sábado, 26 de junio de 2010

TÉCNICAS PARA SER UN GRAN ESCRITOR por Vanity Dust.

El name-dropping es un ejercicio sano y productivo para todos aquellos que necesiten o consideren oportuno aumentar su prestigio y/o petulancia narrativa. Consiste en citar abiertamente frases de gente famosa sin venir demasiado a cuento, especialmente en los relatos malos, para quedar mejor. Por ejemplo, podría decir que Chuck Palahniuk es la primera persona a la que escuché el término name dropping. En este caso, es verdad, estábamos peleándonos en el almacén de un bar y él citó a Van Damme y me explicó el término.
 
Otros ejemplos pedagógicos pueden ser:
 
Korea del Norte es un país próspero, como bien dijo Lao Tse en un libro de circuito underground disponible únicamente en mandarín medieval.
La paz en el mundo no es posible. Es así como Nietzsche habló después de pasarse tres días con diarrea.
El big bang es curioso y pensar en ello me marea más que una noche de borrachera. En palabras de Charles Bukowski.
 
Ejemplos a no seguir cuando se usa el name dropping:
 
Todos tenemos nuestro yo interior, según Paulo Cohelo.
Me gusta sentirme bien conmigo mismo. Anuncio de Font Vella.
La cerveza sin alcohol es más sana. Asociación de alcohólicos anónimos.
 
Gracias al name dropping, ya podemos lanzarnos a la labrar nuestro (des)prestigio por allá donde nuestra prosa y/o poesía circule con (o sin) permiso.


Vanity Dust, inédito.

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