En 1984 John Huston adaptó a la pantalla grande Bajo el volcán, la desoladora e inmortal novela de Malcolm Lowry, publicada en 1947. Tarea que, en principio, no parecía nada sencilla, teniendo en cuenta la extensión, complejidad e intensidad de esta obra, hito indiscutible en la narrativa del siglo XX. El resultado fue una película personalísima e inolvidable, síntesis esencial del libro, que destila el mismo aire de fatalidad, alcoholismo y desamor de la novela de Lowry. Albert Finney en el papel de El Cónsul y Jacqueline Bisset en el de Yvonne, ambos ( sobre todo el primero ) grandiosos, interpretan esta tragedia moderna, hermosísima, inmisericorde y oscura como la tumba donde yace mi amigo... Como en la novela, Huston nos presenta al Cónsul Geoffrey Firmin perdido y alcoholizado en Cuernavaca, bajo el volcán Popocatépetl, abandonado por su esposa Yvonne y rezando borracho a la Virgen de los que a nadie tienen... Sin amor no se puede vivir, repite frente al altar una y otra vez, hasta que desde las alturas alguien parece al fin escucharle... El mezcal, el tequila, Las manos de Orlac, El Farolito, las cartas a Yvonne, el caballo blanco, el hermano Hugh y la Guerra Civil Española, las corridas de toros, el delirium tremens, el amor y el desamor, y más mezcal y más tequila, igual que en la novela, nos centran magnéticamente en la acción... Emotiva, maravillosa y tremenda, e ideal para videar abrazado a tu Pareja en el sofá cualquier tarde lluviosa. v.
preciosa y conmovedora novela e impactante peli, acertada y muy bien llevada a cabo, es cierto.
ResponderEliminarun abrazo,
aqui no hay fuego de mezcal... y tampoco esta el consul, pero hay unas enormes cataratas sobre un enorme volcan...
silvia