LITERATURA
Vicente Muñoz publica «El merodeador», un retrato de sus tribulaciones creativas.
El libro cuenta con ilustraciones de Toño Benavides y ha sido prologado por Ignacio Escuín.
El autor leonés refleja en esta novela el proceso de tormento interior que sufrió.
El autor leonés refleja en esta novela el proceso de tormento interior que sufrió.
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Cristina Fanjul León
El merodeador describe la visión de un narrador enfrentado en soledad a sus propios fantasmas. Vicente Muñoz destaca que se trata de una novela gráfica, fragmentada y en construcción, diario existencial, monólogo interior, libro de ensueños. «Durante casi una década, huyendo del esplín de la ciudad, viví en viejas casas de pueblo aisladas y me dediqué, entre otras cosas, a escribir una ficción relacionada con mis percepciones y experiencias de ese cambio de entorno y lapso de vida, cuando menos, alienante y confuso», explica el autor, que añade que lo que en principio iba a ser un retiro creativo y una expansión sensorial, se convirtió paulatinamente en una especie de laberinto de tinieblas y cárcel de sombras. « El merodeado r narra el desasosiego bernhardiano de aquellos días y la sensación de vaciamiento y deriva, de extrañamiento, que a partir de entonces se hizo habitual en mí», asegura. Vicente Muñoz subraya que esta especie de viaje iniciático o de transición, cuyo objetivo era convertirse en un retiro creativo y espiritual, se convirtió en un viaje hacia la soledad y el vacío que le produjo un profundo bloqueo creativo. Todo este proceso hace de El merodeador un libro kafkiano, con reminiscencias de la generación beat y tintes de la literatura alemana. «Es curioso como la mayoría de los lectores aseguran que en este libro han encontrado mi voz con más intesidad que en los anteriores», apunta. Tal vez por eso, Vicente Muñoz subtitula la obra como Un vaciamiento , dando a entender el viaje interior y las tribulaciones anímicas que tuvo que atravesar para dar a luz este conjunto de historias, que han sido ilustradas por Toño Benavides. Ignacio Escuín asegura en el prólogo del libro que El merodeador es uno de esos libros en los que el lector puede verse reflejado. «En él puede sentir que observa tras una ventana las aventuras y desventuras vividas por el protagonista del mismo, como si de un mirón se tratara, sintiendo el corazón palpitar a cada instante ante la siguiente página», precisa. Por otro lado, en menos de un mes aparecerá un nuevo libro de Vicente Muñoz. Editado por Eje Producciones, la obra, titulada Marginales está ilustrada por Mik Baro y su primer capítulo, Monstruos y prodigios , ya puede encontrarse en la red.
El Diario de León publica hoy esta reseña de mi último libro, El merodeador. Puedes leer la reseña completa, en la edición digital, pinchando aqui v.
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