37 hijos de Satanás brindan a la salud de Bukowski en un libro que dejará una resaca brutal
viernes, 31 de julio de 2009
EL TIGRE por David González.
un tigre en el antebrazo.
Bueno, no sé si era
un tigre o un leopardo,
algo así,
y se chutaba en las pintas
de la piel del animal
porque de esa forma
no se le notaban las marcas.
Y así siempre.
Hasta que un día
el tigre se cansó,
y le comió el brazo
de un mordisco.
David González, de El demonio te coma las orejas (1997-2008). Poesía de no ficción (Glayíu Editorial, 2008).
http://perdonameperoteamo.blogspot.com/
UN DÍA EN LA VIDA DE IKER JIMÉNEZ by Javier Esteban.
Javier Esteban, inédito.
http://noblearte.blogspot.com/
¡TORERO…TORERO…TORERO!, por Koldo Campos Sagaseta
Lo cité de lejos, mirando al tendido, y se vino hacia mí, ajeno a la suerte que el destino iba a depararle, decidido a embestirme con su hambre de gloria.
Tres verónicas más tarde, recorté sus urgencias con un oportuno afarolado y otra media verónica y un molinete más, antes de permitir que se alejara resollando su temprana frustración, buscando el burladero.
Cambié de tercio y, a falta de un caballo y su correspondiente picador, le asesté tres rejonazos que dejaron desnuda su ambición y tiñeron de sangre el redondel. Aquel blanco chorreao, de grana y oro, ya nunca sería el mismo.
Cambié otra vez la suerte y, uno tras otro, con maestría y gracia, le coloqué tres pares en lo alto. El primer par de palitroques en desagravio por los tantos toros muertos en siglos de festejos tan inmundos; el segundo par de banderillas, a la salud de la fiesta nacional; y el tercer par de garapullos, por si no comprendía el acertijo e insistía en llamar arte a la tortura.
El animal buscó las tablas, rumiando la inminencia del fracaso, mientras yo, chistera en mano, saludaba desde el centro del coso los desiertos tendidos, y un torero pasodoble rubricaba mi artística faena.
Muleta en mano acometí el último tercio en tandas cortas, medidas y elegantes.
Soltando gañafones y derrotes volvió hacia mí, buscándome la espalda. Lo recibí con un pase de pecho y otro más mirando hacia el tendido. Después un natural, cuatro redondos y un desplante maestro de rodillas.
Varié de mano para una nueva serie. Cuatro manoletinas en silencio, otro pase de pecho hasta cuadrarlo y, entonces, saqué el acero oculto en la muleta.
Ya estaba medio muerto el animal pero, irguió el testuz a falta de un respiro, como si me pidiera un nuevo aire, un imposible gesto de piedad.
Para que descansara la cabeza, puse a sus patas la bolsa del dinero, un titular glorioso a ocho columnas, un cortijo andaluz, un relicario, una tonadillera, un par de coplas, una mantilla negra… y cuando al fin, jadeante, reclinó su amenaza en busca de la fama, le asesté en todo lo alto una estocada que hizo rodar al torero por el suelo.
Después, a falta de un buen rabo, le corte los dos huevos y, yo mismo, me saqué a hombros de la plaza.
Este relato pertenece al libro Jack el destripador. Diario íntimo, recién salido del horno de la editorial Tiempo de cerezas, con dibujos de Kalvellido. En él, el famoso asesino, compinchado con Koldo Sagaseta, regresa para ajustar cuentas a unos cuantos indeseables.
jueves, 30 de julio de 2009
TORMENTA DE ARENA. Safrika
Nos sentamos sobre la arena - hace tanto viento-
había suspendido Paul Weller en el FIB, y nosotros cenábamos calamares
tras un cristal, mientras veíamos la arena deslizarse sobre si.
Después hiciste un comentario sobre el Sahara y la inmensidad,
fumamos algo, abrimos la petaca, yo no bebí porque no
me gusta
el whisky solo.
Con la luz encendida ya en casa, unos chicos que se marchan
del casco viejo miran hacia arriba y acabo de ducharme. Entran aquí con
los ojos y no me importa, mi casa está abierta, mi casa es una gran roca abierta,
- todo va bien, recuperaste la bicicleta robada-
sueño con helicópteros y con escribir en varanasi, una película fina de sudor
en la frente y el escote, es tarde, el viento ha parado,
pienso en Paco y en los astros, en accidentes de avión.
- todo va bien, es viernes y estás más delgada-
no hay enfermedades, no hay pobreza, sólo está este hilo
que te une con el resto, un hilo fino pero resistente, un hilo que estira
de la piel quemada por el sol en vacaciones.
Delhi, Jaipur, Agra, Varanasi. Un hilo y con la gente, Paul Weller no toca
por el viento, ¿qué temes?
- todo va bien, pronto nos fundiremos, hará tanta calor-
-todo va bien, mi amor. No hay nada de lo que
arrepentirse-
http://safrika.blogspot.com
ESTE AMOR NO ES PARA COBARDES. Nuevo libro de MARTIN ROLDÁN RUIZ
juventud post guerra interna encontró en los estadios y en las barras de los equipos de fútbol, esa identidad que un país destruido les había negado. El equipo de fútbol pasó a ser la religión en la cual creer y la barra, la patria por la cual luchar.
Este amor no es para cobardes se acerca a este mundo, que se nos hace tan cercano, pero que desconocemos en sus causas. Porque sus consecuencias solo se ven de un modo deformado por el amarillismo de los medios de comunicación. Con un estilo descarnado y sin concesiones estos relatos dan cuenta de la dinámica como organización, sus motivaciones, y maneras de pensar, son tan similares a como ha venido siendo el Perú desde sus inicios como República hasta lo que va del primer decenio del siglo XXI.
Este amor no es para cobardes, Grupo editorial Norma , Lima, 2009.
PRESENTACIÓN: Viernes 31 de julio a las 5.30 de la tarde, en la sala Blanca Varela de la Feria Internacional del libro. Vértice del Museo de la Nación (Avenida Javier Prado con Aviación). Lima.
Los comentarios estarán a cargo de los escritores Miguel Gutiérrez, Gabriel Ruiz-Ortega y del sociólogo Jorge Thierold. Habrá una representación del cuento "Ahora te mueres" a cargo de Johan Gamarra.
miércoles, 29 de julio de 2009
LAS RATAS. Josu Arteaga.
Si mis hermanas las ratas
Tuviesen la cola de pavos reales
Y no ese rabo pelado y frío.
Si viviesen en jaulas de oro
Y no en alcantarillas.
Si su grito fuera el canto del pajarillo
Y no el chillido inquietante.
Si cuidasen su pelo
Al modo de los felinos.
Si no oliesen mal
Ni odiasen al hombre.
Si fueran bonitas
Y amistosas con los niños...
Entonces, haríamos abrigos con su piel,
Alimento con su carne,
Dilataríamos sus ubres para ordeñarlas,
Las llevaríamos atadas por el parque
O engordarían con basura en las granjas.
Pero, por repugnar al hombre,
Están libres de explotación.
Seguid robando en las despensas
Arrancad los ojos de los retoños.
Os siento cada vez más cerca.
De ANTIVERSOS TERRORISTAS
BESSIE Y EL DIABLO. Patxi Irurzun
Cuando terminó, coincidiendo con uno de los relámpagos, un pequeño escalofrío le recorrió la espalda como una culebrita de hielo. La ginebra le quemaba por dentro pero se derramaba gélida por los miles de diminutos volcanes que le habían erupcionado en la piel. El corazón sudaba debajo de su lengua.
Contuvo las nauseas, se subió la ropa interior e intentó volver a la carretera sin tambalearse. Ella era una dama. Tal vez no pudiera entrar en sus blancos lavabos pero no hacía mucho ellos se peleaban por abrirle los retretes ciegos de sus almas para que los desatascara con sus canciones.
El coche esperaba junto a un polvoriento cruce de caminos. En los carteles de madera carcomida se leía: Cohaoma. Ante ellos se cruzaban enormes bolas de maleza enredada. Parecía que en cualquier momento fuera a aparecerse el diablo.
-Piérdete, muñeco- le diría entonces Bessie.
Los clubs en los que ella actuaba se abarrotaban, y en la calle el tráfico se embotellaba, la ciudad, el paÍs entero se colapsaba, caía rendido ante su voz limpia y enérgica, como de otro mundo hermoso y mejor, tal vez el mismísimo infierno. Ella no necesitaba vender su alma al diablo a cambio del don del blues.
-Vámonos- dijo Bessie, al subir al coche -Me parece que va a caer el diluvio universal, papi.
Por un momento había olvidado el nombre de su acompañante. Por su vida habían desfilado decenas de hombres. La mayoría le habían traicionado, pero quizás aquel fuera un hombre bueno, porque ahora no tenía nada; o quizás no: todavía le quedaba su garganta.
En realidad ya le daba igual.
Cerró los ojos y dejó que el traqueteo del coche adormilara su borrachera. Soñó que era niña y patinaba sobre un enorme campo de algodón.
De repente su cuerpo se desequilibraba, y se escuchaba un estruendo metálico, cristales crepitando, finalmente un silencio sepulcral, sólo roto por el hormigueo de la lluvia goteando sobre chapas desvencijadas.
-Ay, papi ¿que ha pasado?
-Este cacharro, se ha vuelto loco... Ni siquiera a los coches les gustamos los negros en este Mississipi del demonio. ¿Estás bien, reina?
- No. Creo que me he arrancado un brazo.
Un hierro afilado, en efecto, había desgarrado el antebrazo de Bessie, como si fuera el de una muñeca de trapo. La sangre serpenteaba hasta su mano y se confundía con el esmalte de sus uñas, pero ella no sentía su caricia helada, ni era capaz de controlar los movimientos de los dedos.
-Sácame de aquí, papi- imploró.
Tenía miedo.
Bessie cantaba con su corpachón sinuoso, de pechos caudalosos y anchas caderas, inmóvil, aunque cualquier leve movimiento, un requiebro de su muñeca en el aire, resultaba insoportablemente voluptuoso, un regalo añadido a su voz milagrosa.
No quería perder el brazo. Cuando pensaba en él, y él no respondía, como si fuera una parte del cuerpo que no le perteneciera, la noria que hasta entonces la ginebra había hecho girar, pausada, regularmente, en su cabeza daba violentos bandazos.
-No te preocupes, nena- intentó tranquilizarla el hombre.
Comenzó a apartar los hierros retorcidos , hasta que abrió un hueco por el que introducir sus manos hasta las axilas de Bessie. Entonces estiró de ella delicadamente; es decir, con todo su alma.
De la garganta de la cantante brotó un alarido que parecía formar parte de la tormenta. El dolor empujó la noria en la que se balanceaba al corazón más turbio de ésta. Las ruedas de sus patines hacían saltar chispas, dejando tras de sí enormes bolas de fuego.
Cuando volvió en sí estaba en brazos del hombre, que caminaba renqueante bajo la intensa lluvia. Por su cara azulada zizagueaban gruesas gotas, que apartaba con sus jadeos.
-Déjame, en el suelo, papi- consiguió murmurar, al cabo de unos metros -Si no quieres que nos descalabremos los dos.
El hombre dejó a Bessie en el camino, con los tobillos hundidos en mitad de un charco, y se dobló exhausto sobre sus rodillas. Había anudado un rudimentario torniquete alrededor de su brazo herido. Ella, al verlo, se sintió más segura y aguantó de pie.
Cohaoma, la última ciudad por la que habían pasado, aparecía espectalmentre iluminada de vez en cuando por algún relámpago, a medio kilómetro. Caminaron a duras penas hacia ella. Cuando llegaron ya había anochecido. Continuaba lloviendo, con rabia, y por las calles embarradas no vieron a nadie que pudiera ayudarles. Detrás de las persianas se adivinaban ojos que acechaban. Finalmente encontraron un dispensario. Mientras su "papi" aporreaba la puerta, Bessie se derrumbó en el escalón de entrada. Un charquito de sangre se formaba cada pocos segundos bajo su brazo. La lluvia lo arrastraba pero volvía a dibujarse, cada vez con un color más oscuro.
-Ya, va, ya va- se escuchó tras la puerta una voz malhumorada..
Apareció una enfermera vestida de blanco.
-¿Que quieren?- preguntó, más amablemente.
Pero lo hizo antes de reparar en ellos.
El hombre señaló a Bessie, en las escalera.
Ella miró a le enfermera con sus grandes ojos cuajados de la tristeza y el dolor más profundos de cualquiera de sus blues, pero la enfermera los evitó como si se trataran de los de un animal salvaje herido.De hecho, para ella, se trataba de eso.
-No puedo ayudarles- dijo, cerrando la puerta.
-¡Está herida, se está muriendo!- gritaba desesperado el hombre, aporreando de nuevo la puerta furioso, hasta que los nudillos se le despellejaron.
-Vámonos de aquí, papi, no quiero palmarla aquí, así...
Bessie consiguió ponerse de pie, sujetándose el brazo desgarrado, pero cayó desmayada sobre él.
Columnas de humo negro, sobre sus patines en llamas, cubrían el cielo, y los blancos algodonales se consumían bajo ellas. Luego, volvía a llover, y Bessie se despertaba otra vez en brazos de su hombre, bajo la tormenta, en los caminos enlodados, o en la sala de espera de otro dispensario, y siempre había una enfermera que decía:
-No puedo ayudarles.
Y entonces su hombre suplicaba:
-¿Pero no sabe quien es? Es Bessie Smith. La gran Bessie Smith. La reina del blues.
Y ellas respondían:
-Yo sólo veo una negra borracha.
Bessie murió desangrada , de hospital e hospital, en brazos de aquel hombre, sin saber que era un hombre bueno, que lloró por ella y por todo lo que moría con ella, por todos los hombres y mujeres que convertía en mujeres y hombres hermosos y mejores cuando cantaba.
Las lágrimas de aquel hombre bueno se disolvieron en la tormenta sin que a nadie le importara.
V AGOSTO CLANDESTINO (LOGROÑO)
Martes, 4 de agosto. IRJ, 20.00 horas.
YOLANDA CASTAÑO
Presenta: Enrique Cabezón
Jueves, 6 de agosto. IRJ, 20.00 horas.
LUIS BAGUÉ QUÍLEZ
JOAQUÍN JUAN PENALVA
SOFÍA CASTAÑÓN
Presenta: Sonia San Román Olmos
Del 7 al 31 de agosto. Museum Pub&Café. 16.00-02.00 horas.
EXPOSICIÓN: MÚSICA PARA TUS OJOS
Diseño discográfico: Enrique Cabezón, Óscar Ortega y Víctor Zapata
Jueves, 13 de agosto. IRJ, 20.00 horas.
MARIANO PEYROU
MARÍA JOSÉ MARRODÁN GIRONÉS
Presenta: Odón Serón
Viernes, 14 de agosto. Santo Domingo de la Calzada (lugar por determinar), 20.00 horas.
PLANETARIO. SIETE POETAS DESDE EL PLANETA CLANDESTINO
Jueves, 20 de agosto. IRJ, 20.00 horas.
Viernes, 21 de agosto. Salón de Actos. Centro Municipal
de Cultura. Haro, 20.00 horas.
Sábado, 22 de agosto. Cafetería La Comedia. Calahorra, 20.00 horas.
EDUARDO MILÁN
EDUARDO FARIÑA
Jueves, 27 de agosto. IRJ, 20.00 horas.
BÁRBARA MINGO COSTALES
DAVID CÁNOVAS WILLIAMS
Presenta: José Luis Pérez Pastor
Viernes, 28 de agosto. Centro Joven (Arnedo), 20.00 horas.
ATADOS EN CORTO: POESÍA Y CINE
Proyección de cortometrajes y mesa redonda
Sábado, 29 de agosto. Biribay Jazz Club, 22.30 horas.
Fiesta de Clausura, en concierto:
ELCUARTOVERDE
ENBLANCO
martes, 28 de julio de 2009
AHÍ FUERA, Pablo Casares
AGUA DE LOURDES. Óscar Sipán
CUANDO VOLVAMOS A TRANSILVANIA. Nacho Abad.
bibliotecainsolente.blogspot.com
lunes, 27 de julio de 2009
NINGÚN PROFETA by José Ángel Barrueco.
me vienen a la cabeza
nombres de poetas
amigos y admirados
llevo en un bolsillo
el relato beatitud
de vicente muñoz álvarez
para guiarme en la ruta
por la ciudad blanca
me gustaría traducir
lo que veo y siento aquí
con la misma sobriedad
de karmelo iribarren
y al entrar en una librería
me acuerdo de
mi hermano david gonzález
y le compro un poemario
de josé luis peixoto
los nombres de los poetas
amigos me acompañan aquí
como si todo fuera literatura
como si supieran en secreto
que deben iluminar mi rumbo
en el tranvía abro al azar
un libro de peixoto y leo
un poema
el tren corre implacable
deslizándose hacia
nuestro futuro,
hacia la extinción
hacia la extinción:
porque será entonces
cuando
estos poetas y yo
seremos estimados.
José Ángel Barrueco, de Los viajeros de la noche (inédito).
ELOGIO DEL PROXENETA
Por la noche no tengo más remedio que enojarme. Tanto escribir en el cuaderno abreviaturas de mi vida que romperé, lo mismo que rompí los doscientos cincuenta y tres cuadernos anteriores, y eso que eran bonitos y de una elocuencia majestuosa y sensible, me alcanzan noticias de C., el Don C. de tres al cuarto, que reclama reunirse conmigo en Sants. Si decido ir a su encuentro, ¿qué hacer ahora con mi cama nueva?, y si me niego, ¿qué con Clarita, su rehén precioso y maculado?
Luis Miguel Rabanal, de Elogio del proxeneta (Ediciones Escalera, 2009)
sábado, 25 de julio de 2009
1 POEMA de Carmen Ruíz Fleta.
viernes, 24 de julio de 2009
jueves, 23 de julio de 2009
UN HOMBRE NEGRO DENTRO DE UNA MUJER BLANCA
LA RESACA DURA
Un montón de nada /Charles Bukowski, por Ricardo Hernández Delval, en 'Centro de inteligencia política'.
Bukowski, el gato y sus cojones, por Javier Márquez en 'Al otro lado del río y entre los árboles'.
22-6-2009 by Carlos Gutiérrez Horno.
de las nubes
me absorbió...
me he dado
cuenta
de que toda
verdad
se basa
en la tierra, hombre&cielo
en equilibrio,
me da pena
ver a tantos
despojados
de la naturaleza,
y ahora comprendo
la teoría
de mis cuerdas,
la hipersensibilidad
no es nada
más
que la sensibilidad
de los tres
elementos
que conforman
la esencia,
se volvió
en contra
de mí
cualquier
chapuza
anterior
y no tuve
otra
que sonreír,
que dejar
crecer
mis uñas
como
si se tratasen
de una raíz,
que
en cierto
modo
es así,
soy tan planta
como el cactús,
soy tan
aire como el cielo,
soy tan
puro
y tengo
también
cuatro
dimensiones
como las
nubes
y la luz,
impasible,
esperando,
quizá
ya no beba
tanto
whisky/ginebra
sin hielo,
quizá
me dedique
a limpiarme
más,
ya no soy
aquel
joven
obsceno
y evasivo
de los viernes
y de su vida,
vivía
tan rodeado
de lágrimas,
de excusas
baratas,
de la necesidad
de mis pupilas
dilatadas
sin más,
sin ver más allá,
ya - ahora -
más en mí,
ahora mis
pies
contienen
arena,
mi corazón
lluvia
y mi mundo
espiritual
algo
de materia, - la esencia de lo que no pude bajar -
es mejor
callarse,
no comprenderían
todo
lo que conlleva
la actitud
de tener
en cuenta
al espíritu
en su fluidez
de mi existencia,
lo comprendo
nadie
les dijo
nada
de que viviesen,
que su fluidez
es mecánica, - si la hay en la cuna del ser humano -
forzada,
y he comprendido...
que no todo
lo bonito
es la verdad
objetiva
y todo eso,
tan natural
es el olivo
que conozco
como la
selva
que deseo,
y he comprendido...
que ambas
son tan necesarias
para
que yo pueda
crecer
en mí
mismo.
Carlos Gutiérrez Horno, inédito.
http://percepcionesindebidas.blogspot.com/
LA CARRETERA MUERTA de Gabriel Oca.
Libro gratamente sorprendente, editado por Eclipsados. Las aventuras de un heroinómano, narradas en primera persona por él mismo. Un libro estructurado en seis capítulos. Un libro-vida, pues todo lo que se cuenta en el no son, ni mucho menos cuentos, sino la vida, la vida tan real y decarnada, tan cruda y tan bien hecha, tan dulce y tan puta. Un gran libro, si señores. Y que enseña muchas cosas. El autor ha de regalarnos con más y más de sus memorias. Mucho talento posee. Y sería una pena no volver a leer de él.
Andrés Ramón Pérez Blanco, del blog Kebran.
.
http://www.editorialeclipsados.bigcartel.com/
miércoles, 22 de julio de 2009
ESCRITO EN LOS MÁRGENES. Patxi Irurzun
Yo tenía 13 o 14 años y aunque no sabía qué era un canon literario ni con qué criterio se establecían las listas de los libros recomendados (sobre todo en los suplementos culturales de los periódicos—bueno, eso sigo sin saberlo—) anotaba en un cuaderno todo lo relacionado con mi incipiente carrera de narrador: la fecha de cada cuento que escribía (unos dos o tres cada día), las ideas geniales para las novelas con las que asombraría al mundo y, también, los títulos de los libros que más me habían gustado y de los que echaría mano cuando, después de ganar el Premio Nobel, inevitablemente me preguntaran aquello de: ¿y cuáles son los autores que más han influido en su obra?
NUEVA SALVAJADA DE 'LA BANDA DEL ABUELO'
Malpaso
LA CORRECTORA by Kike Babas.
Hay tanto que pensar en la colocación de una coma, que cambia fuerzas y ataja, que despista o no despista. Al infinito se llega al poner bien los dos puntos, al pensar en cada acento, al ronronear, crick crack, tarjeta sobre tarjeta.
Larga noche la tuya, correctora, noche de tensión y plazo de entrega.
Se agotaba el plazo pero llegó tiempo, con sonrisa macabra, rostro bajo el pelo, minifalda de encías y peinadas ojeras. Si no falla la ayuda, no falla la entrega.
“El libro está corregido, la noche no fue tan severa”, se dice la correctora, se convence. “Ayer fue noche de curro”, se entusiasma, “hoy me toca noche alegre”.
www.loskikes.com
AL LADO DEL CLUB NAÚTICO by Pablo Casares.
martes, 21 de julio de 2009
Cerveza Kilimanjaro para la sed del motero. Miquel Silvestre
AUTORRETRATO by Yolanda Castaño.
Hace tiempo que un animal vive nutriéndose del olvido. Pero yo soy la ventrílocua, yo, la tirana loca, la analfabeta. Con el magnífico libro de las venturas agazapado en la vulva. La que no comprendió nada pero lo sintió todo. Soy la ventrílocua, la que corre cantando por los corredores de plomo, con voz de pizarra. Y abortar fue un deber, una grave necesidad, un desafío. Para cuando el pálido manto de mi memoria se va cubriendo de esta piel que yo seré. Que todas las noches con devoción escribo arrebatadoras cartas de amor y en las madrugadas panegíricos a esta yolanda mezquina, que sabe venderse, y conoce el final.
Soy yo en la cripta y mi nombre dentro dibujado de tiza. Habitaciones concéntricas. Que mi inteligencia no compre mi sentido. El tacto, el privilegio, las ganas de tirarse. Ni tampoco mi cabeza será esclava de mi orgullo. Yolanda la soldada, la comerciante. Porque yo soy la que ni aguarda. Soy el auriga del ardiente carro. La egoísta porque está sola. Que tanta calamidad me satisface, porque mi belleza fundará dinastías. Y entonces será ir con una minuciosidad de devota recogiendo esos minúsculos y dichosos pedacitos de espejo roto que yo soy. Yolanda me hará un hogar paupérrimo entre sus brazos de mundo y así aprenderé la inenarrable alegría de tener casa.
Y entonces vendrá ese postrímero adviento y la verbA se hará carne. Y diré: "Yo soy la de la única estirpe de Adnaloy, la que extenderá sus dedos flamígeros sobre el horizonte, la que bajará y después se despojará de su manto y vestirá un sayal, y luego se reclinará y dará de comer su corazón a las bestias".
Pero eu, filla das miñas fillas, hei desmantelar a golpe de deslumbramentos esta aciaga militancia dunha yolanda emigrante de min. Eu, a soberana estéril, a por desgracia egoísta. Debo tasar a dose exacta de memoria e esquezo. Así a miña visión da vereda é un rostro dende atrás. Todas as escuras raigames que se nacen en min. Non hai dirección que non me conteña, raza que non en min se comece e filas de díxitos extendendo para min os seus dedos ferais. O que interesa son os meus pasos. Coma un bosque de símbolos do que a miña ignorancia é significativa. Moito deixarse a pel pero eu non quixen aprender a chegar. Xardín exiguo, vento pechado de mans, infinita cuadrícula. Renuncio ó lugar do alento. Quero aprender a saír.
Hai tempo que un animal vive nutríndose do esquezo. Pero eu son a ventrílocua, eu, a tirana louca, a analfabeta. Co magnífico libro das venturas agochado na vulva. A que non comprendeu nada pero sentiuno todo. Son a ventrílocua, a que corre cantando polos corredores de chumbo, con voz de pizarra. E abortar foi unha obriga, unha necesidade fonda, un desafío. Para cando o pálido manto da miña memoria se vai cubrindo desta pel que eu serei. Que todas as noites con devoción escribo arrebatadoras cartas de amor e nas madrugadas panexíricos a esta yolanda mesquiña, que sabe venderse e coñece o final.
Son eu na cripta e o meu nome dentro debuxado de tiza. Habitacións concéntricas. Que a miña intelixencia non compre o meu sentido. O tacto, o privilexio, as ganas de tirarse. Nin a miña cabeza será escrava do meu orgullo. Yolanda a soldada, a comerciante. Porque eu son a que nin agarda. Son o auriga do ardente carro. A egoísta porque está soa. Que tanta calamidade me satisface, porque a miña beleza fundará dinastías. E entón será ir cunha minuciosidade de devota recolleitando eses minúsculos e ditosos pedaciños de espello roto que eu son. Yolanda farame un fogar paupérrimo entre os seus brazos de mundo e así aprenderei a inenarrable alegría de ter casa.
E entón virá ese postrímero advento e A VerbA farase carne. E eu direi: " Eu son a da única estirpe de Adnaloy, a que extenderá os seus dedos flamíxeros sobre o horizonte, a que baixará e despois se despoxará do seu manto e vestirá un saial, e logo reclinarase e dará de comer o seu corazón ás bestas”.
3 HOMBRES & UNA PEQUEÑA DAMA: Recital de Poesía.
y hemos decidido refrescar el sol a base de versos desde el bar más cool de lavapiés.
Este jueves habrá un recital sin precedentes "3 hombres y una pequeña dama"
Isabel García Mellado estará rodeada por Javier Das, José Ángel Barrueco y Escandar Algeet.
Y luego vendrá todo lo demás.
el saxo de casimiro, las cervezas de miguel,
recital
José Ángel Barrueco
Escandar Algeet
Isabel García Mellado
lunes, 20 de julio de 2009
GRAN ESTACIÓN, Patxi Irurzun
Siempre que entraba a la Gran Estación me dirigía a la ventanilla en que se leía 'Otros destinos': Tombuctú, San Cristóbal de las Casas, Órgiva... Sus nombres eran precipicios que me llamaban por mi nombre y hacia los que me arrojaba al oír las historias de los trotamundos que allá esperaban. Me gustaban aquellos tipos. Nunca mataban el tiempo: aguardaban la hora de partir entre risas y tragos de vino. Después, desaparecían. Pero cada vez que regresaba a la estación, los encontraba allí. Nunca tuve valor para acompañarlos, y sin embargo viajé con ellos a todas las esquinas del mundo.
http://ajustedecuentos.blogspot.com/
AZUL ELÉCTRICO: Cultura Subterránea.
Dentro de las actividades y conciertos de León es +, la publicación cultural leonesa azul eléctrico regresa a la actualidad presentando una nueva entrega dedicada estrictamente al terreno poético.
ESTA NO ES LA VIDA QUE TÚ QUERÍAS by Marcus Versos.
porque tú tampoco querías comerte el mundo,
y regalar flores a las tristezas
era un deber y no una necesidad
Esta no es la vida que tú habías soñado
porque como puedes ver
el desequilibrio es evidente
y mi casa una pocilga de colores,
porque guardo todos los papeles
por si acaso algún día me valen.
Esta no es la vida que tú querías
eso de sentarte en el suelo
y colorear nubes era una tontería para ti
pero a mí me parece la forma más sencilla de hacer feliz al cielo.
Ya sé que pensarás que todavía no he madurado
pero es que quiero ser mayor a mi manera
y no de la forma que me dicen
porque evolucionar no es tener 2 años
y una casa a las afueras de madrid;
evolucionar es aprender a ser feliz.
Esta no es la vida que tú habías soñado
así que no debe extrañarnos
que todo se fuera a la mierda
llevándonos por delante todo aquello que habíamos formado
aunque todo pareciera sacado del catálogo de El Corte Ingés
Esta no es la vida que tú querías
pero sí es la que yo siempre había buscado.
http://www.marcus-versus.blogspot.com/