37 hijos de Satanás brindan a la salud de Bukowski en un libro que dejará una resaca brutal
viernes, 30 de octubre de 2020
DE LO TERRIBLE: Ana Martínez Castillo.
jueves, 29 de octubre de 2020
RECUENTO: Octavio Gómez Milián
lunes, 26 de octubre de 2020
viernes, 23 de octubre de 2020
LAS HORAS DESCALZAS por LOIDA RUÍZ
los peces boquean boquean boquean cuando van a morir
escribíamos versos por necesidad
como quien toma aire tras contener la respiración un minuto
yo los leía y me dormía con ellos en la boca
y con Bukowski o Juarroz
o con Bolaño y Cortázar
rodeando las esquinas de mi cama
los mezclábamos con alcohol y creíamos en ellos con la misma fe a la que se agarra
el condenado esperando la llamada del alcaide de la prisión
los maullábamos en las noches de celo
los consumíamos con fiebre
a cucharadas
otras veces
escribíamos versos como quien recita los ríos de la cornisa cantábrica
titubeando
los pronunciábamos y los interrumpía continuamente
el ruido ajeno de los tendidos eléctricos
y escondidas en ellos
las palabras
aún envueltas en celofán
de alguna manera que no sabría explicar todo seguía en un lugar distinto
una historia casi idéntica
a las de las demás
una historia que podría ser
la de cualquiera
la de la niña que juega con Charles Manson a tomar el té
en el jardín de una casa de Ohio
la de la mujer que baja la basura en bata a la una de la tarde
justo cuando el cartero toca
y
toca
la de la anciana con los ojos cerrados y las manos entrelazadas
que dormita a la vida
que despierta con el sueño de que su madre la abraza
la de la luz de mariposa
que titila
en noviembre
podría ser como la de ellas
podría
pero es la mía
y no es tan simple
como cualquier otra historia
los pequeños orificios de este mueble que soy yo delatan la presencia de la carcoma
donde el viento aúlla
y los perros gruñen
en el centro de mi habitación
me dejo morder morder
muerden
a un maniquí de virutas de cedro
la carcoma la carcoma
roe lenta roe
madera y carne
en el centro de mi habitación
la rabia con la que las sábanas me cubren
y siguen
la carcoma
el viento
los perros salvajes que no se dejan acariciar
mis labios cerrados mis dedos quebrados
roídos
la nana cruel
el sueño que no llega
la voz de mamá
que no me abraza
¿Alguien ha visto a la Madre de la Poesía?
¿Alguien ha bebido del manantial sagrado
que sale por entre sus piernas?
Roberto R. Antúnez
bendigo la locura de aquellos poetas
que se postran ante la página y palpitan oraciones
para que los niños las besen como besan al miedo
creyendo que la dulzura de sus llantos imberbes
encenderá las luces del pasillo que sus padres apagaron
benditos sean
bajo las sábanas
benditos sean
contra la pared
benditos
sus cabezas son ese mendigo que nunca duerme
la palabra
la piel del membrillo que se pudre en silencio
Loida Ruíz, de Las horas descalzas (Entropía Ediones, 2020)
https://entropiaediciones.com/index.php/producto/horas/
jueves, 22 de octubre de 2020
NUEVAS ESPECIES DE ÓXIDO: Antonio Soriano Santacruz.
Media hora son treinta minutos muertos
que dan para paja y poema.
En ese orden.
Ahora bien:
nadie habla de ello.
toda la bohème de principios de siglo
Mallarmé ante Debussy y el preludio de su fauno
Stravinski en la octotónica del Pájaro de fuego
Nijinsky desnudo mirando a Diaguilev sin parpadear
Apollinaire dando la vuelta al cuaderno
Picasso eliminando la parte trasera de su ojo.
Todos
se matarían a pajas.
Pero nadie habla de ello.
Porque no concibo a Tzara y su:
¡Dadá no significa nada!
sin antes un buen momento para sí mismo.
Y porque es divertido
y también sensato
entender toda la historia del arte como una variación de la tensión y la distensión sexual.
un fútil intento estéril de autosatisfacción.
Inútil y pasajero.
Un poema enraizado en ese hastío
un esfuerzo de cincuenta calorías
como el soneto poco inspirado de un Lope o un Garcilaso cualquiera.
Y ahí ha de quedar.
La huida: pruebas del VIH
Espiral.
Maricones que son Ícaros acercándose
demasiado al sol.
Trans que son penitentes
en los acantilados del Aquerontes.
Heterosexuales que creían que serían de oro
y se rompieron como ídolos de barro cocido.
Enfermeros que comunican exclusión y muerte
como Torquemadas con un trabajo muy aburrido.
Nadie les dijo nada sobre el sexo.
El sexo da la vida.
Espiral.
El sexo os da la muerte.
Espiral.
Yo creía estar enamorado.
Espiral. Yo. Amor.
Centro.
Golpe.
Luz.
Una doctora que ya no es joven
me pregunta sobre besos negros y fisting.
Yo en el centro de las miradas.
Yo entreteniendo a Adriano en el circo.
Yo pintando para Rodrigo de Borja.
Yo cantando Pórpora a Felipe V.
No, no hago fisting, gracias.
Yo solo soy el filo de la sombra que veis.
No, nada de sexo oroanal.
Solo escribo y creo querer a la persona
del espejo equivocada.
Yo.
Centro.
Yo.
Mi yo espiral.
Estoy sano, por ahora.
Solvento la plaga de los hijos de Sodoma
y aprendo uno a uno todos los idiomas Post-Babel.
Yo.
Él.
Y Yo.
Asumiremos la tormenta y saldremos adelante
sin la ayuda de ningún Perseo flameante.
sábado, 17 de octubre de 2020
CULT MOVIES en LA CABINA DE NEMO
viernes, 16 de octubre de 2020
COLUMNA DEL MIEDO: Eduardo Boix.
lunes, 12 de octubre de 2020
PARAMERA por GSÚS BONILLA
os lo decía
que hay cosas que la gente olvida
en los libros de hierba
y en los cuadernos de historia
porque las tiras de pollo son tan pequeñas
que parecen hebras tiradas por bueyes
durante la longitud del camino
casi rozando el próximo día
en la expiración de los meses
enhebrar un chorro de agua más clara que turbia
y ver, sobretodo, la manera en la que el gas
el que nos protege del frío
aprende cualquier otro oficio
los alimentos están delimitados
parecido a una cinta de franjas
siempre paralelas y equidistantes
igual que el sonido que produce mi grillo
por el roce de la punta en la conclusión de sus alas
como los de una clavellina que florece en primavera
y se marchita cuando llega al medio verano
cuando se prohíbe el paso a todos aquellos
los de las bocas abiertas
los de las bocas sin dientes
los de las bocas sedientas
loa de las bocas hambrientas
la aguja va para atrás, hacia una historia ya escrita
llena de sangre y frutos secos
una y otra vez, a los de siempre
que muere para nacer
en la arista de un yerro
en lo profundo del pozo
en el asunto de un cacique o ministro
igual que la sombra de un árbol seco
y siempre que caigo en la cuenta
se me aparece una libélula inmóvil masticando una masa de polen
en la bordura floral de un río calmado
es decir, el ídolo de ayer
era un encéfalo con ojos extremos
al final del poema
restante, tal que una tierra sin tener más qué decir
en la nada próxima de la cosecha
esto es, una tierra que no soporta otro cultivo
https://www.facebook.com/annartistbook
BAILAR, SE TRATA DE ESO (Libro + CD): Kike Turrón / Turrones.
domingo, 4 de octubre de 2020
EL IMPOSIBLE LENGUAJE DE LA NOCHE
de El imposible lenguaje de la noche
(Chaman Ediciones, 2020)
https://chamanediciones.es/producto/el-imposible-lenguaje-de-la-noche-joaquin-fabrellas/