La poesía es un caramelo envenenado
en la puerta de la iglesia. Lo dijo el poeta:
No entregues balones de fútbol a los lisiados,
dales hostias consagradas y que recen.
Hay tantos poetas como dioses pero nadie
les escucha, porque escriben hoy palabras sin aliento.
Sólo ofrecen partituras al ciego
y turrón al mellado
y carbón al minero.
Hay que ofrecer vino al borracho, drogas al yonki,
y sexo a la ninfómana.
El poeta es una puta brasileña
que se engaña y que la engañan por dos duros,
que la chupa por dos duros
mientras piensa en otra cosa.
en la puerta de la iglesia. Lo dijo el poeta:
No entregues balones de fútbol a los lisiados,
dales hostias consagradas y que recen.
Hay tantos poetas como dioses pero nadie
les escucha, porque escriben hoy palabras sin aliento.
Sólo ofrecen partituras al ciego
y turrón al mellado
y carbón al minero.
Hay que ofrecer vino al borracho, drogas al yonki,
y sexo a la ninfómana.
El poeta es una puta brasileña
que se engaña y que la engañan por dos duros,
que la chupa por dos duros
mientras piensa en otra cosa.
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Hay tanta verdad hoy en las palabras del poeta
como en los anuncios de crema anticelulitis.
como en los anuncios de crema anticelulitis.
Jorge Barco, inédito.
Tremendo!!!!! Me lo apunto en mi blog para colgarlo si no es problema.
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