domingo, 27 de octubre de 2013

EL LENGUAJE DE LOS PUÑOS


Hace tan solo unos meses, por razones que no vienen al caso, pero de la más diversa índole, pensé que por el bien de mi escritura y el mío propio, debía alejarme durante un tiempo del mundanal ruido. Así lo hice. Eliminé el blog que por entonces administraba. Suprimí mi cuenta en el Facebook. Y dejé de estar pendiente del puto teléfono. Por supuesto, estaba inmerso en una depresión de cojones. Que parece que, por fin, ya ha quedado o va quedando atrás. El caso es que en este tiempo se han producido cambios significativos en mi vida, cambios parece ser que a mejor, y vuelvo a tener el ánimo necesario para, de momento, abrir este nuevo cuaderno de bitácora y con el tiempo, quizá, regresar a las redes sociales. Aquí te podrás encontrar con toda esa cultura- léase libros, música, películas, vídeos y otras historias- que hace más llevadera mi vida. Una vida muy cercana al ascetismo y dedicada ahora, más que nunca, a la escritura y al estudio. Además, en este tiempo, han visto la luz algunos proyectos más que interesantes en los que he tomado parte y de los que, aunque sea tarde y a destiempo, quiero dar cuenta. En resumen: Si te pasas por este cuaderno espero que haya algo, algún día, que sea de tu interés. Así que ya solo me queda por decir lo que suele decirse en estos casos: Bienvenido, bienvenida, a esta, así lo espero, tu casa.

David González, del  blog El lenguaje de los puños.

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