y siempre el marco de la puerta
y con la sonrisa nerviosa de las mentiras
y las excusas entroncadas en los ojos
para justificar lo que no quieres ver
y adiós, me voy, que si llega y no estoy
se enfada.
Y llegará, se enfadará
aunque sí estés. Llegará frustrado, amargado
y dolido, engullido por el miedo de no ser. Y
se hará marco de la puerta, otra vez, siempre
marco de la puerta.
Jorge M Molinero
Interesante poema.
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