martes, 31 de mayo de 2011

VISCERALES en La Crónica Virtual.

«Hay días en los que / no puedo escribir. / Entonces vomito / y luego corrijo...». Esta cita de Mario Crespo que abre Viscerales es toda una declaración de intenciones de este volumen en el que Crespo y José Ángel Barrueco reúnen cuarenta textos que proponen el vaciamiento como motor creativo. Los dos antólogos reúnen a figuras tan conocidas y reputadas en el panorama literario actual como Enrique Vila-Matas, Montero Glez o Karmelo C. Iribarren con nuevas promesas como Déborah Vukušić y escritores noveles y bloggers que comparten esa visión de la escritura como desahogo como Marta Fernández La Bohe.

En esta literatura visceral que proponen Crespo y Barrueco predomina la narrativa breve, pero también hay hueco para pequeñas piezas teatrales de un acto (“En el hotel” de Roxana Popelka) y la poesía (sin duda, una de las mejores piezas del libro es el melancólico poema de Iribarren “Los días normales”). Asimismo, se convierte en punto de encuentro de distintas influencias que van del movimiento beat (“All my friends were vampires” de Javier Esteban) al realismo sucio (“Barrizal” de Kutxi Romero) pasando por la escritura confesional (el espléndido “Alta tensión” de Vicente Muñoz Álvarez).

Pese a la irregularidad del conjunto, no se puede despreciar la heterogeneidad de Viscerales ni su intento de alejarse de los convencionalismos literarios. Como afirma Barrueco en el epílogo del volumen, la escritura visceral consiste en «desatar los instintos, en escribir desde el estómago y el corazón, arriesgándolo todo a un naipe», por lo que no es de extrañar que muchos de los relatos parezcan escritos a vuelapluma. La escritura automática y el monólogo interior son algunos de los recursos utilizados en unos relatos que huyen de la neutralidad y de lo racional en busca de ese vaciamiento literario que conduce a la escritura visceral.

La voz de estos autores es un grito que sale de sus entrañas, un grito que utiliza un lenguaje crudo y que no respeta convenciones sociales ni gramaticales. Así, la escritura se presenta como una experiencia liberadora y catártica, un desahogo y una forma de ajustar cuentas con el pasado (“Porque okupé en Londres” de Ana Pérez Cañamares), la sociedad (la violenta anarquía de “Casadas con Hollywood” de David Refoy) o el amor (el elíptico “15 apuntes para la autodestrucción o la autodestrucción de D. V.” de Déborah Vukušić). La furia con que estos autores escriben sus relatos se traduce en un vigor narrativo que deja sin respiración al lector, como el rabioso y brillante in crescendo final de “La gaviota” de Francesco Spinoglio o el trepidante y lisérgico “Reliquias y jorobas”, en el que Patxi Irurzun revisita al Hunter S. Thompson de Miedo y asco en Las Vegas.

Los autores de la antología de Crespo y Barrueco no intentan justificar a sus personajes, que aman y odian, se enfurecen y se desesperan desde el corazón. Esa es la esencia de una antología que transita por caminos ya recorridos, pero marginados por el actual mainstream de lo políticamente correcto. Si bien es cierto que no toda la escritura visceral es buena (más bien al contrario), Viscerales es una buena invitación al lector a sumergirse en esta colección de pequeños apocalipsis íntimos, desgarros del alma y rabia desatada.

Ricardo Hernando, La Crónica Cultural.

http://lacronicavirtual.com/index.php/cultura/critica-de-libros/22492-viscerales

CORREOS



Espero en la oficina de

correos a que llegue

mi turno

y recoger el

certificado de hacienda

que me dará otra vez

un poco por el culo.


Y miro esperanzado las

puertas batientes

por si Hank

saliera

y escupiendo

me invitara a

quemarlo todo,

las citaciones

burofax

multas

embargos

defectuosos productos

de teletienda

estafas médicas para

desahuciados...

pero los marcadores

electrónicos

hacen patente

una vez más

mi derrota

y

Hank

seguramente

esta mañana

estará de

resaca

o camino del hipódromo

donde descansará

un rato

de tanta puta rutina.


Termino el poema

y todavía

tengo 13

números por delante

y muchos más

por detrás.


Felipe Zapico Alonso

viernes, 27 de mayo de 2011

I SAW THE DEVIL

Vaya pedazo de peliculón tremendo se ha marcado el coreano Kim Ji-woon (director, entre otras delicatessen, de la estupendísima Dos hermanas) con I saw the Devil (2010), thriller contundente y escalofriante donde los haya, que debería figurar entre los mejores títulos del cine de suspense del año pasado.

Una historia inmisericorde de redención y venganza, a caballo entre el cine policíaco y gore, con un guión sorprendente y unas actuaciones soberbias, que mantiene al espectador sin aliento de principio a fin.

Inteligente y rotunda, transgresora y cruenta, convincente y redonda, la última película de Kim Ji- woon demuestra una vez más el magnífico estado de salud del cine de suspense oriental, que no deja de regalarnos desde hace años oscurísimas perlas para engarzar.

Para chuparse los dedos.


jueves, 26 de mayo de 2011

Dos reseñas de "¡Oh, Janis, mi dulce y sucia Janis!"



1- EN LA REPÚBLICA CULTURAL

Reseña completa

Algunos fragmentos:

(...) Oh, Janis es una novela contada en primera persona, de prosa vertiginosa y frases interminables, llena de lenguaje coloquial, con un personaje central entrañable, de polla enorme y antisistema, "el puto Dick Grande, el de la polla como una blakandéker y los besos con sabor a sangre dulce, tan dulce que las mujeres que besaba no la distinguían de la suya propia".

(...) Oh, Janis es una novela ácida, llena de humor (con situaciones tronchantes) y de mala hostia (continuadora del trabajo de demolición iniciado por el Celine de Viaje al fin de la noche), donde Patxi Grande Irurzun, sin lacha alguna, arremete contra todo y contra todos, dando estopa a diestro y siniestro, a la Iglesia, a los periodistas, a los políticos, a los biempensantes, a las mujeres, a los hombres, a la revolución cubana y a sus iconos, a la burguesía y al proletariado, a la kale borroka

Oh, Janis es una novela seminal, repleta de pajas, de sex-shops, de putiferios, de muñecas hinchables con rostro de Margaret Thatcher, de prodigiosas prostitutas orientales que fuman con el culo o abren cervezas con el coño, de travestis, de escarceos sexuales de todo tipo (en la línea de aquel erotómano llamado Sade), de guiris adinerados pagando a niñas, de pelis porno (amateur) de nombres imposibles y argumentos delirantes: Las corridas de Pamplona, París bien vale una picha, Guarrillera…

Oh, Janis es una novela guarrilla, rebosante de tacos, de pedos, de meadas, de basura, de alcohol y de vómitos, de lenguaje escatológico, de eructos… en la estela de ese otro guarro que precedió a Patxi Dick Irurzun y al que llamaban Bukowski.

Oh, Janis es una novela de personajes secundarios inolvidables: la pareja de pornógrafos alemanes que no duda en pervertir a su propia hija, de ninfómanas insaciables, de mujeres hermosas y de personajes grotescos o deformados, de seres marginales…

Oh, Janis es una novela musical, con karaokes y cantantes de jotas, con clásicos de la canción casposa, con imitaciones de Meat Loaf, con canciones de AC/DC, Led Zeppelin, Whitesnake, Motorhead… pero también de Barón Rojo, Barricada, Las Superputas, o de La Gran Perra en Celo, Dick Grande y sus Cachorrillos Pajilleros, genuinos pioneros del malogrado porno-rock radikal vasco…

Esperemos que a Patxi Irurzun no le pase como al héroe de la novela, "como nadie sabía quién era Dick Grande, y si llegara a saberlo algún día se avergonzarían de mí, me fusilarían con katxis rebosantes de kalimotxo como sangre espesa, con titulares como sentencias del Diario de Navarra, con balas de plata ungidas en agua bendita o con nueve milímetros parabellum"; y de una vez por todas su talento, poderosa Blakandéker, acabe rompiendo las barreras y sea reconocido.

(...) ¿Cuántas editoriales, grandes o pequeñas, se hubieran atrevido a apostar por una obra de las características anteriormente mencionadas?

JAVIER SERRANO



2- ¡OH JANIS...!, según Esteban Gutiérrez BACO



Vuelve al Patxi más cañero, corrosivo, irónico, bestial; el más provocador, heavy, acerado; el imparable, el trasgresor, el brutal. El Patxi más irreverente que en esta novela no deja títere con cabeza, ni en su ciudad (Pamplona) ni en la hipócrita sociedad en la que nos toca vivir.

Con ¡Oh, Janis, mi dulce y sucia Janis! Memorias de una estrella del porno (amateur) estamos ante El Quijote del siglo XXI. Al igual que hace más de cuatrocientos años Cervantes escribía la primera novela moderna, las historias del hidalgo Alonso Quijano, un hombre enloquecido por la lectura de libros de caballerías, nos encontramos ahora con Dick Grande, un personaje creado por Patxi que se vuelve tarambana por la visualización y el consiguiente ejercicio onanista frente a vídeos pornográficos...


Al igual que Cervantes inventa un personaje enajenado que se dedica a luchar contra la sociedad del momento, y del que se sirve para mostrar su maestría en la ironía, su saber reírse de todo y de todos ( el hacer sabio al tonto e imbécil al ilustrado), pues de la misma manera Patxi se sirve de Dick Grande (el barrendero heavy pamplonés, el soñador, el justiciero, el que quiere cambiar el mundo a golpes de cachiporra, el borracomplejos) para dar hostias a todo lo que se menea y no le gusta, al conformismo social, a la hipocresía establecida, al chanchulleo político. Pero no sólo eso, no sólo quiere reírse de todo, también quiere provocar y busca las mayores irreverencias con su personaje, que lo mismo se zumba a una mulata en el museo de La Habana, frente a la foto del Che, que se la casca en la fila de acceso a Notre Damm en París; lo mismo pervierte a menores, que pone a curas y monjas a jugar a hacer hijos, eso sí, las monjas con el cepillo depilado en forma de cruz o ellos dejando su leche sobre el cáliz de la comunión. Pero la hostia en la mesa dolerá mucho más a los pamploneses, cuando descubran la propuesta de cambio de su santo, San Fermín, por otro más bien armado al que reverenciar de verdad. Los meneos a la sociedad mojigata e inactiva, tanto de los extremos al centro, serán un terremoto. Así, pasarán ante nuestros ojos desde una dama de la derecha que tiene la fantasía de que se lo hace con un terrorista a un insatisfecho que derrama su líquido de vida sobre los pamploneses en las fiestas de San Fermín disfrazado del cabezudo Verrugas.
Dick Grande que lo mismo quema banderas (de España, de EEUU, la ikurriña) o se limpia el pito con ellas; que canta el “a san Fermín venimos” con la cachiporra en la mano en vez del Diario de Navarra enrrollado, cuando no ofreciéndole una lluvia dorada al Santo o haciendo amigos en Cintruénigo o Fustiñara a raíz de lo bien que la succionan sus mozas.
Caña al mono, a los proetarras y a los españolistas, a los peteuves (pamploneses de toda la vida) y a los guiris sanfermineros, a los políticos y a los meapilas.
Quizá la ironía utilizada sea más explicita que la que utilizó Cervantes, pero se compone de los mismos materiales: una escritura perfecta, dibujada con maestría en los tiempos, una escritura intensa y emotiva, aparentemente irreflexiva, pero muy meditada. El ritmo narrativo es mantenido desde el primer párrafo y no nos encontraremos con momentos valle, en los que poder respirar. Eso sí, las paradas se producirán cuando la sonrisa aflore a sus labios o, en más de una ocasión, la carcajada les haga cerrar el libro por un momento.

Dick Grande, un tirillas e iluso barrendero de Pamplona, cantante de un grupo heavy, con la melena hasta el culo y una polla como una botella de coca-cola de dos litros, anda suelto por este libro. No le pierdan la pista

Puedes pedir la novela en librerías o comprarla por Internet en FNAC, Casa del libro, Elkar...

QUE CAIGA EL FAVORITO. Ramiro Gairín


A veces el invierno
vale la pena
por un tazón de caldo

una tarde afilada
por una frase hermosa
que meter en la cama

mi vida la daría
por parecerme
a quienes has perdido.



La editorial Prensas Universitarias de Zaragoza, en su preciosa colección poética La Gruta de las Palabras, publica QUE CAIGA EL FAVORITO, segundo poemario de Ramiro Gairín (Zaragoza, 1980).
El poemario se podrá adquirir ya en la Feria del Libro de Zaragoza, a partir de este viernes (27 mayo-5 junio), así como en librerías, FNACs, Casas del Libro,...
El autor firmará libros el viernes 3 de junio, desde las 19:00 h, en la caseta de Prensas Universitarias de la Feria del Libro de Zaragoza. Y el sábado 4 de junio, por la tarde, en el día de los poetas de la Feria del Libro de Huesca. En ambos casos, en compañía de Almudena Vidorreta.
Se puede leer una selección de poemas del libro en el blog del poeta (y en el blog de Antón Castro). Es una colección de poemas sin título, datados y "georreferenciados"; vocacionalmente pequeños, que huyen de las hazañas, de los mitos, de sentencias, y se quedan en el asombro, se conforman con alcanzar a escribir el temblor...
Un cordial saludo!
Ramiro Gairín

martes, 24 de mayo de 2011

FELICIDADES. MAESTRO


The Times They Are A-Changin' 1964 por aHobo


Venid agruparos a mi alrededor gentes

Que andáis errantes por cualquier lugar

Y admitid que las aguas

Alrededor de vosotros han crecido

Y aceptadlo pues pronto

Estaréis calados hasta los huesos.

Si según vosotros vuestra época

Merece ser salvada

Entonces mejor comenzad a nadar

U os hundiréis como una piedra

Porque los tiempos están cambiando.

Venid escritores y críticos

Que profetizáis con vuestra pluma

Y mantened vuestros ojos abiertos

La oportunidad no volverá a repetirse

Y no habléis demasiado pronto

Pues la rueda todavía está girando

Y no está diciendo a quien

Va a designar

pues el perdedor ahora

Va luego a ganar

Porque los tiempos están cambiando.

Venid senadores, congresistas

Por favor haced caso de la llamada

No os quedéis en la puerta de entrada

No bloqueéis el vestíbulo

Pues va a dañarse

Aquel que se haya atascado

Hay una batalla afuera

Y está bramando

Esto pronto sacudirá vuestras ventanas

Y hará retumbar vuestras paredes

Porque los tiempos están cambiando.

Venid madres y padres

A lo largo y a lo ancho de la tierra

Y no critiquéis

Lo que vosotros no podéis comprender

Vuestros hijos y vuestras hijas

Están fuera de vuestro control

Vuestro viejo camino se está

Haciendo viejo rápidamente

Por favor, apartaos del nuevo

Si no podéis echar una mano

Porque los tiempos están cambiando.

La línea está trazada

La maldición está echada

El lento ahora

Luego será rápido

Como lo que ahora es presente

Luego será pasado

El orden se está

Desvaneciendo rápidamente

Y el primero ahora

Más tarde será el último

Porque los tiempos están cambiando.



lunes, 23 de mayo de 2011

CÓMO DISECCIONAR UN BESO EN LOS LABIOS. Paddy Rekalde




Este crítico,
licenciado en literatura
y dueño de cursos y másteres sobre ella,
coge ese maravilloso poema de amor y,
al igual que si estuviera delante de un extraño reptil,
lo disecciona a sangre fría,
tan fríamente como la autopsia que le harían
a un delfín muerto abandonado por el mar en la playa,
y, aunque ese poema es deseo y emoción,
lo quiere abrir como si fuera un viejo reloj de pared

mientras tanto
los amantes,
entre juegos de lengua en el cuello,
se susurran
ese poema

Traducción de un poema en euskara de "Spray", la última obra de Paddy Rekalde: http://www.susa-literatura.com/cgi-bin/liburuok.pl?lib=poes58

La cabra que fue actriz porno. FRANCO DIMERDA


Una cabra que trabajaba todo el día cargando bultos para su amo encontró un día, husmeando en el establo, una revista porno y se dijo:

—Voy a ser actriz porno y dejaré por fin esta vida de animal.

Así que al día siguiente abandonó a su amo y se embarcó rumbo a Budapest, capital de la pornografía mundial. Como era lógico, debido a sus aptitudes sobrehumanas: boca más grande, lengua más larga, vagina más profunda y mayor número de tetas, la cabra pasó con facilidad las audiciones que le hicieron y en solo un mes intervino en varias películas que la hicieron famosa.

Pero, como la cabra siempre tira al monte:

—No debí abandonar a mi amo sin avisarle —se repetía—. Él solo era un pobre como yo, por eso me hacía trabajar así. Ahora mismo me regreso.

Una vez de vuelta, el amo, como era lógico, la puso inmediatamente a trabajar.

Primero en el establo, luego en su cama.


De " Contrafábulas", que se publicará próximamente

MEDIANOCHE EN PARÍS

Supongo que ya lo he dicho alguna vez, pero lo repito: Woody Allen, para mí, no tiene una película mala como director. Nadie puede alumbrar una obra maestra al año durante décadas de trabajo continuo. Y su ritmo es imparable: mientras dirige una película escriba ya el guión de la siguiente. Algunas son más flojas y otras me parecen inolvidables, pero insisto en que ninguna me parece mala. Medianoche en París pertenece a la segunda categoría: inolvidable. La película adecuada para quienes escribimos o para quienes quieren hacerlo. Me llenó tanto como La rosa púrpura de El Cairo, Match Point, Desmontando a Harry o Balas sobre Broadway, por citar unas pocas.
La primera sorpresa la aporta el protagonista: Owen Wilson. A mí Wilson me hace reír en sus comedias, pero, salvo sus trabajos con Wes Anderson, normalmente está desaprovechado. En Medianoche en París está a la altura, en el papel de Gil, un guionista que quiere convertirse en escritor y cuya idea del paraíso consiste en mudarse a esa ciudad. En los primeros minutos de metraje queda claro que él y su prometida no conectan. En la primera noche, el escritor opta por darse un paseo en solitario por las calles parisinas, en vez de irse a la discoteca con su novia y sus amigos. Y es ahí donde se produce el milagro.
A partir de aquí hay SPOILERS, aunque no destripo el final. Cuando suenan las “campanadas a medianoche”, el personaje se ve trasladado a los años 20 (sí, como en Regreso al futuro, pero sin máquinas ni efectos especiales), donde conocerá a los artistas más renombrados de la época, desde Scott y Zelda Fitzgerald hasta Ernest Hemingway, pasando por Cole Porter, Salvador Dalí o T. S. Eliot. De esa manera, Woody Allen regresa a los temas tratados en, por ejemplo, La rosa púrpura…: un hombre que sale de su entorno y que se encuentra más cómodo en otro tiempo. Cada noche, Gil regresa al mismo punto de París, que le sirve de puerta al pasado. Y cada noche aprende y disfruta.
Todo en esta película es asombroso. Para empezar, esos planos de apertura en los que la cámara de Allen recoge monumentos, bulevares, edificios célebres y rincones de París. Es la mirada de un cineasta enamorado de la ciudad, y se nota. Luego, la reconstrucción de los personajes secundarios reales: con pocas pinceladas nos muestra la locura de Zelda, el encanto de Scott, la fanfarronería de Hemingway o las propuestas de los surrealistas. En ese sentido, y dado que a menudo hablan mucho de pintura, poesía y literatura, el guión me fascinó. Y no faltan las reflexiones habituales, sobre todo la duda de si es mejor vivir en una época anterior, en lo que cada uno considera una edad de oro, o si es más conveniente adaptarse a su tiempo. Una reflexión sobre el paso del tiempo y sobre el germen de los sueños.
Mientras veía la película, que ensalza de continuo París bajo la lluvia, los rincones emblemáticos, el arte y la literatura, pensé mucho en mi madre. Ella hubiera amado
Medianoche en París.

José Ángel Barrueco, del blog Escrito en el Viento.

viernes, 20 de mayo de 2011

MAÑANA EN MADRID VINO Y LADRILLOS


Mañana cojo mis bártulo y me voy a Madrid a presentar mi nuevo libro ¡Oh, Janis, mi dulce y sucia Janis! Memorias de una estrella del porno (el primer libro arrojadizo de la historia). Para que la ciudad no me aturda llevo en el zacuto una petaca de patxarán y para el camino un bocata de txistorra y así mis regüeldos también saldrán indignados y revoltosos. Os espero a todos en

TIPOS INFAMES (C/SAN jOAQUÍN 3) 20:00 H MADRID

Un detalle importante: habrá vino y ladrillos.



RETRATO DEL ARTISTA EVANESCENTE by Damego.

No ser no cuesta nada
nada cuesta llegar a no ser nadie.



Sin embargo buscamos no sólo

salir de la nada sino llegar a ser:

en la mirada, en los oídos

en el alma del otro dejar huella

sin embargo dejamos pedazos

de ser

de nuestro ser, por compartir la

vida.


Necios al fin porque sabemos

mejor que nadie, que al final

somos nada.


Algunos señalados por los dioses

podrían dejar una pequeña huella

recordable tan sólo una milésima

de tiempo geodésico, inmortales

durante un siglo o acaso dos milenios.


Imperturbables para la seriedad

de un tiempo inagotable: el Sol?


Y sin embargo seguimos insistiendo

seguimos insistiendo hasta la muerte

para encontrar un sitio en la Memoria.


Viajeros al final de la noche

o al corazón de las tinieblas

en una conjura de necios

que no desean ser el extranjero

en un mundo que está bajo el volcán.


Aunque sabemos que nadie lee

platónicos poemas ni aristotélicos

designios matemáticos

y mucho menos tragedias de este mundo

donde sócrates no te sofocles que te esquilo

y eurípides con un mosqueo de la ostia.


Ni siquiera leemos a hamlet

no te metas con el negro celoso

deja que esto lo arregle don quijote

meándose en el ulises del gran joyce.


Retratos del artista adolescente

que jamás llegará a viejo en el mar

y mucho menos a gaviota embarrancada

y ni siquiera a salvador de don juan.


Mamamos de las tetas de virginia

que nunca aprendió a jugar al golf.


Intentamos seguir en el camino

pero sabemos que a pesar de los motores

al final nos espera la resaca de hank

chupando su enésima cerveza

y haciéndose una buena paja

a la memoria de la última mujer

que no fue capaz de meterse en su cabeza.


Sutilezas del amigo auster

desvaríos del memorable saramago

pero al final sólo espera la nada

imperturbable al tiempo que vivimos

en dos generaciones olvidados

discípulos vendrán y olvidarán.

Ya no estaremos.


Nos quedan los poetas, los pintores

las cuevas y volver a empezar.


No ser, no cuesta nada no ser nadie.


Y sin embargo... mejor que ser de alguien

borreguito, mesnada, jauría, predador.


Mejor que lo intentemos: ser nosotros.

En el camino dejamos lo mejor.


Aunque sólo sea para no ser de nadie

por los siglos de los siglos, milenios...

conjurados.


Damego, del blog Los aullidos del lobo.

LAS SEÑALES by Pepe Pereza.

Un corte por cada día concluido sin ella, una nueva quemadura para recordar que ella se había marchado.
Puso el marco de su fotografía delante y mirando a los ojos de la retratada hundió la cuchilla en la carne. La sangre brotó de inmediato, corriéndole por el brazo y cayendo finalmente sobre las baldosas del suelo del cuarto de baño. La herida era más profunda que la del día anterior, aun así no se sintió satisfecho. Se miró en el espejo, tenía cicatrices por todo el cuerpo. Muescas en la piel por cada día sobrevivido sin ella. La sangre seguía brotando. Se pasó la palma de la mano por el rostro, tiñéndolo de rojo. Pinturas de guerra para luchar contra el dolor. Sí, estaba preparado para batallar, combatiría el dolor con dolor, como lo llevaba haciendo desde que ella se marchó. Encendió el mechero, aplicó la llama a su escroto y mientras la habitación se llenaba de un desagradable olor a carne quemada, él siguió contemplando su fotografía, la de ella.

Pepe Pereza, de Momentos Extraños (Groenlandia, 2011).

martes, 17 de mayo de 2011

CON EL PELO ROJO DE UNA NIÑA PRENDERÉ FUEGO A TODA LA CIVILIZACIÓN MODERNA



“Hay que empezar por algún sitio y yo empiezo por el pelo de una niña. Cualquier otra cosa es mala, pero el orgullo que siente una buena madre por la belleza de su hija es bueno. Es una de esas ternuras que son inexorables y que son la piedra de toque de toda época y raza. Si hay otras cosas en su contra, hay que acabar con esas otras cosas. Si los terratenientes, las leyes y las ciencias están en su contra, habrá que acabar con los terratenientes, las leyes y las ciencias. Con el pelo rojo de una golfilla del arroyo prenderé fuego a toda la civilización moderna. Porque una niña debe tener el pelo largo, debe tener el pelo limpio. Porque debe tener el pelo limpio, no debe tener un hogar sucio; porque no debe tener un hogar sucio, debe tener una madre libre y disponible; porque debe tener una madre libre, no debe tener un terrateniente usurero; porque no debe haber un terrateniente usurero, debe haber una redistribución de la propiedad; porque debe haber una distribución de la propiedad, debe haber una revolución. La pequeña golfilla del pelo rojo, a la que acabo de ver pasar junto a mi casa, no debe ser afeitada, ni lisiada, ni alterada; su pelo no debe ser cortado como el de un convicto; todos los reinos de la tierra deben ser mutilados y destrozados para servirle a ella. Ella es la imagen humana y sagrada; a su alrededor la trama social debe oscilar, romperse y caer; los pilares de la sociedad vacilarán y los tejados más antiguos caerán, pero no habrá de dañarse un pelo de su cabeza”.

G.K. Chesterton, Lo que está mal en el mundo