Me gusta amarte hincada de rodillas.
Aquí, tan desde abajo, tan cerca de la tierra
relamo el palpitar de tu cuidado
y centro mi delicia en el transcurso.
No es de extrañar que el mundo sea redondo.
¿Qué forma iba a adoptar, sino la de mi boca?
Raquel Lanseros, de Croniria (Hiperión, 2009).
Lame, chupa, traga y escupe...
ResponderEliminarme encanta ese amor total
ResponderEliminar