martes, 9 de septiembre de 2008

ST. MARÍA by Eva Villavieja.


Frío. El sol aplasta las ideas y el desierto cuenta los pasos cada vez más lentos. Agua. Las gotas caen despacio entre las comisuras de los labios. Mamá, reza, haz que sea menos vulnerable. La ropa cae entre mis manos, no sé bien qué hacer con ella. Me visto para ti las noches esas que llamamos de pecado. Mamá, reza por mí, conviérteme en un ser fuerte. La verdad, es que estoy tan asustada como siempre. Las manos aún me tiemblan cuando suena el teléfono, aún espero que seas tú entre tantos timbres. Mamá, es la última vez que te lo pido; reza por mí, ya no me quedan lágrimas. Estoy lejos de todo, acércame.


Eva Villavieja Medrano, del blog La dama atómica.

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