El siempre inquietante David Cronenberg dirigió en 1988 Inseparables, una sombría cult movie de lazos y dependencias genéticas inspirada en la historia real de dos gemelos idénticos, Steven y Cyril Marcus, ginecólogos de oficio, que en 1975 aparecieron salvajemente automutilados en su apartamento de Manhattan, debido, según dicen, a una espiral de autodestrucción derivada del amor que ambos profesaban a la misma mujer y que los había separado... Jeremy Irons, insuperable en sus roles, da vida a los dos gemelos suicidas, y David Cronenberg, profeta de la Nueva Carne, desarrolla a partir de esos hechos un guión fascinante y terrible, creando una atmósfera morbosa y especular y rubricando una de las películas más sobrecogedoras e inclasificables de su ya de por sí ominosa filmografía... Una verdadera delicatessen del séptimo arte, que desde este blog marciano os recomendamos muy encarecidamente videar. Bon appetit, queridos drugos, y que Hank os guarde de los bichos malos. v.
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