Las pelis de Jean Rollin, como las de nuestro entrañable Jess Franco, apasionan o defraudan, fascinan o espantan, pero no suelen dejar, por lo atípicas y barrocas, indiferente a nadie. Psicodelia, sadismo, lesbianismo, erotismo, vampirismo, decorados góticos, hippies desnudas, castillos en ruinas y bandas sonoras lisérgicas son las constantes de todos sus films, que también se dan cita en esta psicotrónica Vierges et vampires (1971) - traducida al español como Réquiem por un vampiro y al inglés como Caged virgins -, una voluptuosa y delirante aventura bizarra para videar sin complejos junto a la chimenea este gélido domingo en la tierra. Que la disfrutéis por todos sus sitios, hankoveros: Up !!! v.
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