El milagro humano.
La muchedumbre hipertensa que entra y sale
que entra y sale.
Sus tópicos,
las negativas categóricas
en las mesas redondas, desangeladas, sin noticias de una relativa importancia. Por la pantalla, una franja de color rojo pálido dice que no puedo ver tu cara en mi mente. Ahora se resuelve todo a golpe de sms. A ver si puedo.
Ver.
Lo que dicen, lo que está bien o más allá del mal en el genoma, las incógnitas de lo que tú y yo, pequeña, deberíamos ser el uno con el otro, cómo amarnos fuera de la cama, en estado salvaje, y no,
por la fricción tecnológica y las perífrasis sociológicas y demás neologismos
nosotros
no tememos a las sendas electrificadas
ni a las concertinas disuasorias
ni siquiera a caernos en la ducha
otro golpe más
que ya no nos duela.
Ángel González González, inédito.
http://angelgonzalezgonzalezpoeta.blogspot.com/
que no duela
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