lunes, 27 de agosto de 2018

PROMESAS DE FUTURO por PABLO MALMIERCA




¿POR QUÉ NO DORMIMOS PARA SIEMPRE?

En el sueño del justo, las manos ofrecen sin querer recibir respuesta. En el sueño del oprimido, el señor deja de existir bajo el peso de su azada. En el ensueño de las redes sociales, todo se transforma en deseo inmediato. En el sueño de la televisión, todos somos objetos de consumo. En el sueño del pornógrafo, el Diablo sodomiza a María Magdalena. En el ensueño de la justicia, todos somos juzgados por nuestra clase, género o raza. En el sueño del capitalismo todos somos la esponja que nunca deja de escurrir. En el ensueño del trabajo, todos nos dejamos engañar por una dignidad que nunca existió. En el sueño de la vida, todos dormimos para siempre.


PERDER EL TIEMPO

Malgasto la mañana viendo programas sobre blancos ricos americanos a los que pobres mexicanos construyen piscinas con fuego y cascadas interminables. Pierdo el tiempo borrando correos de entidades financieras, de magníficas ofertas que no puedo dejar pasar. Felicidad encapsulada lista para autoconsumir. Pasa la gente camino de ningún sitio con la mirada puesta en las fotos de instagram del último influencer, vacaciones de lujo para mentes inquietas. Fotos a un millón de dólares. Vidas que no valen nada al otro lado de la pantalla.


MIEDO


En el Océano Pacífico flota una isla de basura de 1,6 millones de km2. El Mediterráneo tiene una superficie de 2,5 millones de km2. La isla gigante de plásticos no para de crecer. El número de migrantes que cruzan el Mediterráneo ha aumentado un 35% durante el último año. Las ONG alertan de que si la mancha sigue creciendo los microplásticos acabarán incorporados a la cadena alimentaria de los humanos. Las ONG alertan de que el número de personas fallecidas intentado llegar a Europa ha aumentado en un 150%. El miedo atenaza a los pobres, a los que viven en las dos orillas. El miedo es la nueva moneda de cambio. Sigamos remando que el mar no es infinito.


PROMESAS DE FUTURO

Promesas de futuro adheridas a nuestras arterias, tejido adiposo que tarde o temprano colapsará la circulación de nuestros sentimientos. Valores de auto superación, nos venden nuestro porvenir en pequeñas cápsulas de odio, lluvia torrencial que arrastra toda señal de fracaso. Monstruos creados a nuestra imagen y semejanza, desprovistos de personalidad, viajan a través de años de penurias. Alteridad marchita como objeto de propaganda decrépita. Vivimos tiempos de calcos que empatizan con lo más abyecto de tus tripas.
Promesas de futuro y libros de autoayuda, el engaño y el disfraz como armas de futuro. Carnaval macabro de intereses y proyectos a corto plazo. La vida alquilada a quien no le importa.


Pablo Malmierca

Cover by Miguel Ángel Martín


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