Cualquier mujer es útero sajado con gran delicadeza y arrojado luego al contenedor con una ligera delicadeza y quemado en crematorio sin ninguna delicadeza
Pide un buen cirujano de dedos de plata y de iris de fuego para el túnel que ya no es sangrado de ningún dios
Exige agudeza visual dentro de ti porque ya no hay cuervos sobrevolando los hospitales y los gorriones no alcanzan tan altos vuelos
La última cueva sagrada solo fue cobijo de piedras arenillas en los ojos los ojos plastificados de cualquier madre en el limbo de niños que no llegaron a nacer
Un mar de pirañas que devoren las excrecencias de los días como si fueran túmulos que no han de dejar pasar.
M.J.Romero, del blog Cuanto sé de vos.
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