sábado, 2 de abril de 2011

MiSS PIESIFORME Nº 2


Y después de mucho caminar barra arriba, barra abajo, Miss Piesiforme observa al fin el mundo desde la otra orilla de colillas que ahora es ella la que estruja contra el suelo arriba y abajo. Y al llegar la noche puede desabrochar sus tacones y desmaquillar sus ojos y que el día amanezca con las persianas bien bajadas y los espejos encuentren su rostro hinchado por el calor de sus sábanas y las farolas son grandes desconocidas y no se acuerda de los obreros que encontraba tomando chupitos con churros y no teme al sonido de las trapas subiéndose al caer la noche y al olor del alcohol reseco en el suelo, tampoco echa de menos la música que rompía sus frases ni a las masas bobas que bebían y reían y perdían los papeles ni al señor de paraguas y pañuelo atado al cuello que contaba billetes a las 8 de la mañana ni a la mujer de éste ni a su sueño placentero ni a las charlas de relleno vacías sin sentido. Ahora compra el periódico bien entrada la mañana del domingo ahora disfruta del aperitivo y se ríe con las sesiones de control del gobierno y se enfada si la tele del vecino vocea una teleseríe a media noche y suspira por la llegada de los estornudos de primavera y se burla de la necesidad de una buena juerga y se rasca por picores insoportables cada vez que recuerda sus brazos mojados con bayeta en mano arriba y abajo de una barra que a jurado y perjurado que sus pies no volverán a pisar.



Julia D. Velázquez,

del blog Gente Triste.

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