Los viejos que van en zapatillas por la
calle
como si el mundo fuera un pasillo
y todos los caminos, el camino de la alcoba al
baño.
Nos miran sin entender para qué o quién nos
vestimos
por qué nos acicalamos para ir al
matadero.
***
“Cuando te hace falta”, dice la mujer
al pasar bajo mi ventana, “aunque sea
arrancas piedras con los dientes.”
Y se aleja masticando el vacío
con dientes mellados de tanta falta.
***
Hemos elegido perder eternamente
para no mancharnos las manos.
No parecemos reparar en
cómo se mancha la conciencia
mientras nos quedamos quietos.
Cómo se llena de verdín
y se hace resbaladiza.
para no mancharnos las manos.
No parecemos reparar en
cómo se mancha la conciencia
mientras nos quedamos quietos.
Cómo se llena de verdín
y se hace resbaladiza.
Me niego a perder eternamente...
ResponderEliminarun abrazo!