El presente volumen constituye un documento humano excepcional: a los 84 años, cuando era ya “una ruina física”, según sus propias palabras, Henry Miller conoció a la actriz Brenda Venus y vivió con ella, en el lustro final de su vida, su última historia de amor, que Lawrence Durrell, prologuista del libro, describe como “una maravillosa euforia de amistad amorosa”. Miller, en efecto, añade Durrell, “aquí, como en sus libros autobiográficos, nos ofrece un completo retrato de sí mismo en el umbral de la muerte”. Conmovedor, irónico, patético, apasionado y paradójicamente vitalista, el presente epistolario constituye el legado último de un escritor impar. (Seix Barral – Biblioteca de bolsillo). Pablo Gutierrez Bao
37 hijos de Satanás brindan a la salud de Bukowski en un libro que dejará una resaca brutal
martes, 30 de diciembre de 2008
Recomendado a todo aquel que no desee envejecer
El presente volumen constituye un documento humano excepcional: a los 84 años, cuando era ya “una ruina física”, según sus propias palabras, Henry Miller conoció a la actriz Brenda Venus y vivió con ella, en el lustro final de su vida, su última historia de amor, que Lawrence Durrell, prologuista del libro, describe como “una maravillosa euforia de amistad amorosa”. Miller, en efecto, añade Durrell, “aquí, como en sus libros autobiográficos, nos ofrece un completo retrato de sí mismo en el umbral de la muerte”. Conmovedor, irónico, patético, apasionado y paradójicamente vitalista, el presente epistolario constituye el legado último de un escritor impar. (Seix Barral – Biblioteca de bolsillo). Pablo Gutierrez Bao
Me gusta que te hayas animado a postearlo luego de nuestra conversación y mi artículo sobre Mr. Henry. Buena co-incidencia.
ResponderEliminarAbrazo andino Pablo.