miércoles, 17 de abril de 2013

JOSETXO EZPONDA IN MEMORIAN





EXTRAÍDO DE LA FONOTECA

Los Bichos
It's only rock and roll, but I like it!


Biografía de Los Bichos
por Fernando Fernández Rego

Hay grupos que llevan el rock en sus venas, que tomaron el rock como una forma de vida con todas sus consecuencias. Los Bichos fueron uno de ellos, una banda de culto, respetados por prensa y público, que puso el color, la innovación y la transgresión en una escena underground que veía cómo bandas como Cancer Moon o La Secta empujaban con fuerza conjugando calidad, personalidad e imaginación. Jason Lutes en su novela gráfica “Juego de Manos” (La Cúpula, 2005) decía que “la magia no existe, sólo son juegos de manos”. A veces también son juegos de voces, la conjunción perfecta que produce la química necesaria para crear algo grande.


Tras telonear a finales de ese mismo año a Paul Collins en la discoteca Gares de Puente de la Reina, en Navarra, en el 89 participan en el primer concurso Villa de Bilbao, donde ganan el primer premio al grupo más innovador, y la formación sufre cambio de batería, entrando Rubén Ruiz procedente de Tijuana in Blue. Oihuka les da la oportunidad de lanzar su primer single, el potente “Anita Latigazo” (Oihuka, 1989), y su primer largo, “Color Hits” (Oihuka, 1989), recogiendo muy buenas críticas entre la prensa especializada debido a la calidad de sus composiciones. Cortes como “Verano muerto” o “Shadow girl” ponen de manifiesto su frescura y capacidad de sorprender, coloreando el ruido para fabricar hits sucios y mostrando una pasión por el rock nunca vista por estas tierras. El disco vende cinco mil copias sin apenas promoción, lo que les anima a seguir hacia delante con ilusiones renovadas.

En el 90 participan en el recopilatorio "The Worst Around" (Romilar-D, 1990) con Cancer Moon, La Perrera y La Secta, en el que incluyen "Backward kisses" y "The pussy fighter". Josetxo se encarga además del diseño de la portada, un diseño muy personal con aires psicodélicos y diabólicos. También participan en el EP que el fanzine Beatnick Fly entregó con su número 0, "Beatnick Fly" (Munster / Bar Muga, 1991), con la demo "I'm inside her". Este mismo año Rubén abandona la banda y lo sustituye Jesús Suinaga de Cancer Moon a la batería.

Su segundo trabajo supera todas las expectativas puestas en ellos, se enfrentaban al siempre difícil segundo disco, ese que a tantos deja en el camino, pero con el exceso y la sorpresa por bandera nos entregan su mejor trabajo, el doble “Bitter Pink” (Oihuka, 1991), veintisiete canciones (con homenajes a Serge Gainsbourg, Alex Chilton y Phil Spector) intensas y ruidistas a partes iguales. El disco sería incluido por la Rockdelux en su lista de los 100 mejores discos españoles del siglo XX en el puesto 76.

Tras alcanzar la cima con “Bitter Pink”, las tensiones dentro del grupo son cada vez más grandes y las expectativas comerciales no acaban de alcanzarse, lo que lleva al grupo a la separación, quedando este período 1988-1991 como una deflagración que tras el estruendo inicial y el fulgor posterior, dejó un marcado rastro de pólvora que aún hoy en día es recorrido con devoción por los amantes del rock de calidad con airesunderground y outsider. Antes nos entregaría como epitafio un mini-LP firmado como Josetxo pero grabado con toda la banda detrás, “My Deaf Pink Love” (Munster, 1991), recogiendo cortes propios y sus habituales versiones o tributos personales, en esta ocasión el “Sand” de Lee Hazlewood, el “I remember” de Suicide, el “Solid gold hell” de Scientists y el “Sittin' on top of the world” de Howlin' Wolf.

En el 95 Josetxo vuelve a la carga con “The Glitter Cobweb” (Triquinoise, 1995), esta vez como El Bicho, un disco que nos hace mirar con recelo hacia atrás y nos depara algún que otro buen momento, como la recomendable “Green candy”. Tras él, un silencio que no se ha vuelto a romper y una espera que se hace ya demasiado larga.

Munster cumple uno de sus sueños en el 2006 con el lanzamiento de “Los Bichos 1991 - 1988” (Munster, 2006), libro-CD que repasa la trayectoria del grupo a través de 36 cortes seleccionados por el propio Josetxo, quien escribe la historia de la banda en diez capítulos salpicados de dibujos y fotos inéditas. En cuanto a su título, Ezponda en una entrevista en el Diario de Navarra comenta que lo tituló así "por jugar con el tiempo. Yo lo recuerdo de esa manera, primero lo más cercano, es ley de vida. Tampoco es una idea original, no soy el único que lo ha hecho. Los Bichos se acabaron enero de 1992 con una actuación en Terrasa, lo posterior sólo fueron coletazos".

En definitiva, Los Bichos fueron como un pequeño oasis dentro de nuestra escena, un grupo único, comprometido y original, que trajo el color y la perversidad a nuestras vidas.

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