sábado, 5 de enero de 2013

JULIA D.VELÁZQUEZ : Pasión por la fotografía.


“Huyo de lo evidente; no quiero captar sólo la realidad”

La leonesa Julia D. Velázquez se siente fotógrafa, pero su talento creativo abarca variasdisciplinas artísticas 

L. Castellanos/ La Crónica de León

Julia D. Velázquez se siente fotógrafa. “Haga lo que haga siempre acabo en la fotografía”, confiesa cómplice. Sin embargo, ella pertenece a esa nueva generación de artistas leoneses que se miden al hecho creativo bajo el aliento de diferentes lenguajes. Julia ilustra libros, pinta, esculpe... Continuamente entregada a la necesidad de explorar nuevas formas de expresión que fortalezcan y confirmen su propio universo y sigan desatando en ella toda clase de emociones.

La cámara le permite emprender nuevos rumbos a través de un proceso que extrae de ella su parte más obsesiva y exigente y se somete a una idea exclusiva: “huir de lo evidente”. “No busco la mera captación de la realidad, sino idear un collage de esta a través del cual ir persiguiendo un concepto. Quiero encontrarme con otras imágenes, otros sueños, otros universos...”, indica la artista de 28 años, formada en la Escuela de Artes de León y la Facultad de Bellas Artes de Salamanca. “Cuando hago fotos me siento en el vértigo: las manos se me ponen frías, estoy en tensión...”. Así describe su estado emocional cuando afronta cualquiera de sus trabajos. “Nada tiene que ver la idea inicial que manejo con el resultado final. El proceso me va conduciendo por diferentes sendas y durante el mismo se van imponiendo numerosas connotaciones cognitivas. Reconozco que me dejo guiar por un deseo perfeccionista, que no hago más que exigirme, que puedo acabar desesperándome... Soy consciente de que aún estoy saliendo del huevo, que este es un oficio donde no hay que dejar jamás de aprender. Por eso, no puedo dejar de ser muy crítica con todo lo que haga”.

Son numerosos los proyectos en los que ha andado embarcada.“Amarro la realidad como si fuera una tela de araña para luego manipularla, depositarla en paisajes oníricos o surrealistas... La fotografía es infinita”, reconoce Julia D. Velázquez, cuyo último trabajo lo ha llevado a cabo en el Festival de Magia de León del que ha extraído imágenes que huyen del tópico y consuman lo inaudito.

Le encanta el retrato, “considero a la gente super bella y quiero que se la vea en la foto”, y en su aplicación indaga en las particularidades de cada rostro. “Yo me veo en blanco y negro”, confirma. Fue la cámara de su padre la que clavó en ella la devoción por la fotografía. Aquella Pentax le desveló un universo de sensaciones en cuya exploración persiste. “Me deja conjugar mi imaginación”. Se confiesa curiosa, con gana perenne de aprender, “soy una esponja que no deja escapar una sola gota”, y rabiosamente optimista. “He elegido este oficio. Ya sé que la cosa está difícil y que realmente no sé a dónde llegaré, pero esto me tiene atrapada, me ofrece continuos respiros... Yo quiero seguir en esto, aunque no tenga un duro. Además, hay mucha gente que con su complicidad me ofrece su apoyo”.

Es tiempo de reclamar la atención que se merecen los nuevos creadores leoneses. Son jóvenes de vasta formación y talento indiscutible que confirman continuamente sus habilidades y talento. Julia D. Velázquez es uno de ellos y su nombre empieza ya a pesar en la certeza actual de la cultura de León.


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