para Deb
Yo estudié para ser abogado
y terminé vendiendo zapatos
en tiendas de saldo.
Quizás si hubiera
escuchado antes mi voz
escribiría hoy mejores poemas,
pero no fue así
y me forcé a rematar
sin fe mi error.
Fue una guerra dura que perdí,
no hay más que eso.
Y aún quedan otras muchas
por las que luchar.
Vicente Muñoz Álvarez, de Canciones de la gran deriva ( Ateneo Obrero de Gijón, 1999 ).
Sí, queridos drugos, me toca emigrar, vender zapatos, disfrazarme de hombre cuerdo y salir a buscarme la vida on the road para poder entregarme dentro de unas semanas de nuevo a mi ensueño... Pero no os preocupéis: Patxi, Jab, David y algunos otros Hijos de Satanás se encargarán entre tanto de alimentar este blog resacoso para que el ritmo no pare y nuestras calderas sigan rugiendo... Gracias a todos por ser y estar y por acompañarnos en este viaje al fin de la noche... Y que Hank nos guarde de los bichos malos. v.
Ánimo
ResponderEliminarsaldréis vencedor, no me cabe la menor duda. aquí os aguardamos, caballero, con vino y viandas para la celebración y nuevas prendas que atar a vuestro brazo!
ResponderEliminarqué cojones perdedores vicent.
ResponderEliminarsi acaso, somos d esos que miramos y vemos mientras el mundo gira y mucha sveces empleamos el tiempo en ir sacando conclusiones, el resto del tiempo lop aplicamos en escrivivir
y aunque hay ratos que vivimos del aire, los más vivimos -a secas- que no es poco.
garcias x todo todito todo.
no sé a dónde marcharás pero suerte
ResponderEliminary gracias y mil gracias estoy recibiendo bastante material, te debo una vicente.
un abrazo
los que trabajan para ganarse la vida, escriben poemas con sus vidas.
ResponderEliminarY si trabajando, escriben con su punyo y letra, estan construyendo el mundo, y escribiendo todavia mas.
Noelia
Dale ahí, titu, donde más le duela. Ese bicho no podrá contigo.
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