LA POESÍA:
UN VIAJE
Estaba solo en la sala de espera
de aquel lujoso hospital.
No me dejaron entrar.
No insistí.
La enfermera salió con una bolsa de plástico
negra.
Yo sé qué había en su interior.
La veía.
Veía a la enfermera con la bolsa negra
de basura.
Intentaba esconderla detrás de sus piernas
pero yo podía verla.
Días atrás el médico
inútil
negligente
cobarde
no se atrevió a decírnoslo
después de seis meses de consultas.
Nos mandó a urgencias y desde allí
emprendimos un largo viaje
en secreto.
Ahora estoy aquí
solo
lejos de todo.
Cuando entré en la habitación
Susana tenía la mirada perdida.
Parecía un cuadro de Munch.
Fue un parto
repetía
fue como un parto.
Nos abrazamos.
Lloramos.
EL CUENTO:
UNA HISTORIA REAL
Aquella fue una mañana fría. Seguramente no más que otras, pero la recuerdo especialmente fría. Susana me contó una pesadilla.
(Soñé que era un monstruo sin brazos y sin piernas. Qué horror).
Las cosas no nos iban bien. Nada bien. Pero estábamos felices ante el acontecimiento. Mi carácter optimista siempre me inclinaba a mirar hacia adelante. No teníamos casi alumnos, no vendía ningún cuadro, ni nos salía ningún concierto, ni posibilidades de ganar algún dinero. Pero yo trabajaba frenéticamente, no paraba de pintar, eso me sostenía.
Había olvidado pronto la pesadilla. Susana la desterró de su memoria.
Días después teníamos la revisión de las 24 semanas.
(Seis meses).
Aún no teníamos nombre porque no sabíamos si sería niño o niña.
El doctor Michelena se jubilaba al día siguiente. Esta vez estuvo mucho tiempo con la ecografía.
(Demasiado tiempo).
Cuando terminó, como si no pasara nada, nos mandó a la residencia para que hiciesen una mas precisa. Escribió: “especial atención a miembros”.
(Él ya lo sabía)
-Id mañana y volvéis por aquí.
(También sabía que no volveríamos, lo sabía. Cobarde)
Susana quiso ir en seguida. No querían atendernos por considerar que no era una urgencia. Tenían prisa por irse a sus casas, o por otra cosa cualquiera.
Insistimos.
La ginecóloga también se llamaba Susana, lo recuerdo perfectamente porque después de hacerle una ecografía vaginal, ya sentados frente a frente, en la mesa de la consulta le dijo:
- Bueno Susana. Yo también me llamo Susana. Efectivamente el bebé viene sin brazos y sin piernas.
Entonces…
Entonces...
Recuerdo...
Un revoltijo. Recuerdo mi aliento. Un viaje a Madrid (desde Ourense). El espanto. Como en una huida, como delincuentes, en secreto. (Si no había suerte, Barcelona, París). Mi aliento. Ella esperaba que fuese un error. (Siempre lo esperó). Solos. Miedo, horror, espanto, (espanto). Recuerdo. Lágrimas. Es lo mejor. Se acariciaba. (Silencio, no se lo digáis a nadie). Mi aliento. Es lo mejor, repetía. Desidia.Lágrimas. Recuerdo mi aliento pestilente durante días. Es lo mejor, (repetía mientras acariciaba su barriga). Espanto. Prisa. Silencio. Horror. (no era un error). Más lágrimas. Secreto. Impotencia. Ilegal, (ilegal). Ya sin lágrimas. Solos. Rotos. Recordé. No podíamos. Recordé sus pataditas de las que nos reíamos. Sólo podían ser cabezazos. Sus pataditas. Cabezazos.
Texto & Óleo by Velpister.
http://velpister.blogspot.com/
UN VIAJE
Estaba solo en la sala de espera
de aquel lujoso hospital.
No me dejaron entrar.
No insistí.
La enfermera salió con una bolsa de plástico
negra.
Yo sé qué había en su interior.
La veía.
Veía a la enfermera con la bolsa negra
de basura.
Intentaba esconderla detrás de sus piernas
pero yo podía verla.
Días atrás el médico
inútil
negligente
cobarde
no se atrevió a decírnoslo
después de seis meses de consultas.
Nos mandó a urgencias y desde allí
emprendimos un largo viaje
en secreto.
Ahora estoy aquí
solo
lejos de todo.
Cuando entré en la habitación
Susana tenía la mirada perdida.
Parecía un cuadro de Munch.
Fue un parto
repetía
fue como un parto.
Nos abrazamos.
Lloramos.
EL CUENTO:
UNA HISTORIA REAL
Aquella fue una mañana fría. Seguramente no más que otras, pero la recuerdo especialmente fría. Susana me contó una pesadilla.
(Soñé que era un monstruo sin brazos y sin piernas. Qué horror).
Las cosas no nos iban bien. Nada bien. Pero estábamos felices ante el acontecimiento. Mi carácter optimista siempre me inclinaba a mirar hacia adelante. No teníamos casi alumnos, no vendía ningún cuadro, ni nos salía ningún concierto, ni posibilidades de ganar algún dinero. Pero yo trabajaba frenéticamente, no paraba de pintar, eso me sostenía.
Había olvidado pronto la pesadilla. Susana la desterró de su memoria.
Días después teníamos la revisión de las 24 semanas.
(Seis meses).
Aún no teníamos nombre porque no sabíamos si sería niño o niña.
El doctor Michelena se jubilaba al día siguiente. Esta vez estuvo mucho tiempo con la ecografía.
(Demasiado tiempo).
Cuando terminó, como si no pasara nada, nos mandó a la residencia para que hiciesen una mas precisa. Escribió: “especial atención a miembros”.
(Él ya lo sabía)
-Id mañana y volvéis por aquí.
(También sabía que no volveríamos, lo sabía. Cobarde)
Susana quiso ir en seguida. No querían atendernos por considerar que no era una urgencia. Tenían prisa por irse a sus casas, o por otra cosa cualquiera.
Insistimos.
La ginecóloga también se llamaba Susana, lo recuerdo perfectamente porque después de hacerle una ecografía vaginal, ya sentados frente a frente, en la mesa de la consulta le dijo:
- Bueno Susana. Yo también me llamo Susana. Efectivamente el bebé viene sin brazos y sin piernas.
Entonces…
Entonces...
Recuerdo...
Un revoltijo. Recuerdo mi aliento. Un viaje a Madrid (desde Ourense). El espanto. Como en una huida, como delincuentes, en secreto. (Si no había suerte, Barcelona, París). Mi aliento. Ella esperaba que fuese un error. (Siempre lo esperó). Solos. Miedo, horror, espanto, (espanto). Recuerdo. Lágrimas. Es lo mejor. Se acariciaba. (Silencio, no se lo digáis a nadie). Mi aliento. Es lo mejor, repetía. Desidia.Lágrimas. Recuerdo mi aliento pestilente durante días. Es lo mejor, (repetía mientras acariciaba su barriga). Espanto. Prisa. Silencio. Horror. (no era un error). Más lágrimas. Secreto. Impotencia. Ilegal, (ilegal). Ya sin lágrimas. Solos. Rotos. Recordé. No podíamos. Recordé sus pataditas de las que nos reíamos. Sólo podían ser cabezazos. Sus pataditas. Cabezazos.
Texto & Óleo by Velpister.
http://velpister.blogspot.com/
este peter tiene duende, vic, te lo digo yo, duende
ResponderEliminarestoy con Voltios... Peter posee el duende...
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