Photo by Danielle Bedics
37 hijos de Satanás brindan a la salud de Bukowski en un libro que dejará una resaca brutal
viernes, 31 de diciembre de 2010
ABISMOS TAPADOS POR EL PUDOR
jueves, 30 de diciembre de 2010
LAS TRES DE LA MAÑANA. Ekaitz Ortega
La tres de la mañana es la barrera,
cuando tienes un problema.
Sudas en la cama y llega el miedo
aunque duerman a tu lado
(peor cuando estás solo)
algo se mete en tu pecho
y quieres aullar o golpear.
Duele y no va a parar
aunque siempre hay mañana, dicen.
Podrás huir con el tiempo,
como intento al escribir esto.
Sé que son las tres y diez
que me queda tanto por pensar
y ahora nadie me salvará.
http://ekaitzortega.blogspot.com
LA LUISA, ALLÁ POR 1940.
Para Reyes y Gsús
A la Luisa la ajusticiaron
a las cinco de la tarde
y Dios presente
y también sus representantes en la tierra
y la Luisa y los demás que iban con ella
en el albero.
La Luisa alzó el puño
y sobre el ruedo llovieron las balas
casi al mismo tiempo.
A la Luisa la ajusticiaron
por levantar un puño
en varias ocasiones
y los representantes de Dios en la tierra
murieron de viejos
y sus voces se escucharon tantas veces
que pareciera que el puño de la Luisa,
jamás gritó.
Hay demasiados Dioses,
demasiados representantes,
demasiados muertos
para que estos últimos
no sean oídos.
Es imposible que Dios esté tan sordo.
José Naveiras, del poemario Todavía Muertos (Amargord, 2010).
CANTARME LA VIDA por Mis largos pies.
sentirte oscilando entre el final de la espalda y el principio del culo
que me soples esos dos centímetros
y que tengas los cojones de mirarme las lágrimas cuando brotan
ahí
y me huelas todas mis bocas
mañana
y tú entrarnos tramposos, y quedarnos con prisa
y yo poner el corazón de puntillas hasta tocarte
quedarme colgada, y volverme loca, y loca
correrme en ese trocito
eso, poner todas mis gotas en esa puntilla
mañana
y reírme otros
y llorarme dos
y tú, vida, correrte en mis lágrimas
en el debajo de mis ojos llenos de lágrimas
para que no duelan
pringadas de ti
para hacerlas tú.
decirte mil veces qué bien me dices
qué bien me soplas el final de la espalda
qué bien me haces
haces
amo.
miércoles, 29 de diciembre de 2010
martes, 28 de diciembre de 2010
PLUM EL MISTERIOSO por Luis Miguel Rabanal.
Plum era el más pequeño y recordó más tarde haber vislumbrado un día un resplandor curioso que descendía del monte, como en ascuas se recuerda la confusa niñez que embarga tanto, y dijo a sus amigos cosas coloradas y aventuras terribles. Confesó ser el pionero que echado en la tierra escucha llegar la nieve, se jactó de mirar desde el fondo de sus gafas nuevas la cercanía de lo que bulle: cangrejos podridos en la orilla, el humo agrio de las casas o acaso el feriante que llegaba de lejos a alegrar sus risas fastidiosas.
Nadie lo escuchaba como él quería y decidió hacerse a la mar con unos pocos de sus íntimos secuaces. Desde allí escribiría largas cartas de desprecio y tal vez, amenazaba, una horda bajo su mando férreo hiciese añicos la muy poca vida que le quedaba a la aldea de sus padres.
Y se construyó la noche igual que siempre y mientras el frío envolvía el necio pensar de los mayores, alguien, no lejano del todo, lloraba como ayer porque ese terror que ahora le aferra la garganta tampoco hoy era posible...
lunes, 27 de diciembre de 2010
domingo, 26 de diciembre de 2010
Un fragmento de DIOS NUNCA REZA (Patxi Irurzun)
Para José Ángel Barrueco y Marta, con mis mejores deseos.
Martes 19 de agosto
Hoy hemos tenido ecografía. Con el anterior embarazo, Malen y yo no llegamos a convencernos realmente de que seríamos padres hasta la mañana en que vimos por primera vez a Urko en el monitor. Hasta entonces todo parecía sólo una prolongación de ese juego despreocupado de enamorados en el que se inventan nombres para hijos que no nacerán todavía, que quizás nunca nacerán. Malen y yo habíamos jugado muchas veces a aquel juego. Supongo que estábamos muy enamorados. Por lo menos tanto como todos los enamorados.
Nos conocimos en el barnetegi, un internado para estudiar euskera, en Lazkao.
Los dos estuvimos allá casi un año, un paréntesis en nuestras vidas mientras decidíamos qué hacer con ellas. Después yo hice el viaje a Filipinas y cuando volví ella todavía estaba esperándome. Durante los primeros meses de nuestra relación hablábamos entre nosotros en euskera, incluso hacíamos el amor en euskera. Después, un día, de repente, nos pasamos al castellano, y poco a poco nos fuimos olvidando de todo lo aprendido. Es curioso, mi vida ha sido una sucesión de cursos que no me han servido para nada, de esperas en las colas de las oficinas de empleo, de idiomas que se olvidan, de novelas en las que inventaba ese limbo al que van a parar los niños que nunca nacen pero tienen nombre. Como si en lugar de una vida fuera un simulacro. Al menos fue esa parte de mí, la que nunca llegaba a suceder realmente, la que hizo que Malen se enamorara de mí.
—Me gustó que fueras escritor. Me halagaba pensar que alguien sensible e inteligente se fijara en mí —solía decirme.
Pero a mí lo que me gustó realmente de Malen fue su culo. Todavía me seguía gustando. Mucho. A veces, cuando paseamos por la calle, dejo que se adelante unos metros sólo para mirarlo hipnotizado; o cuando por las noches nos acostamos y ella se coloca de espaldas a mí mi pene se desenrosca inmediatamente, como una serpiente encantada. Incluso a pesar de que sepa que no haremos el amor.
Malen, por su parte, nunca se ha sentido especialmente atraída en lo físico por mí y no tardó en comprender que a los escritores es mejor no conocerlos, que en realidad no son ni tan sensibles ni tan inteligentes, y de ese modo su pasión -al menos estos últimos meses- se ha ido escurriendo igual que un helado de una fruta de nombre exótico pero un sabor de regusto insulso.
—Es el cambio hormonal. El embarazo —trata de disculparse.
Como si June fuera una extraña que se ha entrometido en nuestras vidas, en nuestra propia cama. La niña, sin embargo, se esfuerza para que le hagamos caso. Esta mañana su pequeña figura ha aparecido plácidamente tumbada boca arriba, mostrándose con descaro. Incluso ha sacado la lengua cuando la ginecóloga ha enfocado su rostro.
—¡Uy, que descarada! —ha dicho Malen.
La he mirado sonriendo a los ojos y en el charquito que resplandecía en ellos he visto reflejado todo lo que quedaba en medio de la atracción física o intelectual, todo lo que realmente hace que nos queramos: el mismo sentido del humor, el mismo inconformismo, la misma capacidad de sorpresa, todavía y a pesar de todo, ante la vida…
Después he vuelto la mirada hacia el monitor y he distinguido un puntito que palpitaba agitado.
-Es el corazón- ha dicho la ginecóloga. Su voz sonaba fría, desprovista de emoción. Pero era normal. Tan normal como la vida misma. Para nosotros ese latido es el latido del mundo, pero ella descubre un nuevo corazón cada cuarto de hora.
-¿Qué tal tiene el pie? -ha preguntado Malen.
En la anterior ecografía nos dijeron que tal vez el pie derecho de June estuviera torcido. Apenas hemos vuelto a hablar de ello, tan solo haciendo bromas que traten de disimular nuestra preocupación (a veces la llamamos la cojita). Pero es pronto para asegurar nada, dicen los médicos.
-Yo no veo nada raro, pero es difícil apreciar algo así, en todo caso es algo que se soluciona con ortopedia, durante el primer año, no tenéis que preocuparos, la niña está muy bien, y es muy grande, muy hermosa -ha dicho la ginecóloga.
Cuando hemos salido de la consulta he vuelto a tener la misma sensación que con las ecografías de Urko, o el día de su parto, o cada noche cuando lo acuesto, la sensación de que mi existencia, al fin, deja de ser sólo un simulacro y se convierte en algo real.
Malen yo nos hemos besado. No ha sido un beso como los de antes, cuando nuestras lenguas se convertían en dos látigos que azotaban el corazón y le hacían sangrar esperma y jugos vaginales, pero ha sido un beso de verdad, de dos personas que todavía se aman.
sábado, 25 de diciembre de 2010
MI OTRA NAVIDAD by Iñaki Estévez.
viernes, 24 de diciembre de 2010
AOLDE: Especial Erótico.
Estamos de nuevo aquí, ofreciendo la ración de cuento necesaria para seguir soñando. Esta vez, serán zonas erógenas (no solo del cerebro) las que busquen nuestros autores invitados a participar en este número especial.
Cuentos con suspiros ahogados, de lencería transparente, explícitos; manuales, sonoros; cachondos, burros, maniqueos; mordaces, románticos;
para amantes del dolor, para mirones, para fetichistas.
Cuentos en el límite,
sobre la hoja afilada de acero que separa lo que se muestra
de lo que se aparenta mostrar.
VISUALIZAR / DESCARGA:
http://issuu.com/alotroladodelespejo/docs/especialerotico
NOS CUENTAN:
Donatien Alphonse François [MARQUÉS DE SADE]
+
Ana Patricia Moya + Ángel Olgoso + Antonio Bordón + Carlos Salem + Cristina García Morales + Esteban Gutiérrez Gómez + Javier Serrano + José Naveiras + Lucía Fraga + Luís Morales + Luisa Fernández + Mª Jesús Silva + Marisol Torres + Miguel A. Martín + Mónica Sánchez + Noelia Herrero + Patricia Monge + Pepe Pereza + Rafael José Díaz + Silvina Luz + Susana Obrero + Sylvia Ortega.
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Miguel Ángel Martín
NOS ILUSTRAN:
Julio Santiago + Nares Montero + Bruno Chenon + María tapia + Jaime Llorente + Esperanza Covarsi Zafrilla + Ángel Muñoz (voltios) + Pablo Játiva López + Daniel Orviz + Luisa Fernández
BEATITUD: Entrevista por Edu Almiñana.
MECANISMO DE DEFENSA por Ángel Muñoz Rodríguez.
jueves, 23 de diciembre de 2010
VISCERALES: Próximamente en las librerías.
MIMOS by Pepe Pereza.
martes, 21 de diciembre de 2010
DOS PINTXOS DE '¡OH, JANIS, MI DULCE Y SUCIA JANIS!'
Mi polla era la polla de todos los muertos de hambre del mundo, de todos los enfermos y salidos, yo los alimentaba con fantasías, sanaba los carcinomas que habían hecho engordar la religión, la moral, el pudor, el rechazo, sí, mis películas interesaban a alguien, se convertían en objetos de culto, yo había nacido para eso, había nacido con ese don, aquella minga como una grúa, capaz de levantar todas la basura del mundo y arrojarla a la papelera –junto con unas cuantas servilletas de papel—.
Próximamente
Patxi Irurzun
En los años 80, Dick Grande, un barrendero “heavy” de Pamplona se convierte accidentalmente en estrella internacional del porno”. ¿El secreto de su éxito? Su privilegiada herramienta de trabajo (la “blakandeker”), sí, pero sobre todo su aspecto de hombre vulgar: tirillas y difícil de ver, cuando aparece en sus películas haciendo el amor con las mujeres más hermosas del mundo, los hombres solos, tristes y rotos creen que pueden ser como él.
Dick Grande recorre los santuarios secretos del porno “amateur” —La Habana, París, Bangkok, Manila, México DF…—, funda un movimiento musical (el porno-rock radikal vasco), financia involuntariamente con sus películas una guerrilla maoísta… Pero él también es un hombre insatisfecho, que solo persigue desesperadamente el corazón de la mujer que le introdujo en el mundo del porno: la dulce y sucia Janis.
Brutal y tierna, soez y poética, animal y, por ello, terriblemente humana, ¡Oh Janis, mi dulce y sucia Janis! se convierte, bajo la apariencia de una novela de género (erótico) en un pimpapúm social que no deja títere con cabeza y un artefacto infalible para hacer reír a mandíbula batiente mientras una pantera resopla en nuestra entrepierna.
Por fin una novela atrevida (que antes fue novela-blog y recibió medio millón de visitas), escrita a tumba abierta por un autor valiente para lectores valientes cansados de leer solapas de libros que nunca cumplen lo que prometen.
(Esteban Gutiérrez)
Me he reído un montonazo pero además me ha interesado mucho la historia, que de trivial no tiene nada. Creo que es mucho más que una novela humorística (...) Tamaña irreverencia en la que no se adentrarían jamás unos cuantos de "nuestros irreverentes" profesionales.
(José Luis Moreno Ruiz)
(Josu Arteaga)