Podría tomar figura de mar sobre los hombros y morder igual que muerde la
esperanza, ese espejismo que resta altura.
Sabía que iba a ser duro todo menos el corazón.
Soy menos que un sueño cansado, sin fronteras que me hagan distinta, anidando en
Sabía que iba a ser duro todo menos el corazón.
Soy menos que un sueño cansado, sin fronteras que me hagan distinta, anidando en
mi nombre desposeído, saboreando torpemente la profundidad abominable, contando
los pasos hacia atrás.
Me abrigué de las promesas de la noche pero se arrojan a mi cuerpo los ángeles
Me abrigué de las promesas de la noche pero se arrojan a mi cuerpo los ángeles
desnudos y me manchan de luz y accidentes, me manchan hasta lo hondo y gimo
como viento cuajado de hélices.
No hay comentarios:
Publicar un comentario