Basada en hechos y testimonios reales, The last confession of Alexander Pearce (2008), de Michael James Rowland, reconstruye la dramática historia de evasión, supervivencia y canibalismo de este presidiario irlandés en Tasmania, enfrentado, junto a otros convictos, a la furia de la naturaleza, la penuria extrema y el hambre.
Antes de ser ejecutado en 1824, Pearce le confiesa a un sacerdote (Conolly, por cuyo diario se conocen los hechos) su historia sin escatimar detalles, pero intentando justificar sus actos: "un estómago lleno es prerrequisito para las buenas maneras. Sin eso, ningún hombre sabe qué le obligará a hacer el hambre", afirma.
Lo que el hambre le obliga a hacer, en última instancia, es ir devorando uno por uno a todos los miembros del grupo, hasta quedar sólo él y otro recluso enfrentados...
Objetiva y nada sensacionalista, convincente y tremenda, esta película (prácticamente un documental) reúne todos los ingredientes necesarios para convertirse con el paso del tiempo en un film de culto.
Una recomendación 5 estrellas 5 para este domingo lluvioso en la Tierra.
Trailer in You Tube:
Amigos,
ResponderEliminarAunque me parece una temática atrayente a la par que espeluznante, confieso que no la veré porque me recuerda –en mucho aspectos- al film de 1999 “Ravenous”.
Llevada a la pantalla grande por Antonia Bird e interpretada por dos magníficos actores: Guy Perace y Robert Carlyle.
La trama data de la guerra de EEUU con México (1847) y nos habla de la supervivencia –gracias a las prácticas de canibalismo- de los habitantes de un fuerte perdido e incomunicado.
Si no la habéis visionado, os la recomiendo. Seguro que encontráis los paralelismos que menciono.
Saludos,
Ann@ Genovés
sí que la he visto, Ana, me gustó mucho, gracias por el comentario y la sugerencia para nuestros lectores. y un saludo. v
ResponderEliminaresta excelente....ya la vi y la recomiendo!!!!
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