viernes, 18 de febrero de 2011

DISFRACES, por CRISTINA REQUEJO


Al principio no resulta fácil, pero con el tiempo, uno va adquiriendo destreza. Podemos empezar por el pelo, otro color, incluso una peluca, cualquier cosa vale para poder alejarnos.

El maquillaje también es importante, labios más gruesos, pómulos exagerados. Si es necesario, recurriremos a alguna cirugía que nos regale una ficción. En ocasiones, es necesario hasta cambiar de ideas, incluso de latitudes.

Todo sería perfecto si no fuera por ella, por esa mirada que, insatisfecha, nos dice ante el espejo que aún nos reconoce.


Extraído del blog
Desde mi luna

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