Una multitud estalla delante de mis ojos,
una multitud curiosa que parece evitar el paso del tiempo,
que se mece cual equilibrista suicida
en lo alto de un reloj giratorio con vistas a una plaza...
hay rostros imprecisos, graves, austeros, descafeinados
que se funden allí donde el ojo pierde su definición visual,
allí donde la sombra parece atrincherarse
para escupirte su mal aliento.
Una multitud recelosa de sí misma,
que gravita en torno a pulmones artificiales de consumismo,
una perra leprosa que amamanta cachorrillos enfermos
mientras una ligera brisa entumece los huesos
al escaparse distraída
de miles de máquinas de aire acondicionado.
El insidioso susurro de los pies arrastrándose sobre asfalto
es como una oración blasfema,
como el crepuscular tañido de una campana fúnebre
que parece marcar una monótona cadencia,
un paso marcial para una multitud hueca
de extremidades amputadas,
de vidriosas miradas lechosas, artificiales...
...como el calor que parece manar de cientos de cuerpos
que se aplastan uno contra otro, otro contra uno...
formando las desesperantes entrañas
de esa jauría ciega,
de esa multitud que fué parida muerta.
José Manuel Vara
http://atrocityexhibitionfanzine.blogspot.com/
una multitud curiosa que parece evitar el paso del tiempo,
que se mece cual equilibrista suicida
en lo alto de un reloj giratorio con vistas a una plaza...
hay rostros imprecisos, graves, austeros, descafeinados
que se funden allí donde el ojo pierde su definición visual,
allí donde la sombra parece atrincherarse
para escupirte su mal aliento.
Una multitud recelosa de sí misma,
que gravita en torno a pulmones artificiales de consumismo,
una perra leprosa que amamanta cachorrillos enfermos
mientras una ligera brisa entumece los huesos
al escaparse distraída
de miles de máquinas de aire acondicionado.
El insidioso susurro de los pies arrastrándose sobre asfalto
es como una oración blasfema,
como el crepuscular tañido de una campana fúnebre
que parece marcar una monótona cadencia,
un paso marcial para una multitud hueca
de extremidades amputadas,
de vidriosas miradas lechosas, artificiales...
...como el calor que parece manar de cientos de cuerpos
que se aplastan uno contra otro, otro contra uno...
formando las desesperantes entrañas
de esa jauría ciega,
de esa multitud que fué parida muerta.
José Manuel Vara
http://atrocityexhibitionfanzine.blogspot.com/
Bukowski power!
ResponderEliminarGracias, jefe... abrazo neurótiko desde Badalona DF!
Vara