Espero en la oficina de
correos a que llegue
mi turno
y recoger el
certificado de hacienda
que me dará otra vez
un poco por el culo.
Y miro esperanzado las
puertas batientes
por si Hank
saliera
y escupiendo
me invitara a
quemarlo todo,
las citaciones
burofax
multas
embargos
defectuosos productos
de teletienda
estafas médicas para
desahuciados...
pero los marcadores
electrónicos
hacen patente
una vez más
mi derrota
y
Hank
seguramente
esta mañana
estará de
resaca
o camino del hipódromo
donde descansará
un rato
de tanta puta rutina.
Termino el poema
y todavía
tengo 13
números por delante
y muchos más
por detrás.
Felipe Zapico Alonso
¡¡¡Con dos cojones!!!
ResponderEliminar¡¡¡Un abrazo enorme, Zapi!!!