cuánto mide el vacío
y con qué medirlo,
con la vara de la eterna tarde que se enreda entre las piernas
con la mirada perdida en el paso de cebra
hacia nubes y soles que aún no han salido
cuando los rostros conocidos ya no te son familiares
qué hace la gente viviendo en los espejos
danzando en la hemorragia de caricias a uno mismo
superestructuras de lo ambiguo
por qué fingir cincelar la carne
en qué desastroso himno masturbatorio
queremos perdernos muertos de derrota y egolatría
de qué vacío te hablo
de qué hondura
de la que contienes o de la que provocas
con la costumbre de calmar el hueco
construí un trapecio
un castillo
una quimera
con lo inverosímil de cuidar la nada
un peldaño en tu abismo
una arista en tu esfera
sólo ser pedazos de un algo palpitante que cierra sus ventanas
y separa las rodillas
mientras los silencios se enhebran a mi cordura
y me vuelven indefensa e inservible
mera colilla
no estar hechos de culpas es el sueño de un canalla
hacer cumbre en tu noche brillante
dormir al raso de tu locura
trinchera maloliente, auspicio de los amantes
y cuidar tu intemperie que es mi fortuna
repleta de aguas tristes
yo
de calles lloradas
yo
el hielo
también llorando
aguando lo que un día tuvo un sabor fuerte
como una vida
que desfallece entre bambalinas
aguardando una función que no nos llega
cuadro de témpera en la tormenta
hay algo deslucido en el pasar del tiempo si no se mima
un maquillaje que se cuartea,
un sentimiento que se adoquina
descuidados
deshilachados los vestidos de fiesta
qué harapienta es una cuando la noche no calienta
qué desnudo más horrible otorga el frío de no tenerte
un desnudo bajo la ropa
unos huesos vistosos y roídos
una risa con carcoma
un ayer que delinque en el pozo de la esperanza
(pero que no me olvide de la belleza,
que no me olvide!)
la realidad es una boca sin estribos
la realidad es una zorra con la madriguera en llamas
desvirtuados que buscan encrucijadas
siempre es el dolor tan virgen?
zurciré los daños de tus baleadas
hace invierno y hace daño
yo traumo, tú traumas, él trauma
Miss Desastres, del blog Miss Desastres Naturales.
Felicidades, redondo.
ResponderEliminaral vacío hay que sajarlo primero y extraerle una a una todas y cada una de las derrotas.
ResponderEliminaraún así, inmensurable, Miss...
solo le atisbo abismos
besos