voz propia, / lo que más añoro es un simple abrazo / ser él mismo, luchando contra la sensación del fracaso que recorre la vida de un artista...”

Alfonso Xen Rabanal, del epílogo.

domingo, 30 de mayo de 2010

COGER AL MUNDO POR LOS PIES by Estelle Talavera Baudet.



Calzada.
Vías de tren.
Arcén. Escalera.
La entrada espectacular y desesperada de un casino luminoso;
acera, adoquín, piedras unidas por asfalto.
Tendido eléctrico, ondas de radio, chips, chops, ordenador parlante,
interlocutor sin tímpanos y con cables a su espalda, penas indoloras.

Y en medio: una fina línea.

Una simple y fina línea azul que nadie ve.
 
Si al mundo se lo cogiese por los pies, cabeza abajo,
la línea separaría el cielo mar del mar cielo.

Si se lo cogiese por los pies,
ay, si se le diese la vuelta,
los brazos serían barcos, los pájaros moluscos,
la piel piedra musgosa, el alga pegajosa una amapola de tentáculo.
La palabra una burbuja, la sal el polen.
El aire una corriente de agua marina.
Los bancos de peces bancos de sentar.
Los casinos banquetes de tiburón.
Los tiburones de doble dentadura tú y yo.

Si se le diese la vuelta a todo,
ay, si se le diese la vuelta,
el mundo bajo el agua se herrumbraría.
Si se le diese la vuelta,
quién sabe qué nadar inventaríamos.
Quién sabe qué ahogos, qué diálogos,
qué ondas,
qué tonos de luz,
qué clase de amor pez, roce medusa,
abrazo pulpo, erizo de aire,
volátil caminar, patoso nadar.
Quién sabe -¡quién lo sabe!- cómo sería el clavo
el clavar, el lento dar, el ágil quitar.
El resbalar de cuerpos por los edificios bajo mar,
por las inmensas y vacías oficinas, tiendas, circos, cárceles,
por las calles sin oxígeno,
cucharas, cuchillos, ventanas
que, bajo agua, da igual abrir que cerrar.


Estelle Talavera Baudet, de 27 Paraguas (Los libros de El problema de Yorik, 2008).
.

viernes, 28 de mayo de 2010

DELINCUENTE JUVENIL


Brendan Behan, en España, no parece gozar del prestigio que tuvo y tiene en otros países. Es uno de los célebres escritores alcohólicos. Irlandés, patriota y pendenciero, murió en Dublín a los 40 años. Enrique Vila-Matas es uno de los pocos autores que le han prestado atención en este país: recuerdo, entre otras cosas, el artículo en el que elogiaba el volumen titulado Mi Nueva York.

Delincuente juvenil (en inglés: Borstal Boy) es el libro más conocido de Behan. Pero, pese a que fue escrito a finales de los 50, no se tradujo hasta hace un par de años en España. De ello se encargó Ediciones del Viento. Comienza en el momento en que Brendan es arrestado (a los 16 años) por pertenencia al IRA. Esta novela autobiográfica describe con todo lujo de detalles su paso por calabozos, prisiones preventivas y correccionales. Durante 3 años. Durante su desarrollo (570 páginas), el escritor sólo narra y describe acciones y rememora diálogos. No hay apenas pasajes de reflexión, o de actos de contrición, o de duda. Se trata de un patriota que no se arrepiente de lo que ha hecho y que está dispuesto a pagar, pero se da cuenta de que todos los que están allí no son más que críos que apostaron por la violencia. Como lo capturan en Liverpool, su pertenencia al IRA sólo despierta la furia y el odio de los carceleros y celadores ingleses. Hasta que, por fin, entra en el correccional de menores, la vida del preso y de sus colegas sólo se lleva palos: castigos, humillaciones, dietas exiguas, palizas. Luego, en el borstal, las cosas se estabilizan. Más allá de ese retrato de los correccionales, Borstal Boy también supone una precisa estampa del carácter irlandés. Behan apuesta más por el humor que por la crudeza, y tal vez por eso, aunque es un buen libro, me ha gustado menos que otras memorias carcelarias. Un pasaje:

La gran puerta principal de la prisión tenía un ornamento; una serpiente encadenada. Sabía lo que representaba: el crimen aprisionado por la ley. Había una escultura parecida en la prisión de Kilmainham. A menudo había pasado por allí con mi padre cuando me llevaba de paseo los domingos por la mañana, y fue allí donde él me vio por vez primera, desde la ventana de su celda, durante la Guerra Civil. Yo nací después de que le hicieran prisionero, y cuando tenía seis semanas mi madre me llevó hasta la cárcel y me alzó bien alto, desde la carretera, para que mi padre me viera desde su ventana.

[Traducción de Sonia Fernández Ordás]

José Ángel Barrueco, de Escrito en el Viento.

Alfabeto de cicatrices: nuevo poemario de Ana Pérez Cañamares

A la grandísima poeta Ana Pérez Cañamares acaban de editarle su nuevo libro de poemas: Alfabeto de cicatrices. Los hijos e hijas de Satanás le damos la enhorabuena y le deseamos mucho éxito con esta nueva colección de poemas, del que os dejamos con una muestra:




ETIMOLOGÍA

Antes de que cremaran
a mi madre, mi hermano
cogió el micrófono
que ningún cura iba a usar
y dijo: "Si una madre
es la verdadera patria,
hoy nos hemos quedado
sin patria y sin madre".
(La etimología no está
siempre de parte
de la verdad.)

Desde entonces he intentado
llevar dignamente el exilio:
vigilando que se mantenga viva
la lengua que hablamos
los expulsados del paraíso.

Ana Pérez Cañamares. ALFABETO DE CICATRICES. Ediciones de Baile del Sol, Tenerife, mayo de 2010.

jueves, 27 de mayo de 2010

El Tejedor en... Madrid (15 poetas en Madrid)

Nuestro hermanito, David González, la vuelve a liar. Coordina y antologa una nueva antología que en brevas estará ya en las librerías. Su título: El Tejedor en... Madrid (15 poetas en Madrid). Edita: La Única Puerta a la Izquierda, Bilbao, 2010. Imágenes de Eduardo & Seco. Y lo más importante: los y las poetas incluidas:

Alberto García Teresa
Ana Pérez Cañamares
Ángel Petisme
Bárbara Butragueño
Carlos Salem
Déborah Vukusic
Estelle Talavera Baudet
Gsus Bonilla
Isabel García Mellado
Javier Das
José Ángel Barrueco
Mada Alderete Vincent
Marta Noviembre
Paolo Álvarez Correyero
Pepe Ramos





EL TIBURÓN

Yo soy el que sufre para nadie, el que se aprieta contra el hielo
el que cree que alguien lo ve y anota su dolor
para explicárselo algún día.
Siempre hay tiempo.

Qué manera esta de morir y ver la muerte.
Los caminos se cruzan por delante de mis ojos.
Qué silencio tan veloz.

Están preparados los cuchillos y las nubes.

La migración de las aves silenciosas se ha posado sobre mí
y soy yo el que las comanda.
Nada importa cuando todo es invisible pero está.
Como yo, que hablo, y ya no estoy aquí.

Noto cambios en mi cara y en mis huesos.
El hueco que hace el mar sobre la roca es sólo mío.
El número crece y es injusto.
Ya siento el rechazo por la pierna.
Alguien vierte un veneno por mi oído.
¿Pedro, tú también me negarás?
Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?

Vienen precipitadamente los infiernos a mi cama.
Llego a los barrancos solitarios que hay en mi memoria
y solo quedan las azules telas de la nada.
Mi chillido es cada vez más desesperado y más normal.

Lentamente algo de mí se está quemando por la casa
en el horno, en el espejo.

Hay luces que nunca terminan de encenderse
las hay que no terminan de apagarse.
Los hay que cualquier día se pierden
y nunca más se habla de ellos.

Estoy dispuesto, vestido y puntual.
Estoy apartado de las letras, de los números felices del descanso.
Estoy aún más lejos que todas estas letras.

Es incontrolable el tiburón cuando suelta el sedal del que tiraba.

Paolo

Paolo corre.


Paolo Álvarez Correyero. EL TEJEDOR EN MADRID (15 poetas en Madrid). Edición y prólogo de David González. Imágenes: Eduardo & Seco. Edita: La Única Puerta a la Izquierda, Bilbao, mayo 2010)

THE CHILDREN'S BOOK OF AMERICAN BIRDS: Hoy en León.

Jueves, 27-5-2010 -19.00 hs.
Salón de los Reyes Ayto. de León
(Pza. San Marcelo)

DETERGENTE by Jorge Barco.


La poesía es un caramelo envenenado
en la puerta de la iglesia. Lo dijo el poeta:
No entregues balones de fútbol a los lisiados,
dales hostias consagradas y que recen.
Hay tantos poetas como dioses pero nadie
les escucha, porque escriben hoy palabras sin aliento.
Sólo ofrecen partituras al ciego
y turrón al mellado
y carbón al minero.
Hay que ofrecer vino al borracho, drogas al yonki,
y sexo a la ninfómana.
El poeta es una puta brasileña
que se engaña y que la engañan por dos duros,
que la chupa por dos duros
mientras piensa en otra cosa.
.
Hay tanta verdad hoy en las palabras del poeta
como en los anuncios de crema anticelulitis.


Jorge Barco, inédito.

AMOR ENVENENADO por Joaquín Lloréns.


Alberto, padre adoptivo y mentor de Beatriz, le encarga un nuevo trabajo a la atractiva, intrépida y casquivana joven. Alguien, aprovechando la ausencia por vacaciones del gerente, ha robado más de tres millones de euros del dinero negro guardado en la caja fuerte de Promocastro, una promotora de Cantabria de la que Alberto es socio. La opacidad fiscal del dinero hace inviable denunciarlo a la Policía. Beatriz viaja a Santander usando como tapadera el cargo de auditora interna, ya que la limpieza del robo parece apuntar claramente a un trabajo hecho desde dentro..., hasta que la investigadora licenciosa se topa con un cadáver. La intervención de la Guardia Civil es inevitable. Pero, ¿son el ladrón y el asesino la misma persona? A partir de ese momento, y en paralelo a Ramón Sigüenza, guardia civil de la comandancia de Santander, rastreará por toda la ciudad los pasos del criminal que parece ir siempre dos pasos por delante. Auxiliada por sus, siempre a punto, armas de mujer, irá introduciéndose en los turbios negocios inmobiliarios de Cantabria, donde el amor se compra en efectivo. Sus métodos poco ortodoxos le harán seguir la pista del dinero hasta los oscuros callejones de Ámsterdam, donde, quizás influenciada por la embriaguez del hachís, sentirá en su nuca el aliento de una sombra. Poco a poco, su impetuoso empuje y la proximidad de la verdad provocarán que navajas y revólveres apunten en su dirección con intención asesina.
Joaquín Lloréns

Presentación en León:

Viernes 29-5-2010 - 20 h.
Sala de Exposiciones Ayto.
Pza. de San Marcelo

miércoles, 26 de mayo de 2010

25 centímetros, de David Refoyo (Clifor)


Tengo varios ejemplares de la novela 25 centímetros, editada por DVD Ediciones y escrita por un servidor. Hasta hoy no había localizado dónde se podían comprar. Como siempre, recomiendo la compra en un punto de venta físico, porque siempre se puede comprar alguna otra cosilla y, en el peor de los casos, conocer gente. El libro se puede encontrar en diversos sitios de Internet, amén de cualquier librería española. Si no lo tienen en las estanterías ni en el almacén, se encargarán de traerlos y así poder disfrutar, o no, de su lectura. El libro cuesta 14 euros. Creo que todavía no está en el emule. Al que se lo compre, algo que recomiendo, espero que le guste mucho o, al menos, que no le provoque el intento de suicido. Pronto habrá fechas para presentaciones, firmas y demás. Más información.

David Refoyo (Clifor) en
Una ciudad llamada Perdición


En esta web se puede obtener información sobre la novela y leer el primer capítulo: www.25centimetros.com



DAVID GONZÁLEZ live in Gijón.


David González, dará un repaso a sus últimos libros editados: Loser (Bartleby Editores, 2009), El amor ya no es contemporáneo + El amor sigue sin ser contemporáneo (Ediciones de Baile del Sol, 2009) y a su libro con sus relatos completos: El debut del chico tatuado (Azotes Caligráficos y Universitad Politécnica de Valencia, 2010) en la librería La Buena Letra de Gijón, sita en la calle Casimiro Velasco, 12, bajo, este viernes, 28 de mayo, a las ocho de la tarde. Le presenta el prolífico escritor Diego Medrano. El autor del cartel es otro de nuestros grandes poetas: Gsus Bonilla.

MÓSTOLES EROS SESSION by Eloy Fernández Porta.


Jueves 27 de mayo, 20.00h,
Centro de Arte 2 de Mayo (CASM),
Móstoles€®O$ SESSION.
.
Eloy Fernández Porta presenta su nuevo ensayo con una sesión de spoken word. Música, vídeo, poesía, terrorismo informativo & guasa asegurada en una sesión dinámica y directa.
.

PARÍS SEGÚN LAS BESTIAS: I Premio de Poesía Eclipsados.


Reunido el sábado 22 de mayo en la sede de la editorial eclipsados, un jurado compuesto por Alfredo Saldaña, Almudena Vidorreta, Miguel Ángel Yusta, Enrique Villagrasa, Elena Medel, Raúl García y David Mayor decidió otorgar el I Premio de Poesía Eclipsados al original titulado París según las bestias, del que una vez abierta la plica correspondiente resultó ser autor Héctor Elías Pintado Tejel.

Héctor Elías Pintado Tejel, nacido en Zaragoza en 1977, reside en la actualidad en Cuarte de Huerva. París según las bestias es su primer poemario.

Desde la Editorial Eclipsados nos sentimos felices ante el fallo del jurado que ha premiado "un poemario trabajado y medido; un conjunto de poemas compacto donde destaca la personalidad del autor y una peculiar voz, potente y muy personal tratándose de un primer libro".

Un poema del libro:


Extrañamente solos, inmensamente extraños,
como las visiones o las puertas que llevan a viajar en el tiempo,
de nosotros mismos,
como cuando una canción suena igual de día que de noche,
como cuando te miras al espejo
y esa otra parte de ti resulta más real y más creíble,
como cuando miras a tu alrededor
y eres tú quien se siente menos humano.
Extrañamente solos en el camino.


Ignacio Escuín Borao
(Editorial Eclipsados)

martes, 25 de mayo de 2010

UN POEMA DE PEDRO MAIRAL


Esteban Gutiérrez, "Bacovicious", recomienda en su blog la novela El año del desierto, del argentino Pedro Mairal, que edita Salto de Página, y además cuelga este original poema del autor:

POR ESO
porque yo me desierto y tú me lluvias
porque me océano y me balsas
porque me otoño y tú me hojas
porque me sótano y me alas
por eso yo te músico y me músicas
por eso yo te potro y tú me frutas
y yo te marinero y me tabernas
y yo te remolino y me lagunas
por eso yo te circo y tú me infancias
por eso te amarillo y me amarillas
y te barco y me arenas
y te astro y me noches
y te buzo y me perlas
y te campo y me flores
por eso yo te viento y tú me crines
por eso te crepúsculo y me auroras
por eso yo te cielo y tú me golondrinas



Blog de Pedro Mairal

POESÍA SOLA, PURA PREMONICIÓN. Kepa Murua.


El peso

Os diré que mis manos nada nuevo han cogido.
Pero al menos encontré un libro blanco
donde puedo juntar mis palabras por la noche.

Mis ojos el mar no vieron, pero navegué.
Mi cuerpo jamás venció, pero fui vencido
donde nadie se atreve a reconocerlo.

Tras pedir perdón, amé como un loco.
Tras hacerlo como se reconocen los errores
donde no corre el paso del tiempo.

Mi cuerpo que vio como marcaban a otros.
Mis ojos que sintieron un mar helado
donde no había mapas para saberlo.

Siempre soñé con un viaje lejano
en el que encontrara la felicidad perdida.
Pero encontré otros ojos con lágrimas.

Otros secretos inconfesables
que no merece la pena reconocer
cuando la vida marca a todos con su incierto peso.


Estimados amigos.
¿Cómo estáis?

Os envío la información que ha preparado la editorial Ellago sobre un libro que acabo de editar y que os podría interesar.

Intuyo que es un libro especialmente indicado para los poetas y los artistas, aunque también es válido para la gente de ciencias y para aquellos que están preocupados por la vida en general.

Confío en que todo os vaya bien, tanto en lo personal como en lo profesional.

Un fuerte abrazo.

Kepa Murua

Título: Poesía sola, pura premonición.
Autor: Kepa Murua
ISBN: 978-84-96720-91-6
PVP: 25 euros
PÁGINAS: 544 pág.

www.ellagoediciones.com
ellagoediciones@ellagoediciones.com

PRÓLOGO DE 'LA GENTE PARECE FLORES AL FIN' (CHARLES BUKOWSKI). Por Eduardo Iriarte


(Extraido de la web de Eduardo Iriarte, escritor, traductor de Bukowski y autor del prólogo de esta edición de Visor)

Los minutos mutilados

Tras la muerte de Charles Bukowski el 9 de marzo de 1994, John Martin, editor del poeta desde los años sesenta, inició un minucioso trabajo de revisión de sus archivos, procesó que dio pie a la edición de varios volúmenes póstumos de poemas, desde Bone Palace Ballet, pasando por Lo más importante es saber atravesar el fuego o Escrutaba la locura en busca de la palabra, el verso, la ruta, hasta este La gente parece flores al fin. Aunque en un principio se especuló con la sospecha de que los herederos del autor intentaban lucrarse sacando a la luz una serie de manuscritos descartados, la crítica ha ido saludando cada una de estas nuevas entregas como otra colección a la altura de las que Bukowski publicara en vida, y este último poemario no es ninguna excepción. Resulta innegable que por este libro pululan los mismos fantasmas que siempre acecharon al escritor, las mujeres muertas, los amores intoxicados, los borrachos en su agonía, pero hay quizás un elemento que lo diferencia de entregas anteriores, y es la llamada —frente a la memez aceptada de la diversión obligatoria, la infantilización de la sociedad— a librar una guerra sin cuartel en defensa del minuto siguiente, por la sencilla razón de que esos minutos no tardarán en agotarse. A estas alturas, como los grandes poetas entre los que ya se cuenta, se esfuerza por captar la esencia del tiempo y fijar la realidad para que no desaparezca, por ingrata que sea en su fugacidad.

Aunque no se pueda hablar de una evolución del estilo, sí se intuye una tendencia a buscar cada vez una mayor simplicidad, a ceñirse a esas leves pinceladas que basta con dar a la realidad para que adquiera su justo valor. En ocasiones, vemos cómo el poeta casi se contenta con observar, sin añadir nada: «a veces no hay nada que decir / sobre / la muerte», sentencia, y sobre ese presupuesto, levanta un libro que se constituye en descripción y preparación para el tránsito definitivo.

Hay en esta colección algunas modificaciones sobre los mismos temas e incluso variantes —tal vez intentos sucesivos —, de poemas ya publicados, lo que demuestra su incesante labor de corrección, evidente en «Perros Salados», «vuestras» u «otro poema sobre un borracho y entonces te dejarán en paz», que aparecen con variaciones sutiles en la forma pero radicales en su concepción con respecto a las versiones de libros anteriores. El autor, que ya ha alcanzado la madurez y la ha dejado atrás, reconoce, como lo hiciera ante Al Purdy, poeta con el que mantuvo una interesante correspondencia, cómo no se puede «entusiasmar demasiado. He estado aguantando el tipo y trabajando y sin trabajar, en silencio durante un montón de años, y no me extrañaría un poco más de silencio, a la mierda. Estoy preparado para la tumba, y que el sol alumbre a los perros lamiéndose durante toda la eternidad».

Pero aceptar la merma, la mella del paso del tiempo, señalarla sin tapujos, no equivale a darse por vencido. No se aprecia aquí asomo alguno de claudicación pese a los años y los aprendizajes, aunque sí se observa incluso un intento de reconciliación con la denostada figura del padre maltratador, así como una tentativa de explorar su relación más allá del enfrentamiento evidente e insalvable, de buscar el origen del odio que siente por él. Otra deuda que reconoce en estas páginas es la que tiene con las mujeres de su vida, y para ello les escribe aquí canciones de amor sin ambages, pequeñas odas de despedida: «te he amado, mujer, / tan cierto como que te he nombrado / óxido y arena y nailon». Y pese a este amor sin tapujos, vuelve en ocasiones a la guerra perdurable contra la mujer —las sucesivas mujeres, confundidas como si todas fueran una misma en diversos periodos de su vida— que le hace sufrir. «maldito sea el amor ahora, / como maldito fue cuando / llegó en un principio. / … / mi reticencia / desaparecería / para siempre / y la sangre / manaría / la suya y la mía / tal como quería ella».

Su hija Marina es otro de los motivos que afloran en este libro, su relación ambivalente con ella, siempre impregnada del cariño sin límite por esa «flor que se mece al viento en el centro absoluto de / mi corazón…», versos de «Para mi hija» que no estarían fuera de lugar en un poema como «A mi hija», de Stephen Spender. Y puestos a buscar similitudes con este poeta, a quien en otra parte reconociera como una de sus múltiples influencias —al igual que Camus, Hemingway, Céline, Kafka, Auden, Pound y muchos otros que van desfilando por estos poemas—, «Los ahogados», del autor británico, no dista mucho en tono y temática de «travesía», en su loa a «todos los amantes solitarios muertos».

No es fortuita la apelación, si quiera de pasada, a los escritores que vinieron y se fueron antes que él, pues algunos poemas de este libro suponen el reconocimiento de la partida inminente, lo que le otorga un peso mayor si cabe. Llegado el momento de hacer balance, su tono sigue siendo parco y distante, su temple, envidiable: «soy / una serie de / pequeñas victorias / y grandes derrotas». Bukowski ha encontrado su sitio definitivamente, el mismo que siempre había venido ocupando, ahora suyo por derecho propio: «ser capaz de rascarte y / mostrar indiferencia es victoria / suficiente. / esas mentes estreñidas que buscan / un sentido más alto / serán despachadas con el resto / de la basura. / tómatelo con calma. / si hay luz / ya te / encontrará». A su edad, no teme señalar lo que ve ni refutar a los grandes: «así es como / viven y mueren / los hombres: no a la manera de Eliot / sino / a la mía, a la nuestra, / quedos cual ala plegada».

Es como si el poeta ya hubiera estado allí, y estuviera en situación de decirnos lo que cabe esperar: «hay que morir unas cuantas veces antes de poder / vivir de verdad», sin jactarse, pero sin adornar ni amortiguar nada tampoco: «la vida en sí no es el milagro. / que el dolor sea tan constante, / ése es el milagro. / … / el dolor es la alegría de conocer / la más cruel de las verdades / que llega sin / avisar. / … / la vida es estar solo / la muerte es estar solo».

Pero si algo destaca en este último volumen es la sensación acumulada del paso del tiempo, su marchamo siempre palpable en algún verso del poema: «soy viejo / pies de pirada han hollado / los suelos de limpia paja / de mi alma / y los canarios ya no cantan». A pesar del desprecio a la vida del que siempre parece haber hecho gala Bukowski, de sus coqueteos con el suicidio y del hastío que a veces parece destilar, es más que notable su atención al transcurrir del tiempo, al paso del instante único, y la honda tristeza que eso conlleva.

En este sentido, «el minuto» es probablemente uno de los mejores poemas de toda su obra, una declaración de principios, una llamada a las armas contra el desperdicio del tiempo socialmente aceptado y fomentado, una denuncia de cómo se «mutilan minutos / horas / días / vidas», y al mismo tiempo, una furibunda declaración de principios: «luchar por cada minuto es / luchar por lo que es posible en / tu interior / de manera que tu vida y tu muerte / no sea como la / suya. / no seas como ellos / y / sobrevivirás. / minuto a / minuto».

Versos así, capaces de transmitir una verdad simple de manera tan concisa y descarnada, aquilatada a fuerza de los intentos de toda una vida, justificarían un libro de aforismos: «tú también averiguarás que / nos hemos equivocado / todos de asunto / y si no sabes a / qué me refiero / es que no sientes la / tristeza en el aire», pues es probablemente en estas páginas postreras donde asoma el mejor Bukowski aforístico obstinado en sus certezas: «la única definición de / Verdad (que cambia) / es que es esa cosa o acto o / creencia que rechaza / la muchedumbre», o, «el recuerdo es una triste excusa para el presente». Da la sensación de que, con el paso de los años, y a pesar de su prolijidad, es capaz cada vez en mayor medida de condensar conocimientos y dejar máximas medio escondidas en los poemas: «los hombres más fuertes son los menos / y las mujeres más fuertes también / mueren solas», o bien «no nos merecemos nada / y eso es lo que tenemos / ahora».

Es precisamente la certidumbre de saberse asentado y reconocido lo que le permite afirmar que «la vida de cada cual es muy corta para / encontrar significado y / todos los libros casi un / desperdicio». Se confiesa derrotado en su empeño una vez más, a pesar de barruntar que ya ha alcanzado eso que él considera la inmortalidad, a pesar de haber puesto un pie en la posteridad a fuerza de descaro y tesón. «La sabiduría para dejarlo / es lo único que nos queda», afirma. Pero Bukowski sigue adelante, ajeno ya a los homenajes, que teme y desprecia por igual: «cabrones, aunque leáis esto mucho después / de mi muerte, / olvidaos de mí. / probablemente no era / tan bueno». Se trata ya de evidentes preparativos para sus exequias: «ojalá en algún funeral / alguien dijera: “¡qué tipo tan odioso/ era!”. / incluso en mi funeral / que haya un poquito de verdad, / y luego la buena tierra / limpia».

Poco tiempo después de escribir esos poemas, cincelarían en su lápida el epitafio Don’t try, no lo intentes. Pero también podríamos encontrar otros epitafios del mismo calado en estas páginas: «ceniza / sólo me queda pura / ceniza / primero nos meamos en el corazón / ahora nos meamos en la ceniza».

La gente parece flores al fin. Según sus herederos, aquí termina la exhumación de poemas de los archivos de Charles Bukowski. Ahora se puede hablar de que su obra está por fin completa, y cabe someterla en su totalidad al juicio de la crítica y los lectores. Al ir alcanzando el final, el poeta dice: «la muerte me entra en la boca / y me serpentea por los dientes / y me pregunto si me asusta / este morir sordo y apenas triste que es / como el marchitarse de una rosa». Ha llegado el momento de volver atrás y releer sus escritos, desde el principio, tal vez empezando por un libro como Atrapa mi corazón en sus manos, o por un poema que comienza con la invitación: «Bienvenido a mi infierno agusanado».

POEMA - NO DEL TODO - ESPERANZADOR by Gsus Bonilla.


como quiera que fuese
necesité herramientas precisas.

un cálculo perfecto.
no es tan fácil
cagar
sobre la superficie de una pala.

simplificar la tarea
facilita la gestión
a los que saben del tema
o
quieran profundizar sobre él.

es
magnífico -te descojonas.-

el
suelo que pisas es urbanizable.

mañana
de nuevo amanecerá
y
la
broma será otra,
y
la necesidad

idéntica.


Gsus Bonilla

LIMPIEZA DE BAJOS por Alfonso Xen Rabanal.


el hombre que fuma en la niebla

"Cuando ya no sabía qué hacer, miraba. Dejaba que mi vista se perdiese más allá de las formas... De los blancos surgían figuras que contrastaban con los relieves, mostrando toda su simbología... Entonces esperaba, y cuando mi mente se deslizaba entre los susurros de los sueños de mis hermanos, ellas me hablaban. Y a la luz de esa linterna que me había confiado mi padre, consciente de mis devaneos nocturnos, yo interpretaba cientos de historias en la pared que se fundían con los sueños.
Los sueños, esas imágenes de otras vidas, miles de situaciones que ante mi desfilaban con un movimiento de muñeca. Y todo lo vi: entre luces y sombras escuché el eco de mil muertes que me reclamaban como fedatario... y me asustaban y confundían, pero seguía mirando hasta que las imágenes se disolvían en puntos luminosos... Entonces comprendía y un sueño de vida me alcanzaba. Mi mano se deslizaba por la pintura leyendo en su estucado... Y me unía al coro feliz de mis hermanos.

Cuando nadie entendía la espera, el silencio, el rechazo a esas clases que diezmaban mi imaginación, mi falta de comunicación, el encierro... Cuando ya no existía más opción que integrarse en las sombras, ascender esa escala que nacía del dolor en mi pecho, el abandono, ese irse del dolor, del encierro de mí en mi cabeza, sin poder transcender, salir, esta fachada que comprime; estos sentidos mentirosos... Entonces, de aquella, aparecía y me calmaba y ya todo era esa luz que no hacía sombra.Era un niño y todavía no sabía de la niebla, de los cruces de caminos que inventaba con la linterna, mezclando muertes soñadas y confundiendo historias. No, mi mente aún no había sido violada. Pero ya intuía que debía buscar entre los blancos, los silencios, las grietas de la materia; pues así obtendría las respuestas a las preguntas que, más tarde, a lo largo de la vida, me formularía...


Hasta que llegó la niebla.

Cuando ya no quedaba nada de luz, mis sueños fluían por el aire, ya ajenos, como el olor de una rosa de tanatorio, sin prisa por irse. Pues por mucho que mi madre ventilase la habitación... allí seguían, como un holograma que surgía para responder a una pregunta en silencio, ese silencio que me elevaba un escalón más hacia el techo, allí donde esculpía las figuras de mis sueños: extraños símbolos que sólo más tarde reconocí entre la niebla, preludio de aquellos que siempre, otra capa de pintura, me quisieron eliminar.


Todo lo intuí. Allí donde miraba se me revelaba como en un cuadro de Escher o Dubuffet: vi el futuro que no es y me vi en cada punto, fundido con ellos... y a todos, los que ahora vienen a por mí, vi entre los desconchones...

Hoy sé que el silencio se terminó... que ese viaje interior que emprendí hace años no ha dado sus frutos... Aunque he seguido todos los pasos, sin titubear... hasta los más dolorosos.

He muerto en la espera de mi segunda muerte... y, desde el vacío, sólo quiero mi parte de energía para contar mi muerte a los muertos que caminan hacia la niebla." ...


Alfonso Xen Rabanal, de Generación.net (sigue leyendo).

Ilustración by Cusco Vinalia.

A DOS PASOS by Loredhi.


A dos pasos del punto donde tiene que empezar a cruzar.

Loredhi lleva una semana con ese silencio espeso metido entre los tímpanos. Esa lengua de vaca empapando los charcos, los coches, los gatos que se esconden tras un maullido, los grafittis de una gárgola, esa lengua empapando cráneos, que retumban en el suelo.

Loredhi vuelve al espectador de piezas de cine mudo, a color y en tiempo real, vuelve al frío metálico en la punta de sus venas. Loredhi frunce el ceño a dos pasos del cruce y mira fijamente al punto donde la imagen se diluye. Juega como cuando era pequeña a dilatar sus pupilas de una manera voluntaria, vuelve a desenfocar todo, a enfocar nada. Afina sus oídos imperfectos y sigue sin escuchar, silencio espeso, tacones metálicos sobre el plato de una ducha en el bar.

Loredhi se niega a aceptar esa mudez contranatura y acelera el motor de su coche. Resuelve el estado de semiinconsciencia tranquila y rompe el cinturón de seguridad. Loredhi respira. Se sitúa a tan solo dos pasos y mira hacia al cielo granate buscando un vuelo que altere el estatismo circular de una ciudad que se disfraza de vulnerable.

Loredhi

La manera de recogerse el pelo en La Opinión Coruña:

Otro pedazo de reseña de La manera de recogerse el pelo en el diario La Opinión Coruña. Si te apetece leerla pincha AQUÍ.


viernes, 21 de mayo de 2010

FRÁGIL (Antología 2001-2010). EVA VAZ


Apasionada e impúdica, la obra de Eva Vaz constituye un dramático testimonio de integridad vital y literaria, una andadura por los abismos del amor, la muerte, la enfermedad, la amistad o el sexo, contada con lucidez e hiriente franqueza. La insatisfacción del personaje que habla en estos poemas revela el apetito de una vida más alta y la conciencia de que el mundo es a un tiempo horror y maravilla. Frágil recoge algunos de los momentos más significativos de esta poesía honesta y desgarrada con la que se ha identificado una minoría creciente de lectores, convirtiendo a su autora en una poeta de culto.

(Baile del sol)

SO-118. Poesía. 2010. 132 páginas. ISBN: 978-84-92528-97-4. 10 €.

COMO UNA ENSALADA. Pablo G. Bao




Releo, mientras me como mi ensalada, el primer poemario publicado de la autora ecuatoriana Carla Badillo Coronado, Belongings/Pertenencias, en edición bilingüe, cuyo ejemplar, que ahora ocupa mis manos, ha llegado hasta mí en circunstancias un tanto rocambolescas, lamentando no tener aún el que ella gentilmente quiso obsequiarme dedicado (por razones que en este momento no importa detallar).

He seguido, desde hace ya tiempo, sus andanzas literarias y personales, o personales y literarias (en Carla, ambas cosas se confunden y convergen hasta formar un todo), y al día de hoy no me cabe la menor duda de que estamos ante una poeta a tener bien en cuenta, con un manejo bien fluido de variados registros, como puede observarse contrastando, por ejemplo, la contundencia expositiva del poema Unos cuantos piquetitos, de la pequeña perla musical Midnight Blues, cuyo sencillo tono “atraviesa limpiamente tu espalda”, o del nocturno y taciturno y reflexivo Espasmos en San Francisco y ese precioso trino que abre el poemario Cuviví, que yo ya conocía, igual que conocía La Extranjera, notable tarjeta de visita por si a alguien le cupieran dudas, y cómo no, el que parece más elaborado, mezcla de humor, ironía y amor, condimentado con traviesa inteligencia, el dedicado a Mark, su hombre, 7 jugadas en blanco y negro, especialmente válido para quien quiera averiguar que el ajedrez no es solamente un juego, o que es precisamente eso, un juego, el juego, donde la vida salta, avanza, retrocede y se enroca, y donde el jaque mate es el último sueño de la noche…

No es mi intención ni mi deseo hacer una reseña en profundidad del poemario en cuestión, dios me libre de algo así, sólo quería dejar una modesta opinión sobre esta inquieta joven y su joven aunque eterna pasión, cosa esta que ya parece no estar de moda, salvo que deseemos llamar pasión a esa histeria malsana de tanto y tanta poeta recurrente, donde parece ser que lo que prima es hablar de las reglas menstruales o de la innata estupidez del macho (ellas) o de la última resaca y vomitona y soledad y existencial angustia (ellos), quedándole a veces a uno ese regusto incómodo de haberse equivocado otra vez, de no haber abierto las hojas deportivas del diario en lugar de esa última tabarra lírica recién salida del horno editorial.

Carla, puesto que me has querido honrar con tu amistad, como un amigo te lo digo: leer tu poemario ha sido igual que zamparse una ensalada fresca y nutritiva, algo muy saludable y conveniente.

Y ahora voy a terminarme mi ensalada…

LAS MUJERES DE BUKOWSKI. Sergio Sauce

Tras la sombra de Bukowski

[Publicado en El Viajero de El País]


Un repaso a los lugares que marcaron la vida del escritor maldito de las letras norteamericanas en Los Ángeles

SERGIO SAUCE - 04/05/2010

La sombra de Charles Bukowski (1920-1994) se extiende por toda la ciudad de Los Ángeles. Era un viejo indecente, todo el mundo lo sabía. Un ludópata, un alcohólico y, en demasiadas ocasiones, un violento. Un canalla, en suma. Y, sin embargo, acodado en la barra del Frolic Room, se mostraba como alguien totalmente inofensivo. Es aquí, en la confluencia de Hollywood Boulevard y Vine Street, donde empieza el recorrido por algunos de los lugares que marcaron la vida del escritor maldito de las letras norteamericanas. En la calle hay mujeres, ruido y trapicheos. En el bar también. A sólo un par de manzanas está la tienda donde Bukowski solía ir a comprar cervezas. Este siempre fue uno de los lugares favoritos del poeta.

Bukowski era un mentiroso. A veces contaba que nació en California, pero en realidad lo hizo en Andernach, Alemania, en 1920. Hijo de inmigrantes, dio sus primeros pasos en el número 4511 de la calle 28 oeste de Los Ángeles. Hoy la casa la habita una joven pareja norteamericana. Luego se mudó. Y así una y otra vez. De pequeño nunca se planteó qué quería ser. De mayor tampoco, confesaría después.

Pregúntale al polvo

Bukowski pasó la adolescencia en el 2122 de Longwood Avenue mientras estudiaba en el Mount Vernon Junior High, un imponente edificio de cemento típicamente americano. Frustrado, con la cara llena de granos, era un chico tímido, callado y solitario. No tuvo ni novias ni amigos.

En 1939 se graduó en Los Ángeles High School, como cuenta en su novela La senda del perdedor, y entonces fue cuando todo cambió. Una tarde, ojeando las estanterías de la Biblioteca Pública de Los Ángeles, en West 5th Street, descubrió Preguntale al polvo de John Fante y, con él, el realismo sucio.

Fue acumulando trabajos uno tras otro como cromos de una colección. Escribió alguna poesía, algún relato breve, pero no fue hasta los 51 años cuando vio que podía ganarse la vida con la máquina de escribir y publicó su primera novela, Cartero.

Entre tanto encontró un empleo como funcionario de correos en la Terminal Annex del centro (inspiración para su debut) y se casó con Barbara Frye, alter ego del personaje de Joyce en Cartero. La relación no duró demasiado y al poco tiempo se divorciaron. Después conoció a Frances Dean, en el hostal 1623 de North Mariposa Avenue, un lúgubre antro del Hollywood este. Con ella tuvo a su única hija, Marina, que nació en 1964.

Un hombre afortunado

Bukowski era un hombre muy poco atractivo y no fue hasta que empezó a tener éxito como escritor cuando las mujeres comenzaron a acercarse a él. Como la relación con Frances Dean tampoco cuajó, conoció a la escultora Linda King, con la que mantuvo una turbulenta aventura de amor, maltrato, gritos e infidelidad durante varios años. Juntos se instalaron en un chalet en De Longpre Avenue y más tarde se trasladaron a Edgerwater Terrace, en el barrio de Silver Lake. Con ella no se casó, pero sí con Linda Lee Beighle, que se convertiría en su última pareja.

Los 70 fueron una buena época para Bukowski. Empezó a ganar nombre como escritor y, con él, mucho dinero. Además de las apuestas, se permitía el lujo de ir a comer en el restaurante Musso & Frank Grill, uno de los más populares entre las estrellas de Hollywood. Allí solía pedir cordero y vino blanco dulce para acompañar. Lejos quedaban los años de malvivir, pasando de pensión en pensión, de casa en casa, y para gastar sus últimos años Bukowski se trasladó a San Pedro.

Fue su época más tranquila. Pasaba las tardes en el hipódromo de Hollywood Park. Por las mañanas se dedicaba a escribir poesía en el patio de su casa y comenzó a recoger gatos de la calle. Aunque había llevado una vida de excesos, disfrutó una considerable buena salud hasta el final. Tras recibir quimioterapia en el tratamiento contra la leucemia, Charles Bukowski murió el 9 de marzo de 1994 en el hospital San Pedro Peninsula. Cinco días después fue enterrado en el cementerio Green Hills Memorials Parks, en el Rancho Palos Verdes.

jueves, 20 de mayo de 2010

CÓMO COCINAR UN CRUCIFIJO. Javier Krahe



Por este corto, que rodó, ¡en 1978!, Javier Krahe, le piden al autor una fianza de 192.000 euros

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EN LA CÁRCEL DE SAN PEDRO. Miguel Sánchez-Ostiz


NO, no es el sello de ninguna discoteca, sino el del control de entrada a la cárcel de San Pedro, en La Paz.
No he ido en el famoso tour turístico o tour de la cocaína, porque ese lo prohibieron el año pasado, -"La cárcel más loca del mundo", decían las crónicas y lo era y lo es-, sino a visitar y a almorzar con una persona que lleva 20 meses presa a la espera de juicio. La otra cara de la Bolivia del cambio. Cara oscura que solo la militancia hace invisible.
Lástima que estuviera prohibido sacar fotografías. Además había cacheo en la entrada, poco riguroso, la verdad, y un arco de detección de metales que no funcionaba.
Cúbiculos, pasillos estrechos, pasadizos oscuros, escaleras empinadas que dan a las celdas privadas, de pago, arañadas o inventadas en donde no hay sitio para nada... y un patio que es un pueblo o un termitero por el que no cesaba de circular gente: hombres, mujeres, niños. Los policías al otro lado de las rejas. Ningún vigilante a la vista. En la galería superior de esa ruina, ropa tendida, calzados, gente acodada...
La cárcel de San Pedro es un lugar de leyenda, por los políticos que han estado dentro, por los criminales famosos que todavía están, por el hacinamiento, porque es una ciudad dentro de la ciudad, con sus barrios, sus comercios, sus casas de comidas y cocinas humeantes y sus leyes, y sobre todo porque era un destino turístico de los gringos que iban a comprar cocaína que se hacía en su interior.
En otro lugar conté cómo el líder obrero Filemón Escóbar escribía en sus memorias que los ladrones salían por la noche de la cárcel a robar y regresaban una vez acabada su jornada laboral.
Ahora mismo, en la Sección Posta, que es en la que he estado, hay presos políticos y presos comunes, casi todos por tráfico de drogas, y de todas las nacionalidades. Tienen su propio equipo de fútbol que poco después del almuerzo ha desaparecido por un corredor estrecho y oscuro con su uniforme reglamentario. He saludado a un español, de Madrid, preso por tráfico, que está a la espera de una extradición. "Casi todos están por mulas", me han dicho.
Hemos almorzado en un rincón del patio, bajo una imagen del Sagrado Corazón de Jesús, en familia, entre amigos, como si no pasara nada y aquello fuera lo más natural del mundo.
Un patio con mesas protegidas con sombrillas, que es a la vez cancha de baloncesto, de balonmano y de ping-pong, y galería comercial, un bar y dos tienditas: "Tiendita El Amigo", decía una de ellas.
Algunos reclusos mataban el tiempo mirando al infinito, otros secreteaban en un rincón o jugaban al ping-pong, y otros más llevaban vida familiar con sus mujeres e hijos.
Un ex ministro de Evo Morales, encerrado por corrupción, ha pasado un par de veces sin vernos.
Los hijos de otros reclusos, chicos de primaria, que también viven en la cárcel con toda su familia, han venido a que el tata les de la paga del día. Y en la reja las enamoradas besándose a través de los barrotes con sus enamorados.

Miguel Sánchez-Ostiz ha vuelto a Bolivia, a patear morgues, cementerios, cárceles de La Paz, a escuchar conversaciones y observar respetuosamente, a fotografiar puertas, pintadas, mendigos, manifestantes... Su recorrido se puede seguir en http://vivirdebuenagana.blogspot.com

BUKOWSKI EN LOS SÁBADOS NEGROS


Próximo Sábado Negro en Traficantes de Sueños

Sábado 22 de Mayo de 2010 a las 18:30 horas

Calle Embajadores, 35, local 6 - Lavapiés - 28012 Madrid
Teléfono: 915 320 928
http://www.traficantes.net

En esta ocasión trío de ases: pondrán música de Ali Farka Touré, Luis Gállego hablará de PULP, de Bukowski, la novela recomendada del mes de mayo, y estará presente Paco Ignacio Taibo II, uno de los autores más destacados de novela negra y organizador de la Semana Negra de Gijón.

miércoles, 19 de mayo de 2010

LA VIEJA por Gemma la Santa.


Volver a los diecisiete
decía Violeta Parra,
y se ha escrito tantas veces
el mismo poema, el regreso, el Uróboros
comiéndose en el inicio concreto
del retorno. Y no se trata
de escapismo, estimadas lectoras: es algo
tan simple como la evanescencia,
la calle y su pólvora, el restaurante
chino, su nombre traducido como
dragón o superfénix. Los coches
regresan a sus propios diecisietes,
las abuelas con sus carros de la compra
de vuelta al nacimiento,
los chavalines en las discotecas
tragándose la materia sintetizada de un ángel.
Ellos asisten a su infancia.
La chica que llora en el lavabo
regresa a su aliento una y otra vez.
Los inmigrantes con su anillo de luz,
los trabajadores retrocediendo a sus hipotecas,
todas las copias del top-manta
regresan a los oídos con su inanidad.
Sólo yo sigo envejeciendo,
con esta sangre puesta en los labios,
sólo yo sigo envejeciendo
con esta mirada que no cabe en su ojo.


Gemma, la Santa.

LA ELECCIÓN por Velpister.


Cierras los ojos. Un bareto de Los Vinos. Una tarde perdida, agotando los restos de vuestro fracaso, ya no quedan muchas astillas a las que agarraros y os encontráis como dos náufragos, camináis hasta allí por inercia. Inertes. Bebéis para soportaros. Ya no se ríe de tu risa, la detesta sin disimulos. Resignado, aburrido. Quieres estar con ella, pero estás deseando quedarte solo. Ya nada os une, no como antes, vuestras charlas, las discusiones, la literatura, tus dibujos ni vuestros cuentos ni el piano ni el sexo. Todo perdido, lo sabéis. Quiere apurar el final, pero tú te resistes. No mucho, de todos modos quieres quedarte solo. En la barra, no recuerdas por qué, esperando a que os cobren o simplemente de pie, pasa un camarero. Se agacha a coger un librillo de papel del suelo, a tus pies.
-¿Es vuestro esto?

Lo mueve impaciente delante de vuestras caras.

Piensas. ¿Es mío? Sí ¿Debe serlo? Porro o mamada. Porro o mamada.

-Sí. Es mío. Gracias.

Se enfada. Tenéis una discusión inútil.

-¿Cómo que es tuyo? Te recrimina cuando se aleja el camarero.

-Pues ya ves.

-Sabes que no me gusta.

-Pues ya ves.

Os veis un par de veces más, sólo os queda despediros a conciencia, saber que no os perseguiréis, que no os desearéis, que todo queda claro, que no queréis despediros siquiera con un beso.

Y hoy que te va así de mal y a ella todo, absolutamente todo, le va bien y sigue siendo tan lista y arrebatadora, te verá aquí, arrugado, pequeño y pensará:

-¿Ves? Tenías que haber elegido mamada.

Muchas veces piensas en aquello. Te echas con los ojos cerrados y recuerdas aquella mamada que no fue. Después todo se te pasa y repites.

-Elegí bien.


Velpister

DÍA DAS LETRAS GALEGAS


ola amigas/os, compis,

para os que vos interesa a poesía galega ou algún/ha poeta dos que recitan, o mércores andaremos por lavapiés botando versos co gallo das letras...

un bico e ganas de vervos

Ana

www.anacibeira.blogspot.com

DÍA
DE LAS LETRAS GALEGAS EN LA UNED

El próximo 19 de mayo se celebra el Día de las Letras Galegas y el Club de Lectura de la UNED ha organizado un recital poético que tendrá lugar en el Centro Asociado de Madrid, Centro de Zona de «Escuelas Pías» (c/ Tribulete, 14), el próximo 19 de mayo, a partir de las 19:00 h.

martes, 18 de mayo de 2010

VINALIA TRIPPERS BLOG: Colaboraciones.


Si os interesa colaborar en el blog de


podéis hacerlo enviando vuestro textos, imágenes, videos, poemas -recordad la temática de este número- a la dirección:


también, si os interesa reservar algún ejemplar, podéis ir haciéndolo en la misma dirección...

oro puro que es

MIEDO por Julia D.Velázquez.


Miedo que a veces me consume
miedo que traiciona mi voluntad
miedo que arranca ilusiones
miedo que anula mi sentido
miedo a lo pasado
miedo genético
miedo inculcado
miedo que irrita el presente
miedo que me deja en carne viva,
que pica, que duele, que me hace estornudar
miedo que sale entre las sabanas y se cuela en mis sueños

Miedo que se esfuma entre tus brazos
brazos que cierran heridas
brazos que dan aliento
brazos que curan el miedo.


Photo & Poema by Julia D.Velázquez,
del blog Gente Triste.

Bambino: