jueves, 16 de agosto de 2012

NOTA por Jacob Iglesias.



Olvidarme
de ese poema memorable que comenzaría
“Unos mentirosos de nacimiento buscando
ansiosamente verdades. Eso es lo que somos.”
Escribir algo
sobre esta tarde de domingo sin ambulancias,
ni rastro de aburrimiento,
ni la televisión de los vecinos de arriba
a todo volumen.
Sólo el zumbido tenue del frigorífico,
un libro y, por primera vez desde hace meses,
el sol palpando cada objeto
de la habitación, reconociéndolo
como las manos de un ciego.
Ha sonado el timbre.
Seguro que ya es ella.


Jacob Igesias

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