III
NO os cuento como fue mi adolescencia,
yo vestía de negro y me llamaban
Cucaracha, Desastre y Bicho
aunque también La Flaca,
no creáis que no tuve admiradores,
ya entonces era la más lista.
Nos metíamos en las procesiones
de la Semana Santa,
borrachos escupíamos a los crucificados
cantábamos canciones de Ministry
al paso de una horrible Virgen verde
- cosa que recomiendo,
sobre todo si es Miércoles y en Murcia -.
Después íbamos a pegarnos
con los hippies del " Kama ".
Éramos crueles, sí, y bellísimos.
El amor y la audacia nos vestían
- la gente los llamaba suciedad e imperdibles -.
Reprentábamos la única belleza
posible tras los hornos crematorios.
Los padres nos pagaban las facturas,
también aquí se aprecia la textura del siglo.
María Cristina Morano, de La insolencia ( Ayto de San Sebastián de los Reyes, 2001. Premio José Hierro de poesía ).
Ahí queda eso, mis queridos drugos: si os estáis preguntando por qué no conocíais a esta mujer hasta ahora, sabed que esa pregunta no tiene respuesta.
ResponderEliminarY Ministry, un poco blasfemia no le cae mal a nadie, más la nostalgia de ser no sólo los malos de la película,también los que escriben como quien dispara a los ojos...enhorabuena, Cris
ResponderEliminarnunca es tarde para descubir lo auténtico... y me alegro de que la tripulación aumente... v.
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